García Linera acusa de racistas a opositores y dice que son “la basura de la historia”
En un duro discurso, no dejó de atacar a sus opositores y señaló que mientras tenga vida, seguirá “luchando” por los más humildes
En el regreso de Evo Morales a Chimoré, el exvicepresidente Álvaro García Linera, su “compañero de la vida”, no se ahorró palabras para atacar a sus opositores señalando que fueron víctimas de un golpe de Estado. Les dijo a sus seguidores del Movimiento Al Socialismo (MAS) que no se deben descuidar porque, caso contrario, “los racistas” volverán.
“Hace un año en este lugar con el llanto en los ojos, Evo y su compañero de la vida, Álvaro, levantaban vuelo. La maldad se apoderaba de nuestro país, gente maligna, destructora, un año de infamia se apoderó de nuestra patria. Mataron a hermanos, quemaron casas de dirigentes, la casa del presidente Evo. Mataron en Senkata, en Sacaba, 35 muertos, 800 heridos a bala, y una pandilla de ladrones se apoderó del Estado y tiene nombre y apellido, Tuto Quiroga, Carlos Mesa, (Jeanine) Áñez, (Arturo) Murillo, toda la escoria de la historia se unió para atacar al Estado y al pueblo y destruir las conquistas sociales”, afirmó en su discurso de este miércoles.
Hoy, como se lo propuso, Evo retornó a Chimoré, desde donde hace exactamente un año voló a México en calidad de refugiado durante un mes; luego pasó a Argentina.
Los acusó de “conspirar contra Bolivia” durante un año con ayuda de Estados Unidos, embajadas extranjeras y de algunos empresarios; afirmó que “quisieron deshacerse del pueblo”, sobornando policías y miembros de las Fuerzas Armadas para matar al expresidente. Defendió que Evo tomó “la decisión sabia” de renunciar y no quedarse a "resistir" para evitar que más gente siguiera muriendo.
“Me puse como obligación: yo voy a cuidar a la vida de Evo y aquí vengo a dejar a Evo”, añadió al señalar que por Morales es que fue vicepresidente.
García Linera afirmó también estar orgulloso de estar al lado de Evo y le prometió que no lo abandonará.
“Siempre estaré a tu lado para luchar, para ayudarte (…) Estoy muy emocionado de estar aquí, ellos (sus opositores) ensangrentaban humillaban y dañaban. Nosotros somos sacrificados, no somos maleantes, no somos de odio. Ellos entraron con odio en los ojos. Nosotros nos fuimos con lágrimas y hoy volvemos para sembrar futuro, trabajo, igualdad y bienestar”.
En su discurso no dejó de atacar a sus opositores y señaló que mientras tenga vida, seguirá “luchando” por los más humildes.
“Ellos no son Bolivia, ellos son la basura de la historia que se fueron y ahora nuevamente el pueblo está en el poder y el pueblo no debe dividirse ni descuidarse porque los racistas van a querer volver”, concluyó.