La crisis política, social y económica de Bolivia tiene carácter “explosivo”, sobre todo por el último componente, y ha llevado al país a un “punto límite”. Así lo advierten los analistas políticos Franklin Pareja y Germán Gutiérrez, al referirse además a las razones que mantienen al próximo Bicentenario fuera de los focos de atención.
“Estamos en un punto límite. No hay materialmente una forma de resolver este problema mágicamente. La población tendrá que tener en cuenta que un Gobierno insolvente y mentiroso no es precisamente una carta o una credencial que nos permita ver el futuro con cierta certidumbre”, expresó el politólogo Pareja este lunes, en Correo del Sur Radio (FM 90.1 y AM 980).
El abogado Gutiérrez advierte que “una mezcla de estas características –crisis política, social y económica– es explosiva, no se da con frecuencia, es de largo aliento y de fondo”. Por ello, avisa que decisiones “parche” no disiparán la tensión en Bolivia; todo pasará por soluciones de fondo.
A la crisis política en Bolivia, marcada en los últimos meses por la disputa en el partido gobernante MAS, se ha sumado la difícil situación económica debido a la escasez de dólares y diésel, así como al alza sostenida de precios. Responsabiliza al Movimiento Al Socialismo (MAS).
Pareja también culpa al expresidente Evo Morales y al actual, Luis Arce: “De haber sido un país que tuvo la oportunidad de dar un salto cualitativo importante, hemos desperdiciado casi dos décadas que no se van a volver a producir probablemente en muchas décadas más”.
¿Y 2025?
Con ese clima, la atención está lejos del Bicentenario de Bolivia, a celebrarse en 2025.
“Sin descafeinar ni demeritar lo que significa el Bicentenario, los bolivianos tenemos tantos problemas que ahora mismo yo creo que no es el foco de atención”, dice Pareja y enumera los indicadores negativos del país en justicia, transparencia, democracia, entre otros.
Para Chunka, efectivamente, una de las causas es la crisis de fondo, pero señala otro elemento: “El Estado plurinacional ha pretendido reemplazar las fechas, los símbolos y las características históricas de Bolivia con otros símbolos, con otros significados y otras significancias”.
Además de los vaticinios de agravamiento de la crisis, 2025 es año electoral. Las últimas elecciones generales, en 2020, siguieron a los comicios de 2019, anulados por las denuncias de fraude electoral y las movilizaciones que sacaron a Evo Morales de la presidencia.
CRISIS
A la crisis política en Bolivia, marcada en los últimos meses por la disputa en el partido gobernante MAS, se ha sumado la difícil situación económica debido a la escasez de dólares y diésel.
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