Auditoría de OEA revela manipulación “dolosa”
El TSE habilitó un servidor adicional desconocido que se pretendió ocultar a la OEA.

- El TSE habilitó un servidor adicional desconocido que se pretendió ocultar a la OEA.
- Un individuo ajeno al TSE tenía acceso remoto a las bases de datos y a los cómputos.
- Se ocultaron cifras computadas de la TREP y tras paralizarla se desvió la información.
- La empresa Neotec siguió ingresando a los servidores pese a la prohibición de la OEA.
- Existen 38 mil votos alterados, comprobados, que comprometen la victoria del MAS.
- La OEA insiste en que no puede validar el informe de los comicios del 20 de octubre.
La Organización de Estados Americanos (OEA) difundió su informe final sobre la auditoría a las elecciones generales del 20 de octubre en el que concluye que se detectaron “acciones deliberadas” y “dolosas” que según los especialistas “buscaron manipular el resultado de la elección” tanto en las actas físicas como en el procesamiento de resultados.
En un documento de 95 páginas, denominado "Análisis de Integridad Electoral Elecciones Generales en el Estado Plurinacional de Bolivia 20 de octubre de 2019", la OEA detalla todas las denuncias que recibió, sus hallazgos y toda la información relacionada al proceso electoral que analizó.
Entre sus conclusiones, el organismo multilateral informó que el equipo auditor que trabajó en Bolivia detectó “una manipulación dolosa de los comicios en dos planos”, a nivel de las actas, que sufrieron alteraciones y falsificaciones de firmas de los jurados de las mesas, y a nivel del proceso de resultados en los que se detectó que hubo un “redireccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del TSE, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas”.
La OEA además sostiene que los hallazgos detallados en su informe revelan “la parcialidad de la autoridad electoral”, al afirmar que los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) “permitieron que se desviara el flujo de información hacia servidores externos, destruyendo toda confianza en el proceso electoral”.
El informe asegura que el “margen de victoria en primera vuelta es mínimo si se lo compara con el volumen de las manipulaciones y alteraciones detectadas” y aclara que si bien lo ocurrido en la etapa preelectoral no es parte del informe, sus hallazgos son contundentes y el equipo auditor no puede “ignorar el conjunto de manipulaciones e irregularidades observadas a través del trabajo en terreno y del análisis de las más de 200 denuncias”.
En el documento, destaca un listado de 12 puntos clasificados como “irregularidades graves” que comienza con la observación de la paralización “intencional y arbitraria, sin fundamentos técnicos del Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (TREP) al momento en que se llevaban 83,76% de las actas verificadas y divulgadas, de un 89,34% de actas que ya habían sido transmitidas”.
Continúa asegurando que hubo una introducción de servidores a los cuales se desvió de manera intencional el flujo de información del TREP.
20 de octubre
El 20 de octubre más de 7 millones de bolivianos asistieron a las urnas y de acuerdo con datos del TSE el candidato del MAS, Evo Morales, logró 47,08%, un 10% por encima del segundo aspirante, Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), con lo que lo declaró vencedor en primera vuelta.
Las irregularidades ya habían sido detectadas con la inexplicable paralización del sistema TREP que dio un informe preliminar que establecía una segunda vuelta entre los dos partidos más votados, pero fue abruptamente cortado el día de la elección y fue reanudado casi 24 horas después.
Días después de las elecciones fueron apareciendo otras evidencias como la manipulación de actas en el cómputo final, traslado irregular de actas, entre otros, que derivaron en la protesta de diferentes sectores de la sociedad que se volcó a las calles a exigir una auditoría integral a los resultados de los comicios y en rechazo a lo que ya se presumía como un "fraude".
Ante ese panorama el expresidente Morales convocó a la OEA para que realice una auditoría integral que determine la realidad del cómputo final, empero, insistió en que no había fraude.
El 10 de noviembre, la OEA emitió un informe preliminar de la auditoría integral a las elecciones y recomendó convocar a nuevos comicios con la conformación de un renovado TSE, tras evidenciarse una serie de irregularidades en la administración del proceso electoral.
Ese mismo día y frente a ese documento, Morales accedió a llamar a nuevos comicios con nuevo TSE, pero como las protestas no cesaban tuvo que presentar su dimisión al cargo.
Acciones dolosas
• Paralización intencional y arbitraria, sin fundamentos técnicos del TREP. El TSE ocultó a la ciudadanía, de manera deliberada, un 5.58% de actas que ya estaban computadas.
• Introducción de servidores no previstos en la infraestructura tecnológica, a los cuales se desvió de manera intencional el flujo de información del TREP.
• Se mintió respecto a la configuración real del servidor oculto y se utilizó para acciones no declaradas. La existencia de bases de datos en un servidor oculto y declarado como pasarela (recién al ser detectado) es extremadamente grave y merece una investigación especial en una ulterior judicialización.
• Se evadieron intencionalmente los controles de la empresa auditora y se redirigió el tráfico de datos hacia una red ajena al TSE.
• El esquema tecnológico paralelo y no controlado que se creó de manera deliberada facilitó un entorno que permitía la manipulación de datos.
• Un técnico ingresó directamente a servidores del cómputo oficial de manera remota sin supervisión alguna e informó por email los cambios realizados. Se negó a trabajar en las oficinas del TSE.
• A solicitud de los vocales del TSE y de un individuo presentado como asesor de los vocales se configuraron servidores en una red ajena al TREP y al cómputo oficial. Dicho individuo no formaba parte de la planta laboral del TSE ni de las empresas auditora o proveedora. Se constató el acceso desde esta máquina el 21 de octubre de 2019 tras el corte del TREP.
• Se proveyó información falsa y se intentó ocultar de manera intencional la existencia de un servidor adicional al equipo de auditores.
• Se constató inconsistencias entre las bases de datos de los servidores declarados.
• Se constató que personal de Neotec accedió a los servidores y/o bases de datos a pesar de la solicitud expresa de los auditores de la OEA que pidieron que a partir del inicio de la auditoría absolutamente nadie ingresara a los servidores.
• Se detectaron irregularidades en el llenado de actas de escrutinio y cómputo que afectan la integridad de las mismas. Se identificaron 226 actas en las que dos o más actas de un mismo centro de votación fueron llenadas por una misma persona. Las actas corresponden a 86 centros de votación de 47 municipios. La suma de sus votos válidos es de 38.001, del cual el 91% fueron adjudicados al MAS.
• Se quemaron actas y más de 13.100 listas de electores habilitados, lo cual no permite contrastar la información consignada en las actas de escrutinio y cómputo.
La página 56, el "patrón" del fraude
La página 56 del informe de la OEA explica en gran parte el “aumento inexplicable” de votos que permite deducir que el Movimiento Al Socialismo (MAS) no habría sacado 10% de ventaja a Comunidad Ciudadana (CC) para ganar en primera vuelta.
La OEA realizó un estudio pericial de una muestra de 4.692 actas electorales en formato digital, a partir de mesas correlativas, y detectó actas en las que el MAS obtuvo el 90% o incluso un número superior de votos.
También encontró actas procesadas en el cómputo oficial luego de la interrupción del TREP, en las que el MAS obtuvo más del 99%. Y otras ingresadas directamente al cómputo oficial que no fueron incluidas en el TREP, en las que obtuvo igual o más del 77% de los votos.
“La pericia técnica permitió identificar actas de diferentes mesas de votación completadas por una misma persona”, dice parte del informe final, presentado anoche.
“Tal como se referencia en el anexo técnico, se advirtieron 226 actas de las 4.692 analizadas en las que 2 o más actas de un mismo centro de votación fueron llenadas por una misma persona, denotando irregularidad de interés pericial y transgresión de las atribuciones de los Jurados de Mesa”, agrega el documento.
La OEA señala que lo descrito “denota un procedimiento altamente irregular desde el punto de vista electoral”. “Las actas referidas corresponden a 86 centros de votación, de 47 municipios. En total, todas estas mesas corresponden a 38.001 votos válidos, de los cuales el MAS obtiene el 91%, es decir, 34.718 votos, casi el número de votos que le permite a Morales evitar la segunda vuelta”.
Deja en claro que “lo anterior es solo tomando en cuenta un análisis del 13,5% de las mesas de votación”. “Por el patrón encontrado, un análisis que abarcara un porcentaje mayor de actas, sin duda detectaría un mayor número de actas falsificadas, adulteradas o manipuladas”.