Los jesuitas ordenan investigar a un supuesto sacerdote pederasta
La Compañía de Jesús de Bolivia ordenó una "investigación previa" que indague el caso del sacerdote L.M.R.P., acusado de pederastia por un ex miembro de la orden que se basó en una treintena de fotografías explícitas
La Compañía de Jesús de Bolivia ordenó una "investigación previa" que indague el caso del sacerdote L.M.R.P., acusado de pederastia por un ex miembro de la orden que se basó en una treintena de fotografías explícitas en las que dijo reconocer al supuesto agresor de varios menores.
El superior provincial de la orden en el país, Osvaldo Chirveches, en una entrevista, declaró que lo principal es que esta situación se transparente, ya que "no puede quedar así".
Luego lo importante está en dar el paso para poder escuchar a alguna de las víctimas de unos sucesos que se creen se produjeron hace 17 años, apuntó.
"Nos sentimos hondamente avergonzados por esto, nos avergüenza", aseguró el superior de la orden fundada por Ignacio de Loyola, que en el país enalteció la bandera de la opción por los pobres y su cercanía con los pueblos indígenas.
La acusación contra el presbítero L.M.R.P., de 84 años, se basa en una colección de fotos cuyo registro informático es de 2002, que fue hallada hace una década por un ahora exmiembro de la orden en una comunidad jesuita de Bolivia, distinta al sitio donde se cree que los hechos sucedieron.
En las imágenes, el cura aparece junto a varios niños de entre siete y 12 años en distintas situaciones donde hay supuestamente toques en partes íntimas, a las niñas les sube el vestido, las besa y las manosea, con una mano por debajo de su ropa.
Según el denunciante, que pidió el anonimato, las agresiones ocurrieron en una población rural del oriente del país donde el sacerdote pasó varios años de su actividad. Las víctimas poseen rasgos orientales típicos de una región con influencia guaraní.
El sacerdote aludido negó haber tenido contactos sexuales con menores y consideró lo sucedido como algo de "mal gusto", por lo que prefirió guardar silencio cuando se le preguntó sobre aspectos específicos de las imágenes.
El acusado, de origen español, llegó a Bolivia hace varias décadas y trabajó en proyectos de educación, en una parroquia y un colegio. Actualmente vive en una casa de reposo de la Compañía de Jesús.