Mesa: “Yo no soy partidario de estar removiendo heridas”
El complemento de la entrevista cuya primera parte se publicó el viernes pasado
El candidato a la Presidencia por Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, considera que un eventual traslado de instituciones del Estado a Sucre, tal como se planteó en su momento en el marco de la demanda de capitalidad plena, “no va a resolver los desafíos históricos que tiene Chuquisaca”.
Mesa visitó el jueves la redacción de CORREO DEL SUR y se refirió a este y otros temas de interés nacional y departamental, como el del campo Incahuasi. También explicó algunas de sus principales propuestas contenidas en el programa de gobierno de CC.
CORREO DEL SUR (CS). Con relación a la capitalidad, en aquel momento hubo un preacuerdo, una posible salida en sentido de que Chuquisaca podía beneficiarse con el traslado de algunas instituciones que están en La Paz. ¿Usted, siendo presidente, podría pensar en una posibilidad en ese sentido?
Carlos Mesa (CM). Yo no soy partidario de estar permanentemente removiendo heridas. Creo que es un tema que no va a resolver los desafíos históricos que tiene Chuquisaca. Yo creo que, vuelvo sobre el punto, si la Asamblea Legislativa Plurinacional considerase que ese es un tema a discutir, hay que abrirse a cualquier discusión. No hay tema que sea tabú, no hay tema que uno deba decir: “esto no se toca”, “esto está cerrado completamente”, pero uno no puede decir: “ah, yo creo que esto debe tocarse y a mí me parece que esto está mal”, porque me parece que entramos en la lógica del maximalismo o de que el presidente es el dueño de la realidad o el dueño de las decisiones. Uno tiene que atenerse a la existencia, y esta es una cosa a la que el presidente Morales nos ha malacostumbrado, a que él es el dueño de la palabra y dice “esto se va a hacer”. Él es la cabeza del Poder Ejecutivo, esta es una discusión que corresponde a la sociedad boliviana, es una discusión que corresponde al Legislativo. Pero el fondo del problema es: lo que tenemos que buscar son soluciones a los problemas de extrema pobreza que tenemos en Chuquisaca, tenemos que hacer una inversión social focalizada, hay mortalidad materna, morbilidad y mortalidad infantil, falta de servicios básicos y de saneamiento en este departamento que son una vergüenza y que no pasan por el tema de la cuestión histórica en el sentido que planteabas tú la pregunta. Y ahí sí hay un compromiso explícito.
CS. No, es que ahí iba justamente. Usted, como historiador, no sé si me va a dar la razón a mí, pero me parece que hay una deuda histórica con Chuquisaca en sentido de postergación.
CM. Sin duda que hay una deuda histórica.
CS. Y esa deuda histórica en Chuquisaca se cree que podría pasar por el tema de la capitalidad.
CM. No, es el mismo caso de la deuda histórica con Potosí. Esa deuda histórica con Potosí no tiene que ver con la recuperación de los, no sé, 500 mil millones de millones de dólares que nos debe España, tiene que ver con la posibilidad de darle oportunidades a Potosí para un desarrollo integral que tiene también que enfrentar la extrema pobreza. Porque aquí corremos el riesgo de que temas simbólicos se conviertan en cuestiones de vida o muerte, o de suponer que por esta acción determinada vas a resolver tu situación. Lo que tú tienes que hacer es saldar esa deuda histórica a partir de acciones objetivas, proporcionales y adecuadas para lo que el departamento necesita.
INCAHUASI: “DE DOBLE DISCURSO, ABSOLUTAMENTE NADA”
CS. ¿Usted tiene claro que aquí, por lo menos, se piensa que ha tenido un doble discurso, uno en Sucre y otro en Santa Cruz? ¿Que en Sucre ha hablado de la posibilidad de un nuevo estudio para Incahuasi y que en Santa Cruz lo desmintió?
CM. No, no, aquí hay una cosa clara, aquí no hay un discurso A y un discurso B. Aquí lo que hay es la evidencia de una decisión judicial, y la evidencia de una decisión judicial es una evidencia que uno tiene que respetar, en el contexto de informes, investigaciones, estudios técnicos con una vuelta y dos vueltas. Yo no puedo ir más lejos que eso y eso es exactamente lo que dije: si hay alguien que tiene aquí en Chuquisaca, y por supuesto me imagino que lo hay, que vaya a hacer una observación de ese resultado, tiene todo el derecho de hacerlo, y eso es exactamente lo que yo respondí, no dije que estaba a favor o en contra de algo que está más allá del deseo íntimo de “a mí me gustaría que Chuquisaca tuviera esto” o “a mí no me gustaría que” o “me gustaría que Santa Cruz tenga esto”. Eso es lo que respondí exactamente en la pregunta que se me hizo en Chuquisaca y, cuando me preguntaron en Santa Cruz respondí: hay una decisión legal que debe respetarse y si hay alguien que la objete, tiene que llevar adelante los procedimientos adecuados. Creo que de doble discurso, absolutamente nada. Porque el gran drama que uno tiene es la posibilidad de decir: “todo aquello que está decidido y no me gusta, que puede ser injusto, es cuestionado y yo, demagógicamente, lo uso o en Chuquisaca o en Santa Cruz, y eso es lo que he pretendido no hacer, precisamente.
Con relación al tema de la capitalidad, esa es una cuestión que tiene que ver con la decisión del país, del país en su conjunto, y creo que lo último que uno debe buscar es la confrontación entre regiones. En un caso, Chuquisaca-Santa Cruz; en el otro caso, Chuquisaca-La Paz.
CS. Yo tengo aquí sus dos declaraciones. En Chuquisaca usted dijo textualmente: “Chuquisaca tiene una reivindicación que hay que escuchar y esa reivindicación tiene que establecerse con una comprobación de carácter técnico y de carácter legal”. Eso se ha interpretado como que usted está planteando un nuevo estudio.
CM. No, eso ratifica lo que yo acabo de decir. Hay una parte de la declaración, que es exactamente esa, en el contexto de si alguien, creo haberlo dicho textualmente, si alguien tiene alguna reivindicación que hacer, Chuquisaca… Y en el caso de Santa Cruz, dije que hay una decisión legal, que se tomó esa determinación.
“ECONOMÍA DEL POST-EXTRACTIVISMO”
CS. Con relación a su programa de gobierno, ¿de qué forma vamos a pasar a la “economía del post-extractivismo” y cómo concibe la “economía diversificada”?
CM. El primer elemento clave es qué recursos naturales estamos explotando; estamos hablando de gas, de minerales y de lo que tradicionalmente se llama como “no tradicionales”, pero ya han dejado de ser no tradicionales para referirme sobre todo a la producción agroindustrial y un poquito de industria manufacturada. Y ahí ¿cuál es el destino y el futuro inmediato? El litio, que tiene que ser un modelo de producción distinto en el contexto de integrar la producción del litio a la cadena global de producción hasta su última instancia volcando una lógica de asociación entre el Estado boliviano y las grandes empresas productoras, por ejemplo, de automóviles eléctricos, a partir de, no vamos a tener una inversión específica directa de una empresa internacional que explote el litio y que lo elabore, sino que tú puedas hacer contratos de asociación, en los que ya tu cadena productiva está integrada a la globalización, al mercado global, sin perder por supuesto la propiedad estatal. Es el Estado boliviano y la empresa estatal del litio la que se asocia con estos mecanismos, con estas empresas internacionales de alto nivel. Eso te permite una nueva lógica de funcionamiento de la economía tradicionalmente vinculada al recurso natural en bruto, y esto significa que Bolivia se incorpora de manera integral en un proceso en el que va incorporándose también transferencia de tecnología, el know-how y la calificación de mano de obra.
Desde el punto de vista de la diversificación de la economía, que ese es un proceso que no se produce de la mañana a la noche, no es que entramos al Gobierno y entramos en la diversificación, tenemos que, primero, establecer cuáles son nuestros nichos de mercado fundamentales en manufactura, por ejemplo, textil. En ese contexto, lo que nosotros hemos perdido en los últimos 13 años, a partir del cierre de mercados gratuitamente por razones de carácter político, tiene que recuperarse; tenemos que recuperar espacios de mercado de modo tal que tú no comiences a producir o a trabajar la industrialización desde la base de decir: “voy a producir urea, pero dónde está ubicado geográficamente el lugar donde produzco, qué tipo de comunicación y de transporte tengo, y qué tipo de mercado he logrado antes de la capacidad instalada completa”. En ese contexto es el circuito completo, desde el punto de producción hasta el punto de consumo.
Y, finalmente, un tema que es de la mayor importancia, que son los territorios turísticos. El territorio turístico tiene que estar planteando una diversificación en el sentido de desarrollar cuatro o cinco circuitos turísticos fundamentales. El caso de Sucre, por ejemplo, es ligar Sucre, Potosí y Uyuni en un circuito en el que las inversiones para tres niveles de turismo: el mochilero, el de Ipad, el cinco estrellas y el turismo de negocios, el que tiene que ver con la Feria Internacional de Santa Cruz o, en el caso que estamos hablando, la posibilidad de que si tú vas a hacer una inversión, tú tengas un tiempo importante a definir sin impuestos de carga para la inversión que tú has hecho, y luego marcar que en la economía naranja el entretenimiento, el foclor, la cultura, la gastronomía, el arte son potencialmente productivos. Integrarlos en la cadena productiva y no establecerlos como un complemento de “a ver si te va bien haciendo música y te ganas unos pesitos”; es decir, tenemos que transformar todo ese proceso en un conjunto integral que desarrolle diversificación económica.