Gobierno deja Palacio Quemado
El presidente Morales justifica de nuevo la construcción de la nueva sede ejecutiva
Con una sesión de selfies (autofotos) para retratar "la fortaleza de la identidad nacional", el Gobierno cumplió ayer su última sesión de gabinete en el Palacio de Gobierno y alista maletas para trasladarse a la “Casa Grande del Pueblo”, la nueva edificación que acogerá a parte del Ejecutivo y que sigue siendo blanco de críticas en varios frentes.
El edificio que durante más de siglo y medio acogió la sede del Gobierno será reacondicionado como museo y sede de la Dirección de Reivindicación Marítima (DIREMAR), enfatizó el presidente Evo Morales, al puntualizar que parte del Palacio Quemado, de estilo neoclásico, "seguirá prestando servicios en tema de gestión".
Llamó la atención en la jornada la difusión de una autofoto tomada por Morales en la última reunión con su equipo en Palacio Quemado, que difundió en Twitter, aunque fueron varias las imágenes.
"Dirigimos la última reunión de gabinete en el Palacio Quemado, símbolo del Estado colonial. Listos para inaugurar la Casa Grande del Pueblo, como muestra del cambio y renovación de la nueva #Bolivia que estamos construyendo", escribió.
Al finalizar el encuentro con el gabinete, el Presidente se fotografió también con profesionales de los medios de comunicación en la escalinata de Palacio, donde habitualmente ofrece declaraciones a la prensa.
También volvió a justificar que, “por una cuestión de gestión, de administración, decidimos construir la nueva Casa del Pueblo".
La nueva sede, que ya está terminada y cuyo equipamiento se ultima para inaugurarla el 9 de agosto, incluye referencias a las diferentes regiones del país y es "símbolo del pueblo boliviano, del Estado Plurinacional", aseveró, denominando al Palacio Quemado como "símbolo del Estado colonial".
El Gobierno argumentó que el centenario Palacio Quemado quedó pequeño y Morales agregó que se gastan al menos 20 millones de dólares en alquileres de oficinas, por lo que se pensó cómo eliminar este gasto. La nueva sede acogerá cinco ministerios (Presidencia, Comunicación, Culturas y Turismo, Energías, y de Medio Ambiente y Agua), que ahora operan en instalaciones alquiladas, además de la oficina presidencial.
"No puede ser un Estado inquilino", enfatizó el Jefe de Estado.
EL NUEVO EDIFICIO
Para disgusto del oficialismo, la oposición, varios medios y parte de la población llaman al nuevo edificio "Palacio de Evo".
La nueva sede de Gobierno es un edificio de 28 plantas, más un helipuerto, que fue construido desde 2014 con un coste de unos 34,6 millones de dólares y está situado justo detrás del Palacio Quemado, junto a la Catedral de La Paz, en el casco antiguo de la ciudad.
Cuenta con siete ascensores y un despacho presidencial que incluye sauna, jacuzzi y una sala de masajes.
La oposición y expertos en urbanismo cuestionan la edificación, ya que irrumpe en el centro histórico de La Paz por su altura y estética, además de criticar su costo.
El presidente de la Confederación de Micro y Pequeños Empresarios (CONAMYPE), Néstor Conde, denunció la semana pasada que los muebles que compraron para la “Casa Grande del Pueblo” serían de origen chino y brasileño, lamentando la actitud del Gobierno de no fomentar la producción de muebles de industria nacional.