Solo una oportunidad

Solo una oportunidad

Péndulo político Franklin Pareja 07/05/2025 03:24
“Cuando los renovadores entiendan que para competir hay que hacer política de verdad y bajar de la poltrona de la superioridad, quizás recién entren al ruedo a competir con reales probabilidades de éxito”
PUBLICITE AQUÍ

Se acerca del día “D”, la temperatura política está en ascenso, como es natural, esta disputa electoral centra el foco de atención en lo que más preocupa a la población: la economía. Paradójicamente, nuestro país hace muchos años está peligrosamente desinstitucionalizado y con entandares democráticos nominales; no obstante, nada de eso hizo eco en la ciudadanía. Las sistemáticas violaciones a la institucionalidad constitucional no lograron generar preocupación y menos captar el interés popular, pasaron casi desapercibidas, y no por falta de protestas o reclamos desde distintos espacios de la sociedad civil y política, sino, porque, aunque resulte difícil entender, la debacle institucional no fue suficiente para generar un malestar directo en la médula misma de la población.

“La preocupación es palpable, el malestar colectivo está directamente vinculado a la caída estrepitosa del poder adquisitivo de la moneda (50%)”

Ahora es diferente, la preocupación es palpable, el malestar colectivo está directamente vinculado a la caída estrepitosa del poder adquisitivo de la moneda (50%), la inflación ascendente (en productos importados supera el 100%) y, sobre todo, la sensación de incertidumbre. Según el INE, el 2023, un pobre podía sobrevivir diariamente con 16 bolivianos, es decir 2,36 dólares al tipo de cambio oficial (6.96); hoy, esa cifra apenas alcanza a un dólar, nos estamos empobreciendo nuevamente a un ritmo acelerado, el ascenso de los clasemedieros otra vez vislumbra su retorno a la pobreza. Asimismo, el peligroso colapso energético ha encendido todas las alarmas, si bien la recurrente escasez de combustibles genera perjuicios e incomodidades, la perspectiva es que en menos de tres años el abastecimiento de gas para el sector industrial y el consumo interno, dejará de ser una amenaza, será una realidad que podría terminar de descalabrar nuestra magra y paupérrima economía, causando desabastecimiento al sector energético en general. 

Estas elecciones son diferentes, el deseo de que las cosas vuelvan a ser como antes mantiene viva una tenue llama de esperanza. La desinstitucionalización es secundaria (siendo que se trata de la génesis misma del problema). Ahora mismo, lo que retumba en la mente de todos, no son las causas del problema (modelo económico fallido), sino, los síntomas, o sea, la escasez, escasez de muchas cosas, pero al fin y al cabo escasez. Se acabaron los tiempos de bonanza, estabilidad y prosperidad; créase a o no, la añoranza de ver locales repletos de consumidores, ventas boyantes de un contrabando infinito y la sensación festiva irrefrenable, se acabó. La fiesta llegó a su fin, toca pagar, porque en algún momento el derroche compulsivo e irresponsable se acaba. En momentos así, las leyes de la física también aplican, por muy extraño que parezca: “Toda acción, genera una reacción” (tercera ley de Newton). La acción es el estatismo, el derroche y la corrupción, la reacción: la crisis múltiple.

“La aspiración ciudadana pareció ser en principio unidad, ahora mutó a renovación, pero a la hora de tomar una decisión se decantan por lo conocido, es decir, el electorado es conservador”

Ahora bien, encontrándonos cada vez más cerca de las definiciones en el confuso mapa electoral, ya sabemos que el otrora denominado “Bloque de Unidad” estalló por los aires, en realidad, presumo que muy pocos le dieron crédito a semejante hazaña, de hecho, nació sin convicción, fue un espejismo que se diluyó abruptamente, como casi muchos presagiaron sin ser miembros de ningún oráculo. Empero, los mensajes cotidianos de la retórica política vienen en distintos formatos, algunos edulcoran las palabras para que suenen bien y las empaquetan en celofán para que se vean bien. Otros, prefieren el papel lija, que raspe y hasta duela, a ver si así entienden que la situación no precisa versiones ligth del complejo momento que vivimos. De una u otra forma, la aspiración ciudadana pareció ser en principio unidad, ahora mutó a renovación, pero a la hora de tomar una decisión se decantan por lo conocido, es decir, el electorado es conservador. 

Consecuentemente, ¿por qué no logran seducir el conjunto de supuestos renovadores, si la demanda aparentemente viene en clave de renovación?, ¿qué les falta para hacer el “clic” necesario que los ponga en primera fila? Presumo que dos cosas, primero, algunos renovadores creen que son hijos de la luna, que no tienen orígenes anclados en el pasado, según ellos vienen del futuro, son seres sublimados y carentes de mancha alguna; segundo, actúan con la misma soberbia que los jurásicos precandidatos, se creen predestinados, asumen que tienen una misión celestial, la divinidad los puso ahí, nacieron para hacerle un favor al país, no buscan el poder, el poder los busca, no están contaminados, son el oxígeno purificador, presumen superioridad moral, aunque el principio de revelación los devolverá al mundo terrenal más temprano que tarde. Estos seres impolutos, prístinos e inmaculados, quizás no entendieron nada, según ellos son diferentes, pero a la luz de los hechos, son más de lo mismo. Tienen ante sí una gran oportunidad histórica, y es algo simple, no hagan lo mismo que esos a los que en alguna medida desprecian, tienen una sola oportunidad de ser diferentes, los candidatos de siempre se las pusieron en bandeja, tiene la posibilidad de conformar la renovación con unidad, algo que consolida dos aspiraciones: unidad y renovación. 

La fragmentación es igual de patética en el frente de los renovadores, quizás más exacerbada, creen tener más legitimidad, pero eso no se refleja en popularidad, de hecho, los tradicionales siguen rayando la cancha, los renovadores participan, pero no compiten, cuando entiendan que para competir hay que hacer política de verdad y bajar de la poltrona de la superioridad, quizás recién entren al ruedo a competir con reales probabilidades  de éxito, de momento, van camino a engrosar el anecdotario político, y, cuando se den cuenta, tendrán más de sesenta años y una gran oportunidad perdida. [P]

Compartir:
También le puede interesar


Lo más leido

1
2
3
4
5
1
2
3
4
5
Suplementos


    ECOS


    Péndulo Político


    Mi Doctor