Han transcurrido 20 días desde las elecciones en Venezuela, marcadas por las denuncias de fraude y por la represión a las protestas que se han cobrado decenas de muertos y cientos de detenidos. Los jóvenes han tenido una participación significativa. La organización que coordina Wanda Cedeño, Voto Joven, ha monitoreado el proceso, aunque sin la acreditación del Consejo Nacional Electoral, como tantas otras organizaciones de la sociedad civil, y hoy es testigo del amedrentamiento oficial que crece, a diferencia de la atención decreciente de la comunidad internacional.

Pregunta (P). ¿Cómo recuerda Voto Joven la jornada electoral en Venezuela, a tres semanas de que se desatara la crisis poselectoral?

Wanda Cedeño (WC). Desde Voto Joven, nuestra labor está principalmente dirigida a la promoción de la participación política de los jóvenes venezolanos a través de procesos electorales, la promoción de inscripción ante el Registro Electoral y la observación y monitoreo del proceso electoral. Hay que señalar que el 28 de julio en la mañana, incluso hasta las 4 pm, el proceso transcurrió con relativa calma, de hecho, nos sorprendió muchísimo a los venezolanos, porque para las 8:30 ya más del 90% de los centros estaban instalados, algo que en procesos anteriores jamás se había visto, y realmente los focos específicos de irregularidades fueron muy contados. El problema se presenta una vez que cierran los centros electorales y comienzan las irregularidades y violaciones en torno al conteo de votos y al escrutinio ciudadano público.

P. La pregunta que ustedes han planteado a través de sus redes sociales es dónde están las actas electorales. ¿Hay alguna respuesta de parte del gobierno venezolano o del Consejo Electoral?

R. Es una incógnita que se mantiene, no ha habido respuesta. El Consejo Nacional Electoral se saltó diversos pasos en donde debía mostrar las actas y tener el aval era necesario, por ejemplo, para una proclama. El primero de ellos fue la auditoría ciudadana en su segunda fase, en donde todos los ciudadanos estaban en su pleno derecho de acudir a los centros electorales y hacer la revisión de cada una de las mesas con las actas que emitían las máquinas de votación; esto no pasó. La segunda, el escrutinio de totalización que realiza el Consejo Nacional Electoral, que tampoco pasó y en donde además debían participar los testigos electorales de distintos partidos políticos y, por último, la publicación en la página web de los resultados detallados del proceso electoral, por municipios, parroquia, centro electoral y generales. Hasta la fecha, no hemos tenido un boletín específico del proceso, solo actualizaciones orales por parte del presidente del Consejo Nacional Electoral.

P. Entiendo que también está circulando desinformación, incluso actas de escrutinio falsas. Ustedes han lanzado una alerta.

WC. Algo que ha enmarcado este proceso son justamente los bulos informativos, no solo luego del proceso electoral, sino incluso desde la convocatoria y en el marco de la campaña, las elecciones se caracterizaron por la falta de una comunicación oficial por parte del ente electoral, lo cual naturalmente abría la puerta a desinformación, a noticias falsas que eran promovidas principalmente por el partido del oficialismo. Hemos visto cómo se han creado hilos desinformativos en donde no solo se presentan actas falsas, sino se plantea el miedo entre los ciudadanos hacia un posible monitoreo por parte de cuerpos del Estado, de cuerpos policiales, hacia posibles observaciones dentro de WhatsApp en donde pudiesen estar leyendo las conversaciones de las personas y que, naturalmente, inhiben a los venezolanos a participar de las protestas pacíficas que están ocurriendo en este momento.

P. ¿Cuál es la situación actual de Venezuela?

R. Estamos frente a un conflicto político que ha evolucionado, ya no se trata únicamente de un problema electoral, estamos ante una gran disyuntiva política en donde no hay una respuesta efectiva por parte de las instituciones venezolanas. Luego, hemos visto una escalada de las violaciones graves de derechos humanos que en el país se venían ejecutando desde 2014, pero que luego del proceso electoral, han tenido una escalada jamás vista. Hasta el momento van más de 2.000 detenidos de manera arbitraria, sin ningún tipo de caso, sin ningún tipo de imputación, pero además sin ningún tipo de respeto por parte del debido proceso. Asimismo, nos encontramos frente a una suspensión de facto de las garantías constitucionales en Venezuela. En distintas barriadas, organismos de seguridad, cuerpos del Estado, se atrincheran a las entradas luego de las 6 de la tarde, para controlar y manifestar el poder de control que pueden tener en esos lugares. Por último, nos encontramos frente al debilitamiento institucional y la estocada final a las instituciones democráticas de Venezuela. 

P. ¿Siguen las movilizaciones y detenciones en Venezuela?

WC. No solo hemos visto que se mantienen las detenciones arbitrarias, y aunque la primera semana luego de las elecciones hubo muchísima publicidad sobre lo que estaba pasando, sobre todo mensajes en redes sociales, en este momento quizás han disminuido; esa disminución no implica que nada está ocurriendo, al contrario, implica que las cosas justamente están escalando a un nivel en el que la ciudadanía siente miedo, pero además es necesario señalar que nos encontramos también ante la destrucción del espacio cívico. 

Buscan aprobar leyes que, desde la sociedad civil, hemos denominado la ley anti ONGs, una ley de regulación del funcionamiento de las redes sociales, en donde además hay que resaltar que, en este momento, Twitter y otro grupo de redes sociales están suspendidas en Venezuela y, por último, la ley antifascismo que, con su título, a cualquier persona le parecería lógica la aprobación, pero cuando se ve en detalle lo que resalta es que no hay una regulación al fascismo, sino una especie de apertura para que todos puedan ser juzgados en caso de que hablen o señalen algo negativo en contra del gobierno nacional.

Aun teniendo una situación muy en contra, en donde se están generando acciones por parte del Estado para generar miedo, se resalta que la ciudadanía sigue saliendo a las calles, siguen expresando y sobre todo cuestionando los resultados y pidiendo justamente la publicación de las actas. Hay diversas estrategias que se han presentado, no solo movilizaciones de calles: hemos visto, por ejemplo, vigilias y mensajes a través de las redes sociales que ayudan a visibilizar esta situación.

P. ¿Cuán decisiva ha sido la participación de la juventud en el voto y cuán decisiva puede ser en estas movilizaciones? 

R. Lo primero que hay que señalar es que en Venezuela hay todavía una gran brecha de jóvenes que no están inscritos en el Registro Electoral, no porque no tengan interés en participar, sino porque desde el Estado se ha impedido su participación poniendo obstáculos en la inscripción; aun así, 600.000 nuevos votantes lograron inscribirse, pero además jóvenes de distintas partes de la sociedad civil, del movimiento estudiantil, políticos, se sumaron a una campaña para llamar a votar, indistintamente del candidato. 

Esto ha facilitado también que sean justamente los jóvenes quienes impulsen sobre todo el diálogo en redes sociales y se dediquen a informar lo que está pasando en Venezuela, pero además también a confirmar noticias verídicas y a desacreditar noticias falsas, de manera que los jóvenes venezolanos hemos asumido de alguna forma un rol bien importante en mantener la comunicación sobre lo que ocurre en Venezuela, mantener atentos los ojos del mundo y del país en las movilizaciones y en las violaciones graves de derechos humanos que estamos viviendo. [P]