Dos ministros del gobierno de Arce hablan de afanes de desestabilización en el país
María Nela Prada señaló a los comités cívicos movilizados, mientras que Édgar Montaño apuntó directamente al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y al presidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo.
Los ministros de la Presidencia, María Nela Prada, y de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Édgar Montaño, coincidieron este domingo en denunciar afanes de desestabilización desde el departamento de Santa Cruz en contra del gobierno de Luis Arce.
En el programa “Las 7 en el 7” de Bolivia TV, Prada acusó a líderes del Comité pro Santa Cruz de impulsar campañas de desinformación relacionadas con las leyes rechazadas por varios sectores del país.
Recordó que el presidente Luis Arce, luego de un análisis con las organizaciones sociales, anunció el sábado la decisión de abrogar la Ley 1386 referida a la Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y Financiamiento al Terrorismo. Pero, pese a eso, las movilizaciones persisten.
“Una vez queda despejado ese camino, por supuesto, se devela con mayor fuerza el sentido político y desestabilizador, golpista, sedicioso, que de hecho lo han señalado de manera clara en muchas de sus declaraciones llamando a tumbar al Gobierno”, cuestionó la autoridad.
“Ahora, no hay pretextos, no hay ningún tipo de pretextos entorno a lo que era la ley vinculada a demandas de trabajadores, trabajadores gremiales y de transportistas. Ahora, nuestra economía debe seguir su camino de reconstrucción todo. Lo que viene de aquí en adelante o que señalen estos comités (cívicos) queda claro cuáles son los afanes que tienen de detrás de eso, los afanes netamente políticos que tienen a desestabilizar, convulsionar y generar un nuevo golpe de estado en nuestro país”, dijo.
Entretanto, el ministro Montaño apuntó directamente al gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y al presidente del Comité pro Santa Cruz, Rómulo Calvo, de tener un plan para un “segundo golpe de Estado” en el país.
“Van a seguir estos señores golpistas con esas intenciones de derrocar a un Gobierno legal y legítimamente electo. Quiero denunciar a la comunidad internacional que estos señores, a través del señor Calvo y del señor Camacho, están en un plan de un segundo golpe de Estado”, afirmó este domingo en rueda de prensa.
En su criterio, la derogación de la Ley 1386 fue un pretexto para querer desestabilizar el gobierno de Arce, porque ahora quieren la instauración de los 2/3 en la Asamblea Legislativa Plurinacional y la anulación de otras leyes.
“Pero, también, quiero decir al pueblo boliviano, que ahora están pidiendo que se saquen a los presos políticos, en otras palabras nos están diciendo liberen a la señora Jeanine Áñez y ¿quién se va a hacer responsable de más de 37 muertos en Sacaba y en Senkata?”, agregó Montaño.
Añadió que estas personas con sus acciones piden que se anulen los juicios contra los exministros Luis Fernando López y Arturo Murillo y otras autoridades del Gobierno transitorio.
“Pero, además de eso, no quieren que se investiguen las ganancias ilícitas, porque recibieron más de 3.500 millones de dólares de donación de países amigos el 2019 justo en el golpe de Estado. No quieren que se investigue esos temas, no quieren que se investigue de dónde llevó plata a Estados Unidos el señor Arturo Murillo”, cuestionó.
Según Montaño, todas estas personas utilizan a algunos medios de comunicación y sectores sociales para movilizar y generar violencia en contra de leyes como la 1386. Prueba de ello es la “masacre” al pueblo de Santa Cruz, dijo.
“Lo que no quieren ellos es que se los investigue de dónde trajeron armas, de Ecuador y de Argentina, todos los bolivianos sabemos de aquello. Pero, han utilizado a un sector sensible de la población como el autotransporte y los gremialistas, por eso nuestro hermano presidente Lucho (Luis Arce) sabiamente y como un acto humano ha derogado esta Ley (1386)”, remarcó.
Más temprano, el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca llamaron a sus bases a “levantarse” y a la “movilización permanente” para defender al Gobierno y a la democracia.