Evo hace gala de su récord y se proyecta hacia el 2025
Analistas y opositores cuestionan que desconozca el "No" del resultado del 21F
El presidente Evo Morales batió ayer un récord al convertrise en el mandatario boliviano con más tiempo en el poder, algo de lo que dijo sentirse orgulloso, con la mira puesta en gobernar hasta 2025, una pretensión que le critican sus detractores acusándolo de querer perpetuarse en el puesto.
Morales llegó ayer a 12 años, seis meses y 23 días al frente del país desde su primera investidura, el 22 de enero de 2006, superando por un día la marca que logró el ex presidente Víctor Paz Estenssoro en cuatro periodos discontinuos entre 1952 y 1989.
Para conmemorar esta marca, el festejo se desarrollará el sábado en el trópico de Cochabamba, bastión sindical y político del Jefe de Estado.
“Cumplir 12 años, 6 meses y 23 días en el Gobierno, es un nuevo récord que nos enorgullece”, escribió en Twitter el Presidente. “Agradecer al pueblo boliviano por un récord más en la permanencia de la presidencia”, agregó y sostuvo que su principal logro es “la liberación económica gracias a la nacionalización de nuestros recursos naturales y empresas estratégicas”.
Manifestó que le enorgullece el haber reducido la pobreza y que Bolivia se haya convertido en el país con mayor crecimiento económico en Sudamérica. “En 12 años hemos hecho más por el pueblo que lo que se hizo en toda la república”, sentenció.
ANALISTAS Y OPOSICIÓN
El analista político Marcelo Silva sostuvo que "todo proceso político tiene luces y sombras", y en el caso del liderado por Morales, los principales logros fueron la estabilidad y el crecimiento económico, además de una mayor inclusión de los indígenas, que ya no son "un elemento únicamente decorativo o folclórico en el ámbito de las decisiones de poder político", sino que hoy están en las esferas parlamentarias o municipales, entre otras.
Para Silva, la principal "sombra" es no respetar los resultados del referéndum de 2016, en el que fue rechazada una nueva candidatura en las elecciones de 2019.
Silva consideró "muy serio" que no se respete esa consulta ciudadana, porque con ello el Mandatario rompió "una apropiación colectiva" como el voto y esto le "está cobrando facturas muy altas", que llevan a un segundo error y es que "un proceso de cambio no puede estar personificado en un solo líder".
"Más allá de una carrera estridente por batir récords en el ejercicio del poder, la pregunta que deberían hacerse los bolivianos es cuál es el límite de esa vocación de poder", agregó.
Carlos Cordero consideró que Morales está "muy desgastado frente a la opinión pública y con una imagen política deteriorada, producto de una serie de maniobras jurídicas" que le permitieron superar el récord de permanencia en el poder.
Una de esas "maniobras" fue lograr que el Tribunal Constitucional avalara su candidatura en 2014 pese a que la Constitución promulgada por él mismo en 2009 permite sólo dos mandatos consecutivos.
Según él, la segunda "maniobra" fue convocar a la consulta de 2016, y la tercera el recurso ante el Tribunal que el año pasado habilitó su candidatura para 2019.
El senador de la opositora Unidad Demócrata (UD) Óscar Ortiz aseguró que fueron “años perdidos” y que a un Gobierno no se lo mide por cuánto tiempo está en el poder sino por lo que hizo por sus gobernados.
“Se ha dedicado a dividir y confrontar a los bolivianos, a destruir la justicia y la democracia, a violar los derechos humanos y a malgastar 240 mil millones de dólares sin resolver los problemas de la gente, sin atender las necesidades en salud, sin diversificar la economía, sin solucionar el tema del empleo formal”, opinó sobre el mandato de Morales.