Evo vendía helados y casi no hablaba español
La BBC retrata la primera vez que Evo Morales llegó de niño al vecino país

Como diría el tango que Gardel hizo famoso, en el caso de evo Morales, su regreso a Argentina podría comenzar diciendo: “Que 54 años no es nada”. Así lo han recordado algunos medios que han retratado la historia de la primera vez que un Evo, de niño, pisó tierras argentinas.
Un reportaje de la BBC afirma que su vida cambió tanto en los casi 54 años que pasaron entre una y otra estadía que, a simple vista, cuesta creer que ese niño que vendía helados mientras su padre trabajaba como zafrero ahora sea un exmandatario en el exilio.
La primera vez que Morales residió en aquel país fue en 1966. “En el medio de ambos momentos están sus días de pastor de ovejas en las alturas del occidente de Bolivia, sus desventuras como panadero, la época en la que se ganaba unos pesos tocando la trompeta para una banda y su decisivo desembarco en esa incandescente selva en el centro de su país donde se convirtió en el máximo líder de los cocaleros”, afirma la BBC.
El primer día de escuela
"Yo no entendía castellano, era aymara cerrado. Sentadito atrás de todos los compañeros de curso. La profesora qué hablaría, yo no entendía", contó Morales durante una visita que hizo en 2014 a su primera escuela y recordó cómo eran sus clases en la ciudad de Campo Santo.
El primer trabajo
Cuando no se encontraba en la escuela, a Morales se le olvidaba algo de su timidez y le gustaba correr por las calles de Campo Santo con una cajita llena de helados que vendía a los sedientos zafreros.
La mayor recompensa que recibía no era el dinero que se ganaba con las ventas, sino que tenía derecho a tres helados por día para aplacar la sed que le provocaba el intenso calor.
Evo pasó su séptimo cumpleaños en el norte argentino y, a finales de aquel mismo año (1966), emprendió el retorno a Bolivia junto con su padre y hermana.