Carlos Mesa: "Evo Morales está mucho peor que cuando renunció a la Presidencia en 2019"
Según Mesa, la crisis de 2019 se tradujo "en un resultado nefasto para el país, con un partido que trata de controlarlo todo y que lo está perdiendo todo".
El expresidente de Bolivia Carlos Mesa (2003-2005) sostuvo en una entrevista con EFE que la imagen del exmandatario Evo Morales (2006-2019) está ahora "mucho peor" que cuando el también líder oficialista renunció a la Presidencia en 2019, en medio de una de las peores crisis que ha tenido el país en este siglo.
Consultado sobre cómo ve a Morales actualmente frente a cómo estaba el también líder del gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS) hace cinco años, Mesa respondió que "mucho peor, si cabe, porque ya era muy malo cuando renunció a la Presidencia en 2019".
El asimismo historiador y periodista dialogó con EFE sobre la coyuntura boliviana cinco años después de la crisis social y política posterior a los comicios del 20 de octubre de 2019, en los que Morales fue proclamado ganador inicialmente, pero que fueron anulados después por las denuncias de un fraude electoral a su favor.
Las denuncias surgieron por la paralización de la transmisión de resultados preliminares por casi 24 horas y el posterior cambio de tendencia en la votación que descartó una segunda vuelta entre Morales y Mesa.
Esto desató protestas ciudadanas que terminaron en la renuncia de Morales el 10 de noviembre de 2019, después de que la Organización de Estados Americanos (OEA) confirmase que hubo irregularidades en los comicios.
El oficialismo asegura que Morales fue víctima de un golpe de Estado, pero sus detractores rechazan esa acusación que fue llevada a estrados judiciales a instancias del MAS.
"Los hechos objetivos demuestran (...) que lo que hubo en 2019 fue un gigantesco fraude, en ningún momento un golpe de Estado", manifestó Mesa, líder de la alianza opositora Comunidad Ciudadana (CC),.
"Enfermedad" y "virus"
El expresidente consideró que hoy Bolivia está en "un momento particularmente crítico" por el "declive permanente" de su economía y por la inestabilidad social y política.
Para Mesa, "el MAS es la enfermedad política" y "Morales y Arce son el virus de esa enfermedad".
"Morales, obsesionado con la Presidencia, está en un profundo debilitamiento porque sus acciones han demostrado que no tiene un interés en resolver la crisis económica del país, ni reclama por los derechos de los más pobres, ni de los más excluidos, sino reclama por sí mismo", sostuvo.
Añadió que Morales "reclama por su supuesto derecho inexistente a la reelección presidencial" y también para que "no se lo juzgue" por las acusaciones de trata de personas y estupro que afronta.
"El país se ha dado cuenta de que (Morales) quiere resolver sus problemas a título de defender el bien común, que ha hecho un perjuicio brutal de más de una veintena de días de bloqueos de carreteras con un daño severo a una economía ya muy golpeada por la ineficiencia del Gobierno del presidente Luis Arce", afirmó.
Esos bloqueos fueron realizados por los seguidores de Morales, en medio de la pugna interna en el oficialismo por el control del partido y la definición de su candidato para las elecciones generales de 2025.
Retos para 2025
Según Mesa, la crisis de 2019 se tradujo "en un resultado nefasto para el país, con un partido que trata de controlarlo todo y que lo está perdiendo todo".
También consideró que la "decadencia" del MAS comenzó en 2016, cuando Morales se negó a acatar el resultado del referendo que le negó una nueva candidatura, y "se expresó de manera brutal en 2019" por su insistencia en postular.
Ese declive oficialista coincide con "la evidencia" de que terminó la época de "vacas gordas" y que no hubo "ningún mérito" en la gestión de Arce como ministro de Economía de Morales, ni ahora como presidente, agregó.
Mesa lamentó que el último año de Gobierno de Arce coincida con el bicentenario de la independencia de Bolivia porque el país "merecería" tener una "mejor suerte".
Opinó que Arce tiene "tiempo de rectificar" y emprender "medidas estructurales de fondo para aliviar al país de la situación dramática que está viviendo, para reconocer que su modelo es un fracaso completo".
También señaló que las elecciones de 2025 suponen la "oportunidad de un nuevo proyecto histórico" que espera que se pueda construir desde la oposición, que "no puede cometer el error de ir dividida" a esos comicios.