“Todos los datos en Bolivia están mal”
El economista e investigador Joshua Bellott, docente en la Universidad Técnica de Oruro (UTO), realizó proyecciones de cara al Censo 2024 y, ahora, con los resultados oficiales en mano, encara análisis críticos. Esta es su lectura de las principales observaciones a los datos oficiales, cuya presentación ha avivado la conflictividad en varias regiones de Bolivia, principalmente en Santa Cruz.
Pregunta (P). ¿Cuáles son, a su juicio, las principales observaciones a los resultados del Censo 2024 que se puedan demostrar con datos?
Respuesta (R). Lo primero que saltó a la vista cuando publicaron los resultados del Censo 2024 fue la gran diferencia entre estos resultados y las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), porque los bolivianos estábamos esperando una mayor población, que sobrepase los 12 millones de habitantes, pero hemos visto que redujo mucho, a 11,3 millones de habitantes, con los resultados de este Censo. Pero, además, cuando veíamos el detalle del crecimiento poblacional de los departamentos, nos dábamos cuenta, primero, de dos casos especiales: Santa Cruz y Tarija, que debían tener un crecimiento elevado según proyecciones, se quedaron con menos de la mitad de ese crecimiento esperado y, claro, sabíamos que especialmente Santa Cruz tiene una tasa de crecimiento interesante, porque no solo es que crezca la población por los nuevos nacimientos, sino que hay una migración hacia adentro, es un departamento receptor de población. Hay otros casos especiales como el de Oruro, porque tiene la tercera tasa de crecimiento intercensal más alta del país… Yo soy orureño y me incomoda decir esto, pero yo sé que Oruro es un departamento expulsor y lo ha sido por años (…), pero además Oruro es el único departamento que ha superado la población estimada por las proyecciones del INE. Todos los demás departamentos están muy por debajo de las proyecciones del INE.
P. Usted ha llamado la atención sobre una ruralización de Bolivia.
R. En este Censo 2024 la población boliviana se habría ruralizado. Todas las ciudades han disminuido en términos relativos su población y algunas incluso en términos absolutos. Cochabamba, por ejemplo, habría tenido un decrecimiento de la población en la ciudad en términos absolutos. La Paz y El Alto también. Y cuando me refiero en términos relativos, mire el caso de Oruro: en el Censo 2012 el 58% de la población vivía en la ciudad, por lo tanto, el 42% vivía en el área rural. La proyección nos decía que esto había aumentado –64%, según el INE– y todo el mundo se daba cuenta porque la mancha urbana de Oruro ha crecido muchísimo; estábamos esperando que en el Censo 2024 aumente casi a un 70%, pero nos sorprendemos y, lamentablemente, el Censo nos ha dicho que solo el 52% se encuentra en la ciudad. Claramente se ha ruralizado en términos relativos… Esto significa una bajada de recursos para la mayoría de los municipios capitales de Bolivia.
P. La explicación que he escuchado de algunos sectores es que estos resultados se deben a la “migración” que hubo ese día del Censo, a conminatoria de dirigentes, a llamado de autoridades de municipios intermedios. ¿Cuánto pudo pesar el traslado de gente a sus lugares de origen para esa jornada?
R. Sí, pero qué pena. Se había criticado precisamente a la organización del Censo por el hecho de que este Censo se dio en tres días, en fin de semana y en época de cosecha. Son muchas cosas que se han hecho mal y, seguramente, algunas personas han intentado hacerse censar en la ciudad y luego se han ido al campo, o definitivamente se han ido solo al área rural y eso ha hecho cambiar los resultados. La conclusión: el Censo no refleja la realidad de Bolivia. ¿Para qué hemos hecho el Censo? No tengo la menor idea porque los datos no sirven, no reflejan la realidad y el daño que han hecho es terrible porque lamentablemente en el país se distribuyen los recursos económicos a las alcaldías, universidades, a través de la regla poblacional. Todas las capitales van a perder presupuesto y ya tenemos presupuestos de pobreza. Lamentablemente todo es política para el Gobierno, no se piensa en la realidad, no se piensa en la población, no se piensa en la economía; solo se piensa en la reproducción de poder y estos son los resultados que tenemos; por eso es importante también pensar a futuro de no hacer más censos porque son una pérdida de plata.
P. ¿Cuál era su postura hace un año?
R. Cuando yo hablaba hace un año del Censo decía: primero, como el Gobierno dijo en un principio, denles tablets: uno iba, llenaba la encuesta y automáticamente se iba a una página web que compilaba todos estos datos y sacaba todos los resultados… ¿Para qué necesitábamos a los seres humanos? Para que escriban un reporte respecto a los resultados. Se tiene que tender abolir los censos porque debemos automatizarlo todo administrativamente (…) Chile saca reportes de todas las estadísticas educativas mensualmente, pormenorizadas, con más de 70 variables; Uruguay tiene sus datos a diario, porque han logrado institucionalidad. Y lamentablemente lo que no tenemos en Bolivia y lo que se ha destruido durante todos estos años es, precisamente, la institucionalidad. No es posible que engañemos al pueblo y digamos: “vayan a su pueblo, háganse censar, aumenten la población ahí y listo; la ciudad no importa”, y luego andamos pidiendo alcantarillado, agua, la plata no alcanza… Se ha generado un problema terrible y lamentablemente estos resultados van a conflictuar al país.
P. ¿Es posible medir en qué afectó el traslado de gente?
R. Vamos a ver las consecuencias recién (…) Cualquiera sea el argumento del Gobierno, no podemos cambiar la realidad en Bolivia: las ciudades han crecido aceleradamente durante todos estos años y el campo, lamentablemente, se ha quedado desierto; hay pueblos fantasmas y encima debemos aceptar cosas increíbles. Un ejemplo: Cruz de Machacamarca, que pertenece a Oruro, es un municipio muy pequeño; tenía 200 habitantes el 2012 y esperábamos que ahora tenga 300 habitantes; los que fueron a hacer la cartografía a ese pueblo me comentaban que les habían asignado un segmento censal y no han podido encontrar seis familias en Cruz de Machacamarca, les asignaron otro segmento del municipio y tampoco, un tercer segmento y nunca encontraron ni siquiera seis familias, y resulta que esta población ha crecido en más de 150 por ciento, según el Censo 2024, a 1.511 habitantes. Y para que te desmayes: resulta que el padrón electoral es de 1.599 habitantes: el padrón es más alto que la población del Censo 2024. Esto se repite para el municipio de Nueva Esperanza en Pando; también el padrón es más alto, entonces, aparentemente todos los datos en Bolivia están mal, los datos son truchos. [P]