Analistas responden: ¿El MAS está llegando a un punto de no retorno?

Analistas coincidieron, por separado, en criticar la decisión de la Dirección Nacional del MAS, de prohibir la participación de funcionarios en sus congresos, pero, más allá de eso, ¿la escalada de la pelea entre “evistas” y “arcistas” arriesga la continuidad del partido gobernante?

El politólogo Franklin Pareja hace notar una paradoja: el estatuto del MAS establece que para trabajar como servidor público hay que ser militante del MAS, lo que fue muy cuestionado en su momento, pero ahora, la dirigencia nacional veta a los funcionarios. Califica la decisión como ilegal y remarca que debilita más al expresidente y jefe del MAS, Evo Morales, que actúa así al advertir “una competencia”.

“Están encendiendo la disputa de tal forma que el no retorno es una opción”, manifestó en Correo del Sur Radio.

“Probablemente estas disputas que están surgiendo hagan que tanto (el presidente Luis) Arce como Evo sean inviables políticamente y ninguno garantice un éxito electoral para el 2025”, y eso llevaría a evaluar una nueva opción, advirtió.

Según Pareja, Evo “está muy deflacionado” para ser un candidato de unidad, aunque Arce tampoco termina de ser un líder político, su base social se reduce a los funcionarios y le juega en contra su gestión y un contexto peor del que le tocó Morales. “No significa que el debilitamiento de Morales automáticamente va a suponer el fortalecimiento de Arce”, cerró. 

Para Franz Flores, también politólogo, las decisiones de la Dirección Nacional revelan la intención de Evo de que la candidatura presidencial se defina en un congreso y no en primarias, como manda la ley. 

Ello no implica que Arce y Choquehuanca vayan a ganar en las primarias ni tampoco que la oposición se beneficie, ante todo por su falta de liderazgo, coincidió.

DESDE LA INTERNA

Desde el seno del MAS, el exministro Hugo Moldiz también calificó de violatoria la prohibición a los funcionarios y dijo que “cualquier división, en el fondo, lo que va a hacer es abrir la gran oportunidad hasta ahora no encontrada por la oposición para ser gobierno el año 2025”.

A la consulta de si la Dirección Nacional del MAS busca evitar las primarias, dijo “que quieren resolver las cosas antes de tener congreso”. Según su punto de vista, la definición del candidato debía esperar a 2024 y tomar en cuenta no solo al voto duro del MAS, un 30%, sino al 25% que se ha plegado en los últimos procesos. 

“La racionalidad política a uno lo lleva a afirmar que se ha llegado a un punto de no retorno”, sostuvo, pero vio en la otra cara de la medalla “una posibilidad de reencuentro” no solo de los líderes, sino “de la militancia del MAS y de los movimientos sociales”.