García ve rezago regional
El expresidente de la Corporación Andina de Fomento Enrique García considera que América Latina enfrenta un momento complejo por la polarización y el rezago que, sin embargo, entraña un desafío.
El expresidente de la Corporación Andina de Fomento Enrique García considera que América Latina enfrenta un momento complejo por la polarización y el rezago que, sin embargo, entraña un desafío.
Esta es la segunda parte de la entrevista concedida a CORREO DEL SUR esta semana, en Sucre.
CORREO DEL SUR (CS).- ¿La integración regional es también un desafío en el caso de los bancos de desarrollo?
Enrique García (EG).- Absolutamente. La integración es un propósito no solamente emotivo, sino práctico para América Latina (…) En los últimos años ha habido mucha fragmentación en los esquemas de integración por diversas razones, algunas ideológicas, políticas, en fin, pero este es el momento de retomar esas banderas porque nuestra América Latina tiene que hacer un esfuerzo muy grande para dar un salto hacia adelante.
Hemos quedado rezagados (…) Por eso tenemos que hacer un esfuerzo de tener una visión de largo plazo, que sea integral, como países, como región y ese es el incentivo principal para que estos bancos de desarrollo traten de trabajar en forma conjunta en estimular programas y proyectos que ayuden a mejorar la calidad de la vida de los latinoamericanos, pero al mismo tiempo faciliten un crecimiento económico de calidad, es decir, que sea eficiente, productivo, incluyente para reducir la pobreza y, desde luego, el tema más delicado de nuestra América Latina: los índices de inequidad que existen.
CS.- El momento político actual ha tornado esto cuesta arriba…
EG.- Desde luego. Estamos en un momento muy difícil en el mundo. Vemos la polarización que existe, hay mucho dogmatismo, y eso viene ya de años atrás en que se han debilitado varios de los conceptos que han sido fundamentales, pilares del desarrollo del mundo y de las regiones como el multilateralismo, la institucionalidad democrática.
Hay muchos conflictos que dificultan eso. Es un momento difícil y para América Latina esta es una señal clara de que tenemos que hacer un gran esfuerzo de concertación, de tener una visión de largo plazo, una visión que sea consensuada. Hay que tener total homogeneidad para tener una visión de 20 años.
A principio de la década de los 60, América Latina era vista como la región en desarrollo de mayor futuro; Brasil, el país del futuro. En comparación, tomemos Corea del Sur, el ingreso per cápita de Corea del Sur, el año 1966, era la cuarta parte del ingreso per cápita de América Latina; ahora es a la inversa: casi cuatro veces superior al promedio de América Latina (…)
Todos los conflictos que vemos hoy, entre China, Estados Unidos, que no había hace algunos años, hacen que nuestra región tiene que tener unidad de criterio y jugar las cartas balanceadas. No ser parcial ni con un lado ni con el otro porque necesitamos trabajar con todos dentro de principios sanos, donde se defiendan la democracia, la institucionalidad, el respeto a los derechos humanos.
CS.- Nos describe una situación que ha ido de más a menos. ¿Qué es lo que puede ocurrir de continuar en este ritmo?
EG.- Si continuaran las cosas así en la región obviamente nos va ir muy mal, vamos a ir peor, pero yo soy optimista. Yo ya he visto a través de las décadas, situaciones muy complejas, cuando llegas a momentos en que hay crisis, que estás cerca del precipicio, se hacen acuerdos que son impensables porque, salvo que hayan gobiernos dictatoriales, autoritarios, en democracia tú necesitas encontrar la manera de llegar a consensos por el bien del país, estableciendo bases de una estrategia de largo plazo (…)
CS.- ¿Sigue siendo la politización el mayor obstáculo en América Latina?
EG.- Sí, absolutamente. Es uno de los problemas. Tenemos que reconocer: en un sistema democrático, hay elecciones y si ganas, ganas por el 50%, 40% o lo que sea, pero eso quiere decir que hay otro porcentaje alto que no estaba de acuerdo, no votaron por ti. Entonces, el arte es cómo encontrar fórmulas para poder también llegar a entendimientos con la gente que, a través de la separación de poderes, está en el Parlamento.
CS.- ¿Ha visto un momento tan duro como este para América Latina?
EG.- Ha habido momentos duros, pero la mezcla de este momento quizá es más compleja (…) No había la polarización que hay hoy (…) No obstante que había gobiernos con ideologías y principios diferentes, había un diálogo respetuoso en las diferencias, cosa que no existe ahora, eso es lo lamentable, se ve que los presidentes se dicen, usan términos inapropiados, en fin.
Y hay una cosa muy preocupante: la desinstitucionalización de la política, cuando antes había la organización de los partidos políticos, hoy está más dispersa, y la juventud ha perdido en muchos sentidos interés en los principios de la política.
Entonces hay que reconstruir. La gente es muy pesimista, me dice “estamos al fin del mundo”; no, estamos mal, pero hemos estado mal muchas otras veces, ahora lo importante es tomar conciencia y eso lo tienen que hacer todos: los gobiernos, los políticos de la oposición, los empresarios, los trabajadores; tomar conciencia de que si no se busca consensos para trabajar en una línea estás perdido.