Bolivia: Democracia en 40 años
Observan falta de autonomía de poderes y la persecución política en el país
Bolivia cumple hoy, lunes 10 de octubre, 40 años de vida democrática, un periodo marcado por diferentes acontecimientos que fortalecieron este sistema de gobierno, aunque otros lo debilitaron, según el repaso de los historiadores Sayuri Loza, Florencia Ballivián, Paula Peña y Alexis Pérez. Entretanto, el también historiador Fernando Cajías y varios políticos hacen hincapié en la falta de independencia de poderes y la persecución política que frenan el ejercicio de una democracia plena.
Pérez dimensiona que la democracia es la participación activa de la población frente a un gobierno para que atienda sus demandas; Peña complementa que no es solo elegir o ser elegido, sino la alternancia de poder, el multipartidismo, la representación equitativa en los poderes del Estado, la elección directa y el acceso a los derechos políticos y culturales.
Otra dimensión se refleja en la redistribución de los recursos económicos de manera equitativa, para mejorar las condiciones de vida de la población y reducir la desigualdad.
FORTALECEN LA DEMOCRACIA
En la historia se identifican acciones que han contribuido al fortalecimiento de este sistema. Loza, por ejemplo, cita el gobierno de José Ballivián (1841-1847), que evitó que el territorio boliviano pase a formar parte de Perú. Menciona a la Revolución Nacional de 1952 como “el momento más democrático de la historia del siglo XX”.
Señala a la aprobación de la Constitución de 1980 (“cuando realmente se ha establecido una ley de partidos, ya no eran las elecciones desastrosas que teníamos antes de 1980, aquí se elimina el caudillismo”) y a la recuperación de la democracia en 1982 como dos grandes hitos.
Mientras que Peña destaca la reforma de la Constitución Política del Estado (CPE) en 1994, cuando se redujo el ejercicio de la ciudadanía de 21 a 18 años. En su opinión, la democracia contemporánea, es decir los últimos 40 años, “se ha ido fortaleciendo a través del tiempo” con la creación de instituciones y garantizando la participación de los ciudadanos.
“Considero que hubo cambios importantísimos logrados desde la ciudadanía, como por ejemplo la recuperación del régimen municipal”, comenta al hablar de la elección de las autoridades locales. En 2005 se realizó la primera elección por voto popular de prefectos y gobernadores; Peña considera que es un hecho democrático que marcó la historia.
En el siglo XXI, con varios referéndums se permitió que la población sea escuchada mediante su voto, ha sido una muestra de la profundización de la democracia boliviana. Aunque el punto negativo fue el de la reelección, promovido por Evo Morales, en 2016.
A propósito, Loza se refiere a los años 2019-2020 y destaca que la población se levantó contra la reelección de Morales y que posteriormente se logró la elección democrática del actual presidente Luis Arce.
Ballivián identifica al 10 de octubre de 1982 como uno de los momentos cruciales porque Bolivia retornó a la forma de gobierno democrática, luego de años de regímenes militares dictatoriales y golpes de Estado. Esa fecha, Hernán Siles Zuazo asumió la presidencia.
Para Pérez, el ejercicio pleno de la democracia tiene estrecha relación con el estado económico-financiero de un país. En su criterio, es difícil hablar de democracia en un país tercermundista, más aún cuando existen políticas de ajuste estructural que generalmente afectan los derechos de la ciudadanía.
MIRADAS POLÍTICAS
√ El diputado Sandro Ramírez (MAS) señala como positivo que después de 40 años en el país todavía se respira democracia, además de que la población decide con su voto quién gobierno Bolivia.
√Para el diputado Erwin Bazán (Creemos), Bolivia no vive una democracia real, sino una aparente porque no existe independencia de poderes del Estado, que es la base de un sistema democrático pleno.
√La diputada María René Álvarez (Creemos) sostiene que la democracia está “enferma” porque el Gobierno utiliza a los indígenas y a organizaciones sociales para disimular que en el país marcha todo bien.
√Para el exdirigente alteño y abogado indígena Roberto De La Cruz, antiguamente los dictadores eran militares que quitaban sus derechos a la población, ahora son “los falsos socialistas del siglo XXI como Hugo Chávez, de Venezuela; Daniel Ortega, de Nicaragua, y, en Bolivia, Evo Morales. Estos no se diferencian en nada con los dictadores de uniforme”.
Otras visiones de historiadores y líderes políticos
El historiador Fernando Cajías percibe que en 40 años de democracia hubo importantes avances sociales y políticos; sin embargo, “se agudizó profundamente” la desinstitucionalización, la injusticia y la persecución política a quienes no están de acuerdo con la ideología del gobierno de turno.
“Adolecemos enfermedades de base desde la República, pero ahora se ha agudizado profundamente el tema de la justicia y eso hace que nuestra democracia no pueda ser calificada como otras democracias, por ejemplo: la sueca o la noruega; hay un poder (del Estado) que funciona irregularmente y es la justicia”, analiza.
Dice que la gente percibe que puede ser juzgada imparcialmente porque no confía en las instituciones que administran la justicia, lo cual preocupa. También señala como factor negativo para la democracia a la persecución política, y cita los ejemplos de la expresidenta Jeanine Áñez y de los líderes de Adepcoca. “Es un problema que después de 40 años no nos permite generar una democracia plena”, acota.
Un tercer elemento para que la democracia no sea plena en Bolivia, según Cajías, es el paralelismo institucional; es decir, la creación de entidades y organizaciones paralelas, alentadas por el Gobierno.
¿Qué debilitó a la democracia?
Para Sayuri Loza, el peor pasaje de la historia fue la dictadura de Luis García Meza (1980-1981). La traición que hubo en el gobierno de José Manuel Pando hacia los indígenas, con quienes se había aliado después de la Guerra Civil “es otro momento terrible” para la democracia, sostiene ella.
Otro hecho que debilitó la democracia, según Loza, fue el referéndum de 2016 donde la ciudadanía dijo No a la reelección de Evo Morales, pero, pese a ello, fue ignorando. La falta de independencia de los poderes del Estado es considerada también como una falta grave a la democracia.