Policía frena toma de plaza Murillo
La violencia se extendió por más de dos horas y cesó con una contundente gasificación
Solo con una intensa gasificación, la Policía logró frenar cerca de la medianoche una arremetida ciudadana que buscaba romper el cerco de seguridad policial que resguarda la plaza Murillo.
Después de que culminara el Cabildo Nacional en la avenida Montes, un nutrido grupo de personas llegó hasta la esquina de la calle Socabaya donde un contingente policial resguardaba la vía de ingreso hacia la Casa Grande del Pueblo.
Los manifestantes intentaron sortear el cerco policial y fueron reprimidos reiteradamente con agentes químicos. Se encendieron fogatas improvisadas a la altura del Obelisco y se utilizaron calaminas y basureros públicos para enfrentar a los uniformados. Los enfrentamientos comenzaron a eso de las 21:30 y amainaron cerca de la medianoche, no sin antes afectar a varios transeúntes y niños que paseaban en El Prado a propósito de la celebración de Halloween. Manifestantes y periodistas fueron alcanzados por los gases.
La plaza Murillo se encuentra resguardada por efectivos policiales y mineros sindicalizados, que anoche hicieron reventar dinamita en su afán de dispersar a los movilizados. Ayer por la tarde también funcionarios públicos fueron utilizados para resguardar el centro político del país, la plaza Murillo, como " carne de cañón", según revelaron a Página Siete.
"Lamentamos, el cabildo se ha desarrollado con absoluta normalidad, en paz, han manifestado lo que tenían que manifestar, pero luego del cabildo algunos grupos reducidos intenten provocar a la Policía", dijo anoche el ministro de Defensa, Javier Zabaleta.
"Es una pena porque había niños por acá, personas adultas que estaban en lo suyo, incluso algunos que se estaban replegando después del cabildo y han tenido que sentir el gas y esta conmoción que se vive en este momento", complementó.
Más temprano, el ministro de Gobierno Carlos Romero, había alertado de una intención de provocar destrozos en la Casa Grande del Pueblo.
El presidente Evo Morales también señaló que las organizaciones sociales contuvieron "el golpe de Estado" el pasado martes y que un nuevo intento estaba previsto para ayer.
Por la tarde, también hubo momentos de tensión cuando organizaciones sociales afines al MAS llegaron por tres frentes: El Alto, la zona Sur y Villa Fátima, para respaldar al presidente Morales.
“Lo más importante (es) no caer en el juego de quienes están buscando muertos en la ciudad de La Paz”, afirmó, más temprano, el alcalde Luis Revilla, quien informó que la alianza Comunidad Ciudadana desistió de participar en el cabildo cívico, argumentando su desacuerdo porque este pretendía generar violencia.
Pese a los llamados y advertencias, la intolerancia afloró por ejemplo en el frontis del Hospital Obrero, donde ponchos rojos se enfrentaron con médicos que reportaron heridos.
Evo advierte
El presidente Evo Morales descartó ayer un Estado de sitio en el país, descartó por completo su renuncia y calificó como un “golpe de Estado” los pedidos para que abandone su cargo.
“Cuidado, algunos dirigentes cívicos, cuidado que el pueblo se rebele con tanto daño que le están haciendo, no solo en la parte económica sino en la parte de la confrontación", acotó Morales al enfatizar que cuando el pueblo se levanta, lo hace con “justa verdad”.