La Ley de Garantías activa conflicto interno en el MAS

Después de que la mayoría del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la Cámara de Diputados aprobara la Ley de Garantías Constitucionales la madrugada de ayer, la presidenta Jeanine Áñez ratificó que vetará la normativa, que establece que los dirigentes que promovieron movilizaciones tras las elecciones del 20 de octubre no podrán ser perseguidos judicialmente o aprehendidos. El tratamiento de la norma desveló diferencias en el exoficialismo.

El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Choque, dijo que la Ley de Garantías no "busca la impunidad", sino la consolidación de los acuerdos a los que se llegaron para la pacificación del país. Aclaró que se establecerán responsabilidades contra las autoridades que participaron en los hechos de violencia tras las elecciones generales anuladas por fraude electoral.

El diputado del MAS Henry Cabrera coincidió con Choque, pidió al Gobierno que promulgue la norma y advirtió que en caso de que Áñez la vete, en un plazo de diez días convocarán a nueva sesión para que la presidenta de la Cámara de Senadores, Eva Copa, sea quien ponga en vigencia esa normativa.

Sin embargo, el diputado Edgar Montaño (MAS) señaló que llevar adelante esa acción puede volver a generar convulsión y enfrentamientos en el país.

“Quiero ser claro, debemos ser delicados y cautos, es necesario continuar con la pacificación del país. No podemos adelantarnos, esta ley debe quemar las etapas como corresponde”, manifestó en contacto con El Deber.

Copa, que en una anterior oportunidad ya admitió las fricciones con el ala dura del MAS, no se pronunció ayer. 

Por la noche, Amilcar Barral dijo en Cadena A que hay una clara división en el MAS y que los últimos artículos fueron aprobados por cansancio y a presión de un grupo de parlamentarias.

A raíz de un roce durante la sesión con la diputada Sonia Brito (MAS), su colega, Concepción Ortiz, denunció que en su partido existen "roscas" que no buscan consensos con los parlamentarios que representan a las organizaciones sociales.

Ortiz reaccionó con llanto ante el rechazo inicial de Brito a su pedido de incorporar a la Ley de Garantías un artículo que hace referencia a un convenio firmado por los cocaleros de La Paz.

 La diputada Clery Vargas (MAS) también denunció que fue amedrentada y amenazada por sus propios colegas de partido con la quema de su casa porque se negó a aprobar la Ley de Garantías.

Pese a ello, el PresidenteLey de la Cámara de Diputados negó roscas o divisiones.

Por su lado, la diputada del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Norma Piérola, dijo que los parlamentarios que se oponen a la “ley de la impunidad”, en seis meses interpondrán una acción de inconstitucionalidad abstracta para invalidarla.

EL GOBIERNO

"No voy a promulgar la ley". Así la presidenta Jeanine Añez ratificó ayer su rechazo a la Ley de Garantías.

El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, recordó que dicha ley, que establece el resarcimiento económico a familias de fallecidos y la atención integral de heridos en los sucesos violentos tras las fallidas elecciones, ya no es necesaria porque el Gobierno promulgó un decreto que establece una compensación de unos 7.200 dólares a las familias.

Generación "Pitita" contra la ley de garantías

“Preparemos nuestras pititas”, “Una nueva lucha nos espera”, “No a la impunidad”, “Nos espera una nueva unidad contra los abusos”, “Nos vemos en las mismas esquinas”, son algunas de las frases de protesta que se comenzaron a difundir desde la madrugada en las redes sociales y en cercanías de la Asamblea Legislativa donde se aprobó el cuestionado proyecto de ley de garantías constitucionales.

“Es un nuevo atentado contra la democracia, pretender dar impunidad a quienes agredieron al pueblo y generaron tanta violencia. Así que no vamos a permitir y si tenemos que volver a salir, lo haremos”, declaró a ANF María Solares, joven que forma parte de esta generación denominada “Pitita”, conocida por las movilizaciones contra las irregularidades en las elecciones y que derivaron en la renuncia de Evo Morales.