Investigan muerte de ex senador
Sus restos descansarán en Cobija; su hija pide al MAS abstenerse
La Policía brasileña no descarta que el accidente que finalmente le costó la vida al ex senador opositor Róger Pinto fuera premeditado, según Daniela, su hija. El ex legislador murió finalmente la madrugada de ayer, en Brasil.
Tras los trámites, cremación y ceremonias en el vecino país, Cobija acogerá los restos del ex legislador que murió fuera del país en su condición de refugiado.
"Queremos que él vaya a Cobija, para que la gente que lo quiere esté con sus cenizas. Él siempre decía que sus cenizas las larguemos allá en la hacienda", contó Daniela, entre lágrimas, a Gigavisión.
En contacto con Cadena A, por la noche, pidió al Gobierno y al oficialismo abstenerse de hablar de su padre porque lo persiguieron hasta el último día.
"Mi padre siempre seguía viviendo en esa zozobra, porque venían y le decían que querían ingresar a su casa, la gente venía y sacaban fotos (...) El día que les toque, los van a perseguir y los van a hacer pagar por todo, no yo, sino las mismas personas que lo lastimaron", agregó.
Informó además que la Policía Federal de la vecina nación investiga el caso, debido a que lo maneja "no como un accidente sino como algo que fue premeditado". Anunció que el cuerpo del opositor será sometido a una autopsia forense detallada.
El ex senador por Pando no soportó las graves heridas que le dejó el accidente aéreo que sufrió el pasado sábado en la ciudad de Luziânia, estado de Goiás. Estaba internado en el Hospital de Base del Distrito Federal de Brasilia.
El 28 de mayo de 2012, tras denunciar hechos de corrupción en la administración del presidente Evo Morales, se refugió en la Embajada de Brasil en La Paz, solicitando un salvoconducto para viajar a ese país como asilado político. El Ejecutivo se lo negó afirmando que debía responder ante la justicia por procesos ordinarios, pero un año después Pinto dejó clandestinamente la Embajada con ayuda de funcionarios de ese país.
Llegó a territorio brasileño en 2013 y el asilo político le fue otorgado. Durante su estadía, tuvo que trabajar y en la última etapa de su vida se dedicó a ser piloto, ocupación en la que encontró la muerte.
"A pesar de toda la ayuda, se engaña quien crea que tuve una vida fácil desde entonces. Ningún exilado está feliz lejos de su patria. Todos los días sueño en volver a Bolivia, mi país y mi hogar verdaderos.", dijo en una carta divulgada en febrero por la revista Veja.
Su responsabilidad se acrecentó porque asumió la manutención de sus tres nietos luego de la muerte de su yerno, el piloto Miguel Quiroga, en el accidente del club Chapecoense.
Cuando se fue a Brasil, su familia partió con él y aún no considera la idea de volver, precisó Daniela.
Las reacciones por la muerte de Pinto se sucedieron en distintos puntos dentro y fuera del país. El ex prefecto de Tarija Mario Cossío afirmó que Pinto se convierte en una nueva víctima del gobierno de Morales.
El ex presidente Jorge Quiroga destacó su labor política. “La mejor forma de honrar todo lo que él ha sido es que sus causas sigan vigentes: la lucha contra el narcotráfico, la lucha por la democracia y el no doblegarse ante el asedio y acoso judicial”, afirmó.
En Sucre, la senadora Tomasa Yarhui (PDC) lamentó entre lágrimas su deceso y sostuvo que probablemente no habría tenido ese fin de quedarse en el país.
El Gobierno también expresó su pesar a la familia y evitó referirse a temas políticos. En la Asamblea Legislativa Plurinacional se instaló una sencilla capilla ardiente en su memoria.