Gobierno y Defensoría tildan de racistas y discriminadores los dichos de Calvo sobre la wiphala
El ministro Iván Lima dijo que “es algo inaceptable” y que la wiphala representa la “unidad del pueblo boliviano”
El Gobierno y la Defensoría del Pueblo rechazaron, por separado, las palabras del presidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, en relación con la wiphala. Tildaron sus expresiones como racistas y discriminadoras.
"Un trapo no hace nada, un trapo no nos representa", fueron las palabras del cívico cruceño durante la jornada de reivindicación del símbolo patrio convocada en todo el país por organizaciones sociales afines al Movimiento Al Socialismo (MAS).
En la cuenta de Twitter del Ministerio de Justicia y Transparencia Institucional, el titular de esa cartera de Estado, Iván Lima, cuestionó las declaraciones de Calvo y las consideró como "algo inaceptable".
"Ministro @ivanlimamagne en relación al descalificativo soez del presidente del Comité Cívico Pro Santa Cruz en contra de la Wiphala: "Es algo inaceptable. Hay que explicarle al señor (Rómulo) Calvo que los símbolos patrios representan a la unidad del pueblo boliviano (sic)", se lee en la publicación.
La Defensoría emitió un comunicado expresando su preocupación de que se busque atribuir el uso de la wiphala como bandera partidaria, "cuestionando su origen, ancestralidad y simbolismo, para asumir un discurso discriminador y racista, orientado a descalificarla".
Recordó que, desde su origen, en los movimientos indianistas y kataristas hasta la fecha, esta bandera ha sido un símbolo de resistencia de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, y es un símbolo patrio establecido en la Constitución Política del Estado.
"En ese sentido, descalificar a la wiphala y tildarla de trapo, se constituye en un acto de discriminación, como los observados por la Defensoría del Pueblo y por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI-Bolivia) en su informe", añade el documento.
El cívico cruceño calificó además como gente "malagradecida" a quienes llegaron de otros departamentos a Santa Cruz buscando mejores días e instó a no dejarse "mandar" por el Gobierno al participar en movilizaciones como la de este martes.
La Defensoría del Pueblo recordó que tras la crisis de 2019 se marcó un quiebre en la democracia boliviana, por lo que instó que los diferentes actores de opinión pública, políticos y cívicos "no deben reavivar heridas aún abiertas" en la sociedad boliviana.