Medio siglo del golpe de Banzer: ¿Cómo se lo vivió en Sucre?
Bolivia vivía una seria inestabilidad política agravada con la irrupción de fuerzas radicales
Este sábado 21 de agosto se recuerdan los 50 años del golpe militar que llevó al poder al entonces coronel de Ejército Hugo Banzer Suárez, quien encabezó una revuelta para derrocar al también militar Juan José Torres González, cuyo gobierno se había declarado “antiimperialista” y había pactado con fuerzas de izquierda –muchas de ellas radicales– cambios de corte social y económico al país.
¿Cómo se vivieron aquellas jornadas del 21 de agosto de 1971 en Sucre? El epicentro de los hechos fue Santa Cruz, donde ocurrieron los primeros sucesos a partir del miércoles 18 de agosto, con incidentes en la Universidad Gabriel René Moreno. Sin embargo, las semanas y los meses previos a esa fecha el país vivía una ola de inestabilidad general caracterizada por constantes paros, huelgas y manifestaciones estudiantiles, algunas de las cuales terminaron en forma violenta.
Algunos ciudadanos –hoy mayores– que vivieron esos días en la capital recuerdan episodios anteriores a la revuelta que, finalmente, acabaría con el frágil gobierno de Torres Gonzáles.
LOS PROTAGONISTAS
La inestabilidad política que afectaba a Bolivia se había originado en la repentina muerte del general René Barrientos Ortuño, quien falleció en un accidente de helicóptero en abril de 1969. A partir de allí, se sucedieron una serie de cambios en los que fueron protagonistas centrales, entre otros, el derrocado presidente constitucional Luis Adolfo Siles Salinas, que sucedió a Barrientos tras su muerte, y el influyente general Alfredo Ovando Candia, derrocado a su vez por una asonada de su compañero Torres.
En todo el país se sucedían constantes manifestaciones estudiantiles. En Sucre, una de ellas acabó con la quema y el saqueo de las instalaciones de la USIS, oficina cultural que el Gobierno estadounidense mantenía en la ciudad en lo que hoy son dependencias de Acción Cultural Loyola, en calle Loa. Allí, decenas de estudiantes de izquierda doblegaron a la Policía e ingresaron al local para saquearlo y quemar el mobiliario y su vasta biblioteca bilingüe.
DOS HECHOS PUNTUALES
Por esos tiempos se presentaba también en la capital un reconocido grupo de música popular española: Los Gavilanes, cuya actuación tuvo que suspenderse de manera abrupta por una profusa gasificación que se produjo en la plaza Libertad. Los integrantes de esa agrupación musical –y gran parte del público– tuvieron que salir de forma apresurada por una de las puertas laterales del teatro Gran Mariscal, sufriendo algunos de ellos desvanecimientos a causa de los efectos del gas lacrimógeno.
Otro episodio nunca esclarecido fue el atentado con dinamita que sufrió el colegio jesuita del Sagrado Corazón. Un domingo por la madrugada, una carga explosiva fue depositada en la puerta principal, provocando serios daños en el ingreso y la rotura de vidrios de casi todo el frontis de la calle Junín. En el hecho resultó herido con cortes en el rostro el conocido hermano José Bastida, quien, como era habitual, se encontraba cerca de la capilla a esas horas.
LISTAS DE EXPROPIACIONES
En días previos al golpe se hicieron circular en Sucre supuestas listas de personas de clase acomodada o empresarios cuyas propiedades serían expropiadas por una decisión de la denominada Asamblea Popular. El miedo entre esa población a un inminente régimen de corte comunista fue cundiendo a medida que la polarización política se exacerbaba en el país.
El mismo día del golpe militar, por la noche, se escuchaban ráfagas de ametralladora en inmediaciones del parque Bolívar, recuerdan ciudadanos, aunque parecían más tácticas de amedrentamiento, pues no se supo de choques armados entre bandos.
Por entonces, la Federación Universitaria Local (FUL) estaba en manos de agrupaciones de izquierda. El secretariado general lo ejercía el estudiante Edgar Prieto Nagel (del PDC-Revolucionario), facción que daría nacimiento al Movimiento de Izquierda Revolucionaria), y Vidal Mendoza, dirigente del Partido Comunista Marxista Leninista (PCML). A esta línea pertenecía también Cayetano Llobet. Los tres dirigentes buscaron el exilio, primero en Chile y luego en otros países como México o Suecia. Llobet retornaría años después y se uniría a las filas del Partido Socialista Uno (PS-1), creado por Marcelo Quiroga Santa Cruz.
EL TESTIMONIO DE MARTA
Marta (nombre ficticio), por entonces una joven estudiante universitaria, fue militante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la línea radical fundada por el Che Guevara en 1967. Si bien pertenecía a una familia sucrense, se mudó a La Paz donde tuvo que enfrentar la dureza de la clandestinidad, para luego buscar refugio en otros países. Sin embargo, el riesgo era que el militarismo sudamericano implementó una especie de cártel de la represión, poniendo en vigencia el “Plan Cóndor”. “No te sentías segura en ningún lugar”, dice Marta al recordar con gran aflicción una etapa de violencia y confrontación política que se llevó los mejores años de su vida.
CHUNKA Y MANDINGO
“Por esos años, estaba en vigencia la doctrina de seguridad impuesta por Estados Unidos, que dictaba las líneas maestras de todos los planes de represión. Pero el problema era que veían comunistas en todos los que no estuvieran de acuerdo con los militares. Incluso los movimientistas eran perseguidos como comunistas”, afirma, por su parte Germán 'Chunka' Gutiérrez Gantier, por entonces un joven próximo al bachillerato. “El PCML tenía mucha presencia en la Central Obrera Boliviana, pero entre la ciudadanía nunca”, añade él.
Gutiérrez se unió después a las filas del PS-1 y tuvo que enfrentar a otra dictadura, la de Luis García Meza, quien fue protagonista del sangriento golpe militar del 17 de julio de 1980.
Felipe Medina, 'Mandingo', recuerda que el año del golpe de Banzer salió bachiller del colegio Nacional Junín. Una de las disposiciones fue el cierre de la Universidad estatal por más de un año. Después, Medina conformó los primeros cuadros estudiantiles del MIR y también enfrentó la violenta represión del régimen garciamesista.
MÁS HECHOS
El movimiento obrero, organizado en la entonces poderosa Central Obrera Boliviana (COB) y los partidos de izquierda, había impulsado la construcción de la Asamblea Popular, un organismo que se definía a sí mismo como un Frente Antiimperialista dirigido por el movimiento obrero. La Asamblea comenzó a funcionar el 22 de junio reconociendo como plataforma programática –junto con las Bases Constitutivas y el Reglamento de Debates– la Tesis Política de la COB de mayo de 1970, un documento que, según Guillermo Lora, dirigente del Partido Obrero Revolucionario (POR), estaba inspirado en la concepción de la revolución permanente y la Tesis de Pulacayo. La Tesis se pronunciaba por la independencia política de la clase obrera y el socialismo, incluyendo una amplia Plataforma de Lucha que abarcaba las principales reivindicaciones sociales, democráticas y antiimperialistas.
El golpe derechista se inició el 18 de agosto en Santa Cruz de la Sierra, ciudad que el 19 cayó en manos del coronel Andrés Selich, luego de sangrientas refriegas donde murieron más de 100 personas.
Entre el 20 y el 21 se libró la lucha decisiva en torno de La Paz. El único regimiento que estuvo al lado del Presidente hasta el final fueron los Colorados del Mayor Rubén Sánchez; las demás unidades, o se plegaron al golpe o permanecieron a la espera de los acontecimientos.
El Comando Político –que dirigía la lucha al entrar en receso la Asamblea Popular– declaró la huelga general, y en la noche del 20 una delegación se entrevistó con Torres para pedirles armas. Según algunas versiones, el mandatario se habría negado a distribuirlas. Él mismo declaró posteriormente que no quedaba ninguna en su poder.
INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA
El miércoles, Correo del Sur Radio FM 90.1 dialogó con el autor de esta nota, Javier Cosulich, y los periodistas Abdel Padilla y Arturo Choque, del equipo de la revista de investigación periodística "Lo que se calló", que trabajó una edición especial sobre el golpe de Estado de Banzer. Te dejamos el programa.
Esta nota se publicó en el suplemento Panorama de la edición impresa de CORREO DEL SUR correspondiente al domingo 15 de agosto de 2021.