La Constitución Política del Estado (CPE), promulgada el 7 de febrero de 2009, tiene un nombre muy sonado: Estado Plurinacional. Pero, ¿habremos transformado el Estado-República a un nuevo Estado Superior? Es una pregunta que nos hacemos al cumplirse 15 años de su promulgación.
Y, evidentemente, hay dudas para responder en forma positiva. De todas maneras, Bolivia ha transitado por varias constituciones, pero no hemos dejado atrás la pobreza.
Qué hermoso hubiera sido que la CPE sea un elemento normativo que nos despegue al progreso, al desarrollo, al entendimiento entre bolivianos y bolivianas. Pero pareciera que es una Constitución más que solamente se le ha cambiado el nombre de República por Estado Plurinacional.
La deuda del Estado con sus ciudadanos sigue vigente. La deuda del Estado como protector de los ciudadanos sigue vigente. La deuda que se tiene con los ciudadanos en otorgamiento de condiciones de vida al que la Constitución llama el vivir bien, creo que tampoco ha llegado a cumplir la meta.
Entendemos que la Constitución no es perfecta, ninguna Constitución del mundo es perfecta, porque las sociedades no son perfectas, pero la Constitución Política del Estado tenía una enormidad de posibilidades para transformar el Estado.
Había la carga social para hacerlo, porque hay que reconocer que el MAS, de alguna manera, se identificó con varios pueblos, indígenas, originarios, campesinos y hasta citadinos, porque al rechazar una nueva ideología generaba una modificación a la existencia de partidos políticos tradicionales y a la forma de hacer política.
La Constitución Política del Estado nuevamente se la muestra como una bandera, sin embargo, es una bandera que se queda sólo en un simbolismo. Probablemente la CPE, del 7 de febrero de 2009, puede generar algunas posibilidades a posteriori.
Sin embargo, no sé si es tiempo ya de seguir esperando que la Constitución Política del Estado otorgue esa orientación de alcanzar una mejor sociedad, o es que esa Constitución ya tuvo la oportunidad para ello y no pudo llegar al objetivo.
De ser así, en su última parte de esta tesis, estuviéramos diciendo que esta Constitución estaría cerrándose con un ciclo más de las muchas que ha habido en el país. Lo dirá el tiempo, hasta dónde dura esta Constitución. Sin embargo, entendemos que no se ha construido el Estado plurinacional.
Probablemente han subido al poder los indígenas, pero no ha subido al poder la mayoría de los indígenas que hay en el país. Pues el indigenismo, como en muchos países, se lo maneja como un caballo de Troya, porque suena bien ser indígena, pero otra cosa es ser indígena de verdad y poder estar en los actos de la vida civil en Bolivia. Creo que hasta el día de hoy seguimos con una necesidad de que la sociedad boliviana, así sea diversa, sea más justa.
Finalmente, espero que esta Constitución pueda llegar a cumplir su misión. Sin embargo, vuelvo a tener la duda si le hemos dado el tiempo debido y es suficiente el que se le ha dado. Habrá que esperar otro tiempo para volver a un ciclo igual o a un ciclo superior. [P]
* Jaime Hurtado (Exconstituyente por Podemos)