
Hechos, momentos, hitos: Así se decidió el curso de Bolivia en 200 años
Si una línea se repite a lo largo del Bicentenario de Bolivia es la decisión de su gente de mantenerse cohesionada, desde su nacimiento en 1825 hasta estas últimas décadas, cuando diferentes crisis políticas han parecido ponerla al borde de la desintegración.
Lo dicen estudiosas y estudiosos, lo muestran los procesos; no se trata de una suma de hechos aislados. El nacimiento de Bolivia, la Revolución Nacional de 1952 e, incluso, el actual fin de ciclo que se teje este 2025 forman parte de momentos transformadores y están influidos por contextos tejidos en este y otros territorios.
El historiador Fernando Braudel plantea que los eventos no necesariamente definen el curso de un país, sino las largas duraciones, que nos acompañan por muchísimos siglos. Lo cita la historiadora y analista política Sayuri Loza al poner de ejemplo, en el caso de Bolivia, la característica minera con la que nació y aún sigue viviendo, desde la plata, el estaño y ahora el oro.
En una línea similar, la también historiadora Solange Zalles destaca que la construcción de la república estuvo marcada por eventos e intereses económicos a finales del siglo XVIII que, desde la península ibérica, Lima y Buenos Aires, entre otros, influyeron en estas tierras, donde se fueron acuñando ideas de autogobierno, al influjo de la formación impartida en la Universidad San Francisco Xavier y los debates en la Real Audiencia de Charcas.
Rebate además que la primigenia revolución en Chuquisaca fuera de criollos, que apenas se encuentran en una revisión de actas bautismales, a diferencia de muchos mestizos, algunos españoles y también indígenas.
El proceso de creación de la república, dice el historiador Fernando Suárez, empezó con las sublevaciones indígenas entre 1778 y 1781, en Potosí y La Paz, y el levantamiento de los criollos en Oruro. Prosiguió en 1809, con las proclamas de Chuquisaca y La Paz, pero, al mismo tiempo, se inscribió en un movimiento histórico mundial al que corresponden, por ejemplo, la independencia de Estados Unidos, la Revolución Francesa y la Revolución Industrial.
La convocatoria a la Asamblea Deliberante, el 9 de febrero de 1825; la firma del Acta de la Independencia, el 6 de agosto, y un año después, la Constitución de 1826, la primera de 19 cartas magnas, se constituyeron en pasos fundantes para constituir Bolivia que, desde fines de esa década y hasta la Guerra del Pacífico, tuvo como protagonistas políticos a los caudillos militares.
Hay autores que sostienen que la independencia de Bolivia no se resolvió sino hasta después de los intentos del Perú por mantener este espacio y el fracaso de la Confederación Perú-boliviana, con la Batalla de Ingavi, el 18 de noviembre de 1841, como contienda clave que sepultó esas pretensiones. Otros indican que no ocurrió hasta 1870, década de la Guerra del Pacífico y la pérdida del litoral en manos de Chile, recuerda Zalles.
Incluso, recién en la perdidosa Guerra del Chaco ante Paraguay se producirá un encuentro entre bolivianos y, años después, la incorporación paulatina e incompleta de obreros, campesinos e indígenas.
En medio, el ciclo del estaño que comienza en 1909, a partir del hallazgo de la veta Salvadora de Simón I. Patiño, que “hace que Bolivia se inserte con más fuerza al mercado mundial”, y el inicio del ciclo económico de la explotación de los hidrocarburos con la nacionalización de la Standard Oil y la creación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), a partir de 1936, recuerda Loza.
La tierra también es un tema recurrente en la formación de los estados. En el caso de Bolivia, desde la eliminación del tributo indígena por parte de Bolívar, lo que algunos rechazaron porque veían un irrespeto a su propiedad; la exvinculación de tierras de la época en los caudillos militares, que desbarató la propiedad comunal; hasta la conformación de una oligarquía terrateniente, lo que generó una serie de protestas de caciques apoderados a finales del siglo XIX e incubó los cuestionamientos que eclosionaron en la Revolución Nacional del 52. Ahí se enmarcó, por ejemplo, el interés de Zárate Willca en la Guerra Federal, que trasladó el poder de sur a norte, hace hincapié Zalles.
Fue la Guerra Federal la que pondría fin a la denominada era del Estado oligárquico-conservador, entre 1880 y 1899.
La minería, primero con la plata y luego con el estaño, así como la explotación de caucho en un norte desprotegido, marcaron el devenir del país, que tuvo que enfrentar la Guerra del Acre frente a intereses brasileños, con otra derrota.
Llegó la Guerra del Chaco contra Paraguay, en los años 30 y surgieron los proyectos nacionalistas que alentarían años más tarde la Revolución Nacional en medio de esa efervescencia de una construcción de país, de la que demandaban ser parte sindicatos mineros, obreros y organizaciones campesinas.
Ya en 1952 la Revolución Nacional declara que la tierra es para quien la trabaja, instituye la nacionalización de las minas, el voto universal y una nueva reforma educativa.
Poco antes de los años 70, la irrupción de la guerrilla de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia, su muerte en 1967 y su influencia en movimientos insurgentes y políticos posteriores, el más conocido, la Guerrilla de Teoponte. Otro periodo clave: las dictaduras militares en los años 70. Ante asesinatos, heridos, detenidos y exiliados, se fortaleció también la resistencia de trabajadores, universitarios y mineros, pero no solo en defensa de la democracia, sino por la crítica situación económica.
La democracia retornó en 1982, pero quedaron lastres como la deuda contraída, lo que llevó en 1985 al cambio de gobierno y, luego, a la desestatización de la economía a partir del decreto supremo 21060 que, recuerda Zalles, supuso un quiebre fundamental: con la relocalización de los mineros, se produjeron grandes migraciones hacia Cochabamba y El Alto, que luego, sumados a otros factores, explicarán fenómenos sociales y políticos posteriores como la Guerra del Agua, la Guerra del Gas y la llegada del MAS al poder.
Estamos ante una historia en construcción.
Bolivia: Acontecimientos históricos
1. Decreto del 9 de febrero de 1825. El mariscal Antonio José de Sucre convoca a una Asamblea Deliberante a las provincias del Alto Perú para definir su destino.
2. Declaración de independencia de las provincias del Alto Perú y nacimiento de la actual Bolivia el 6 de agosto de 1825, en Sucre. El 11 de agosto, se denomina República de Bolivia y el 13, la Asamblea adopta el régimen unitario y la división del gobierno en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
3. Incorporación de Tarija a Bolivia por decisión de cabildos populares entre 1821 y 1826, refrendada por la ley del 3 de octubre de 1826 sancionada por Sucre.
4. La primera Constitución Política de Bolivia, promulgada el 19 de noviembre de 1826 y fruto de una Asamblea Constituyente que debatió el proyecto de Simón Bolívar; sentó bases políticas y administrativas.
5. El gobierno de Andrés de Santa Cruz (1829-1839) y la Confederación Perú-Boliviana (1836-1838), que intentó consolidar una entidad política y económica fuerte.
6. La Batalla de Ingavi, el 18 de noviembre de 1841, en La Paz, que selló la independencia. El Ejército boliviano, liderado por José Ballivián, derrotó a su par peruano, comandado por Agustín Gamarra, que mantenía sus pretensiones sobre este territorio.
7. La Guerra del Pacífico con Chile (1879-1884): La pérdida de una salida al mar cuando Bolivia aún no estaba consolidada como Estado y el surgimiento de una oligarquía minera.
8. La Guerra Civil o Federal (1898-1899): Debates en torno a la federalización derivan en el conflicto bélico y el traslado de la sede de gobierno de Sucre a La Paz, con el peso del nuevo eje económico comercial y la participación de los aymaras liderados por Zárate Willka.
9. Guerra del Acre (1899-1903): La irrupción en la escena económica de los intereses en torno al caucho y la reconstatación de la desprotección de territorio recién explorado, que se pierde a favor de Brasil.
10. Guerra del Chaco (1932-1935): La contienda bélica con Paraguay, considerada la más sangrienta, que terminó con la pérdida de territorio. Propició el encuentro de los bolivianos y la efervescencia de un sentimiento patriótico que alentó los pensamientos nacionalistas.
11. La Revolución Nacional del 9 de abril de 1952 que nacionalizó las minas por el reclamo de los sindicatos mineros y obreros, dictó la reforma agraria, consolidó el voto universal y promulga el Código de la Educación.
12. La época de las dictaduras militares en Bolivia durante la década de 1970, con asesinados, heridos y exiliados, en coordinación entre dictadores de la región a través del Plan Cóndor.
13. El retorno de la democracia en 1982 por movilización de universitarios, obreros y campesinos cuya confederación emergió a fines de los años 70; protestas que encontraron fracturas en las Fuerzas Armadas y permitieron a Hernán Siles Zuazo asumir la presidencia.
14. La promulgación del Decreto Supremo 21060, el 29 de agosto de 1985, por Víctor Paz Estenssoro, para el cambio de estatismo a liberalismo económico ante la hiperinflación acumulada, lo que provocó migración hacia El Alto y Cochabamba, principalmente, y levantamientos en 1986.
15. La marcha indígena “Por el territorio y la dignidad”, entre agosto y septiembre de 1990, que pidió respeto al territorio, reconocimiento de los pueblos de tierras bajas y planteó una Asamblea Constituyente.
16. La Guerra del Agua en Cochabamba, en abril de 2000, que marcó el comienzo de una serie de levantamientos de sectores populares insatisfechos y la emergencia de actores políticos.
17. La Guerra del Gas en Octubre Negro de 2003, en El Alto, que precipitó la caída del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y, con él, el sistema de partidos, tras los muertos en las protestas contra su proyecto de exportar gas por Chile y demandas acumuladas como la Asamblea Constituyente.
18. La primera elección de prefectos por voto popular, el 18 de diciembre de 2005, mediante reforma constitucional, fruto de la exigencia de autonomía desde Santa Cruz.
19. La promulgación de la nueva Constitución, el 7 de febrero de 2009, que cambió la denominación de República a Estado Plurinacional, tras la asunción de Evo Morales al poder en 2006, como primer presidente indígena, y su llamado a Asamblea Constituyente.
20. La renuncia de Evo Morales a la presidencia, el 10 de noviembre de 2019, como consecuencia de denuncias de fraude electoral y su insistencia en la reelección que le había sido negada mediante referéndum popular el 21 de febrero de 2016.