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Cae tercera víctima de ola de violencia

Tenía 20 años de edad, este año iba a salir bachiller y pensaba ir a la "U". En el municipio de Vinto, la alcaldesa fue secuestrada y agredida

COCHABAMBA. Tras el enfrentamiento en el puente Huayculi, Limbert Guzmán fue llevado a un hospital donde anoche falleció.

COCHABAMBA. Tras el enfrentamiento en el puente Huayculi, Limbert Guzmán fue llevado a un hospital donde anoche falleció. Foto: Los Tiempos

COCHABAMBA. Tras el enfrentamiento en el puente Huayculi, Limbert Guzmán fue llevado a un hospital donde anoche falleció.

COCHABAMBA. Tras el enfrentamiento en el puente Huayculi, Limbert Guzmán fue llevado a un hospital donde anoche falleció. Foto: Los Tiempos

VINTO. La alcaldesa Patricia Arce fue rescatada de una turba que la culpó de promover violencia.

VINTO. La alcaldesa Patricia Arce fue rescatada de una turba que la culpó de promover violencia. Foto: Marka Registrada

Violencia y muerte sacuden a Bolivia

Violencia y muerte sacuden a Bolivia Foto: APG


    EFE, ANF y ABI
    Política / 07/11/2019 06:50

    Una jornada de violentos enfrentamientos en Cochabamba terminó con el fallecimiento del joven de 20 años Limbert Guzmán, tercera víctima mortal de las protestas desatadas tras las elecciones cuya muerte consternó al país. 

    El joven ingresó muy mal herido por la tarde al hospital Viedma de Cochabamba, tras sufrir graves golpes y heridas en la cabeza durante los enfrentamientos entre miembros de la Resistencia Juvenil y sectores afines al MAS, en la zona de Huayculi en Quillacollo. Al principio se desconocía su identidad y en el hospital se informó que tenía muerte cerebral. Limbert Guzmán había dejado su casa hace una semana para sumarse a las crecientes protestas nacionales que exigen la renuncia del presidente Evo Morales. Circuló un video en redes sociales en el que se ve cuando una turba apalea a un joven en un río, se presume que la imagen corresponde al fallecido. Su cuerpo no resistió y por la noche se reportó su deceso. 

    Guzmán estudiaba en el último curso del colegio Félix Capriles y tenía pensado entrar a la Universidad. Es el tercer fallecido desde que el 21 de octubre comenzaron los violentos enfrentamientos en rechazo al proceso electoral. Las dos primeras muertes ocurrieron una semana antes en Santa Cruz: Mario Salvatierra, de 60 años, y Marcelo Terrazas, de 48, fallecieron por heridas de bala durante violentos enfrentamientos en Montero.   

    Cochabamba vivió una jornada de tensión y violencia que comenzó temprano con la concentración de sectores afines al oficialismo que llegaron a la sede del MAS en la plazuela Busch para participar de un cabildo en el que iba a participar el presidente Evo Morales, según Los Tiempos.

    Los cocaleros se enfrentaron con jóvenes de la Resistencia Juvenil Cochala y los motoqueros. La refriega más fuerte se registró en la avenida Ayacucho, donde ambos grupos se agredieron con piedras, palos y petardos. Dos camarógrafos fueron agredidos por los afines al MAS que quisieron quitarles sus instrumentos de trabajo porque registraron el momento cuando un grupo agredía a un universitario. 

    Por otra parte, una marcha de la Federación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa partió de Sacaba hacia la capital de Cochabamba. La movilización debía llegar a la plaza 14 de Septiembre, pero se trasladó hasta los puntos de bloqueo, donde confrontó con quienes acataban el paro que ayer cumplió 15 días.  

    Más tarde, una caravana de trabajadores fabriles de 78 sindicatos se movilizó hasta la plaza central, en demanda de que el presidente Morales y el candidato de la opositora Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, se sienten en una mesa de diálogo. 

    La violencia continuó con enfrentamientos en Quillacollo, Vinto y la zona del puente Huayculi. En horas de la tarde se especulaba con la muerte de al menos dos personas, algo que el representante defensorial de Cochabamba negó.

    El número de heridos subió de 30 a 65 y a 89, muchos de ellos con policontusiones y cuadros de traumatismo encéfalo craneal, están repartidos en distintos hospitales de la capital Cochala. 

    Legisladoras de la bancada del MAS condenaron y denunciaron ayer los hechos de violencia en Cochabamba y pidieron justicia.

     

     

    EN VINTO Y QUILLACOLLO

    El centro de atención durante gran parte del día se volcó al puente Huayculi y Vinto. Una muchedumbre de contrarios al MAS asaltó el edificio municipal de Vinto, que fue incendiado antes de que sacaran por la fuerza a la alcaldesa Patricia Arce, del gubernamental Movimiento Al Socialismo (MAS). La oficialista fue víctima de hechos de humillación y violencia por parte de personas que la acusaron de ser promotora de enfrentamientos.

    La Alcaldesa arengó “no hay miedo carajo” a las amenazas de quema de su casa que dijo haber recibido y llamó “maricones” a los cívicos y ciudadanos movilizados en el país. Al final, advirtió, que “no se metan con Vinto, no se metan con nuestro hermano Presidente”.

    Luego, Arce tuvo que correr descalza por la calle entre empujones, hasta caer al suelo entre una multitud que le gritaba "asesina", según imágenes de los diarios Los Tiempos y Opinión.

    Los manifestantes le acusaron de haber causado la muerte de tres personas. Le dijeron que ella había traído "gente pagada" para generar los enfrentamientos. Aseguraron tener pruebas de que Arce había hecho depósitos de 393 bolivianos para que se vaya a "limpiar" a los protestantes. Le insistieron que renuncie, pero ella se negó. 

    A Arce la echaron pintura roja y le cortaron el pelo, entre un griterío de gente enardecida, muchos de ellos jóvenes, con palos y piedras.

    "Y si quieren matarme, que me maten", exclamó la Alcaldesa ante las cámaras, rodeada por jóvenes que la sujetaban, con el rostro cubierto con mascarillas. 

    Arce aseguró estar dispuesta a dar su vida por el proceso de cambio. "No tengo miedo, estoy en un país libre", afirmó entre el griterío de la multitud que le llevó por la fuerza varios kilómetros más allá de la Alcaldía, hasta que fue rescatada por la Policía, que la sacó del lugar en motocicleta.

    En Quillacollo, también hubo enfrentamientos entre afines a Morales, como cocaleros y mujeres indígenas, y detractores del Mandatario, con reportes de decenas de heridos. La agencia ABI reportó la detención del exdirigente campesino Feliciano Vegamonte, a quien activistas que exigen la renuncia del presidente Morales hicieron arrodillar y hasta pedir perdón.  

    La Policía empleó material antidisturbios como gases lacrimógenos para dispersar a los violentos, en disturbios que se extendieron durante todo el día.

    La diputada de la opositora Unidad Demócrata, Shirley Franco, pidió en La Paz al ministro de Gobierno, Carlos Romero, la destitución del comandante de la Policía en Cochabamba, Raúl Grandy, por "incapaz e ineficiente".

    El jefe policial es cuestionado desde hace días, lo acusan de supuesta inacción a favor de manifestantes afines al MAS.

    Evo lamenta los hechos y suman críticas

    El presidente Evo Morales condenó anoche las acciones violentas que causan luto y dolor. 

    "Toda mi solidaridad con nuestra hermana alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, secuestrada y vejada cruelmente por expresar y defender sus ideales y los principios de los más pobres", escribió en Twitter.

    También se refirió a la muerte del joven Limbert Guzmán. "Expreso mi profundo pesar por el fallecimiento del joven Limbert Guzmán, víctima inocente de la violencia promovida por grupos políticos que alientan el odio racial entre hermanos bolivianos. Reitero mi llamado a la paz social para devolverle la tranquilidad a nuestro pueblo", tuiteó.

    El ministro de Defensa, Javier Zavaleta, aseguró que las arengas a la violencia del presidente del cívico cruceño, Fernando Camacho, cruzaron el límite en Cochabamba.

    "Esa arenga a la violencia que ha hecho el señor Camacho ha cruzado el límite el día de hoy, hay muchas personas heridas en Cochabamba y algunas de ellas de gravedad, esa no es una reivindicación cristiana, esa no es una reivindicación política eso es sencillamente un uso indiscriminado de la violencia contra inocentes", señaló desatando críticas en redes sociales.

    La ministra de Salud, Gabriela Montaño, y la diputada Susana Rivero (MAS), condenaron la vejación que sufrió la alcaldesa Arce y responsabilizaron por el ataque al odio del candidato Carlos Mesa, y del cívico Camacho.

    Por su parte, el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas tuiteó: "La angurria de poder de Evo segó otra vida más. En 13 años suman más de un centenar. El fraude del 20 oct ya se manchó con 3 vidas".

    "Mi condena más dura contra el régimen de Evo Morales, al que responsabilizo plenamente por la muerte de Limbert Guzmán en Cochabamba. La inaceptable violencia desatada por el MAS está causando luto y dolor a las familias bolivianas", tuiteó, a su vez, el gobernador cruceño, Rubén Costas.

    Varios otros políticos condenaron la violencia. 

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