El Gobierno suspende las relaciones con Cuba
El Gobierno argumentó "permanente hostilidad y agravios"
El Gobierno de la presidenta Jeanine Áñez anunció ayer que decidió suspender las relaciones diplomáticas con Cuba, debido a "la permanente hostilidad" y los "constantes agravios" de su par de ese país, aunque matizó que la medida no implica una ruptura total.
"Esta determinación obedece a las recientes e inadmisibles expresiones del canciller Bruno Rodríguez y la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno constitucional boliviano y su proceso democrático", explicó el Gobierno en un comunicado que leyó el canciller de Bolivia en funciones, Yerko Núñez.
La autoridad, que ejerce el cargo de manera temporal, al encontrarse fuera del país la canciller Karen Longaric, mostró en una comparecencia ante los medios un mensaje en Twitter de Rodríguez, en el que denuncia "vulgares mentiras de la golpista autoproclamada en Bolivia", en referencia a la presidenta Áñez.
Al respecto, el Canciller en funciones argumentó que el Gobierno "tiene que hacer respetar la soberanía", ante lo que calificó de "injerencia" del Ejecutivo cubano.
La Cancillería detalló que la suspensión de relaciones es una medida similar a la ruptura, salvo que se mantiene una mínima representación diplomática en La Habana, no se retira en su totalidad al personal, para atender "asuntos humanitarios" de bolivianos con familia en Cuba.
Núñez dijo que, por lo mismo, todos los convenios entre ambos países quedan paralizados.
Las críticas de Rodríguez se produjeron tras una referencia a Cuba de la Mandataria transitoria en un discurso el pasado martes, en la que denunció que los pagos a médicos cubanos en Bolivia durante la etapa de Evo Morales en el poder servían para "financiar al 'Castrocomunismo' que tiene sometido y esclavizado a su pueblo".
En Twitter, Morales "condenó" la decisión de Áñez y "el deterioro permanente de la imagen" del país.
Las relaciones tanto con España como con México siguen frías. En el caso del primero, por el asunto de los encapuchados, y en el caso del segundo, por los asilados del MAS en su Embajada.