Partidos no contemplan cultura en sus propuestas
El resto no desarrolla una propuesta específica en el campo cultural.

El Frente Para la Victoria (FPV), de Israel Franklin Rodríguez; y el Movimiento Tercer Sistema (MTS), de Félix Patzi, son los únicos partidos que desarrollan una propuesta en materia cultural en sus programas de gobierno al Órgano Electoral Plurinacional.
El FPV propone un Plan Anual y Quinquenal de Desarrollo para la Cultura, el cual contará con un Programa de Presupuesto que ejecute desembolsos anuales para cumplir con sus metas. Además se propone habilitar el 0,85% del PIB para un Fondo Nacional de Promoción de la Cultura.
En tanto que el MTS asegura que en la actualidad la cultura es “elitista y mercantilizada”, por lo que propone incentivar su cambio de eje dando seguridad social a los operadores de la cultura, que “son generadores de ideología”, para crear lugares propios de expresión artística.
Por otro lado, el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) solo afirma que su proyecto de “república” exige la libre expresión de las naciones en su cultura.
En el caso de Bolivia Dijo No, de Oscar Ortiz, su propuesta en el campo viene atada de la explotación del sector turístico. Algo parecido sucede con Unión Cívica Solidaria (UCS), en la que postula el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, cuya propuesta se enfoca en la promoción del turismo cultural, natural e histórico.
El gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) hace más bien una mención a la “interculturalidad” como uno de los pilares de su Agenda al Bicentenario, denominado “Disfrute y felicidad”.
“Los ideales de la lucha contra la pobreza se enmarcan en la interculturalidad, así como en el respeto de las diferentes formas de expresión sociocultural del Estado y que reclama la promoción de las diferentes expresiones culturales”, sostiene el documento.
“El Gobierno está consolidando su visión del ‘Vivir Bien’, con pleno respeto a la identidades propias de la población boliviana y su fortalecimiento, y mediante la protección del patrimonio cultural tangible e intangible del pueblo boliviano”, afirma el documento.
En cambio, la propuesta de Comunidad Ciudadana (CC), de Carlos Mesa, está basada en la premisa de “desarrollo inteligente”, que contempla lo que denominan “economía creativa” que “es el uso productivo de la acumulación de ideas de la sociedad y valoriza los intangibles de un pueblo: su cultura, historia, literatura, gastronomía, patrimonio, legado arquitectónico, creatividad y solidaridad social. En suma, la economía creativa agrupa actividades en ideas e intangibles culturales para generar valor para la sociedad desde los territorios.”
Además, plantea crear bibliotecas públicas y escolares, y “coworks” (espacios de trabajo conjunto), en coordinación con los gobiernos locales.
Por último, el Partido Demócrata Cristiano (PDC), en su programa de más de 100 páginas, tiene hasta una hipótesis a aplicar en caso de guerra, pero ningún punto que trate en exclusividad la problemática de la cultura en el país.
Finalmente, el Partido de Acción Nacional Boliviano (PAN-Bol), pone una fuerte atención en lo medioambiental, estableciendo su razón de ser en lo que llaman el “sincretismo nacional” que determinaría la raíz boliviana como una fusión de cultura.