¿Cómo está el país tras casi 19 años del MAS en el poder?

En casi 19 años de gestión gubernamental del MAS, el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia creció un 600%, según destaca el analista Martín Moreira, entre varios indicadores de un modelo económico que, desde su perspectiva, “estableció las bases del desarrollo”. Desde otro enfoque, el analista Fernando Romero considera que tanto Evo Morales como Luis Arce, ambos del mismo partido político, incurrieron en una “mala administración” de los recursos estatales al grado de dejar al país en una situación crítica, equiparable a la de un paciente en “terapia intensiva”.

El Movimiento Al Socialismo (MAS) cumplirá en noviembre, cuando concluya el periodo de Arce, 18 años y diez meses de gestión discontinua, pues tras la abrupta salida de Evo Morales del poder que detentó durante 13 años y diez meses, Jeanine Áñez asumió la presidencia de forma transitoria por un año entre 2019 y 2020.

MIRADA OPTIMISTA

El analista económico Moreira aprueba el largo ciclo del MAS al señalar que gracias a su modelo crecieron el PIB, las exportaciones, se potenció la industria, mejoró la vertebración caminera y hubo inversión en educación y salud, entre otras cosas, con lo cual “ha empezado a generar bienestar para muchos tipos de estamentos, tanto sociales, públicos, y una repartición de riquezas realmente grande”.

“En todo este tiempo se ha trabajado en leyes coyunturales, se han generado planes y rescate de fondos de excedentes de sectores como la banca, que ha dado fruto, por ejemplo, al crédito productivo y por ende a la generación de una base empresarial muy interesante que llega ya a las 400 mil empresas en Bolivia. Estamos hablando de eso, hablando de que en estos 19 años se ha hecho más que en los 30 años que ha durado el neoliberalismo en Bolivia”, dice él.

Asimismo, Moreira afirma que la difícil coyuntura actual no tiene punto de comparación con lo que se heredó hace 20 años. “En el 2005 no llegábamos a $us 800 millones, pero ahora, pese a que han bajado tanto las reservas y gracias a la Ley 1503 y a las empresas públicas, estamos con $us 2.800 millones; por lo tanto, no hay alguna similitud con lo que nos dejó la época del neoliberalismo”, subraya el analista consultado por CORREO DEL SUR.

MIRADA CRÍTICA

Para el economista Romero, el país que heredará el próximo gobierno requerirá de medidas de estabilización para “salvarlo” de su agonía. Bolivia cerró 2024 con un crecimiento económico “muy bajo” del 0,73 y este año difícilmente superará el 2%. “Además, nuestra economía enfrenta un proceso inflacionario sostenido y las Reservas Internacionales Netas tienen muy baja liquidez, una inversión extranjera muy pobre y calificaciones de riesgo preocupantes”, señala él.

Recuerda que al MAS le favoreció tener en su apogeo a los principales campos hidrocarburíferos, la llegada de inversión extranjera estratégica y precios internacionales elevados. “Pero se han dedicado solamente a explotar y vender (el gas natural), han repuesto muy poco de las reservas gastadas, no ha habido descubrimientos importantes y han vivido de esa renta, es como que tú heredas algo y te dedicas a tener una vida millonaria, pero no has invertido, no has generado empresas, o sea, no por nada, cuando cayó el gas, ha caído la economía. Otro país con tal vez la cuarta parte de esos recursos hubiese hecho que su nación crezca y tenga un desarrollo sostenible a largo plazo”, concluye Romero.

EL MODELO

El modelo económico del MAS, conocido como Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), se caracteriza por una fuerte intervención estatal, redistribución de la riqueza y un enfoque en la industrialización, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y lograr el “vivir bien”.

“En 19 años se ha tenido una mala administración de los recursos estatales”

“Se llega a esta elección con una economía duramente golpeada, una economía desequilibrada y una economía que tiene las esperanzas de recuperarse en el nuevo Gobierno, que sin embargo no sabe a ciencia cierta qué país va a recibir en cuanto a las reservas internacionales, a los recursos disponibles de la Gestora, a las reservas estatales de oro, al nivel real de endeudamiento del país, porque tenemos un déficit también fiscal de 11 años consecutivos, una balanza comercial negativa, tenemos problemas de carburantes, falta de dólares en el sector público y privado, una inflación galopante.

Entonces, es como que te van a pasar un paciente en terapia intensiva, y un nuevo gobierno tiene la tarea de estabilizar a ese paciente y salvarlo, además de eso va a tener presiones políticas de los opositores, movimientos sociales y los grupos no afines.

En tal sentido, va a recibir una economía, yo diría, en una situación delicada, y bueno, el nuevo Presidente tendrá que aplicar las medidas correspondientes, principalmente en política económica, que busquen resolver esos problemas paulatinamente con el menor impacto negativo en términos sociales, en pobreza y desempleo principalmente.

De todos modos, hay que esperar qué el gobierno va a entrar, pues no es lo mismo que sea uno de izquierda, que ya es la continuación de este modelo de casi 20 años, o uno que en teoría cambiaría el modelo económico y de gestión pública de esos casi 20 años. 

En 2005, un año antes de la llegada del MAS al poder, nuestra economía, basado en el modelo neoliberal, tenía un crecimiento moderado.

Ya en el nuevo gobierno, el punto clave ha sido la nacionalización, en teoría, de grandes campos hidrocarburíferos descubiertos 10 o 15 años antes del primer mandato de Evo Morales.

En el periodo del MAS la explotación y exportación de gas natural generaron $us 60 mil millones, una cantidad inmensa de dinero que ha permitido que su modelo se sustente, así como el gasto público en la demanda interna y que generó un crecimiento económico que era óptimo, mientras había recursos para gastar.

Pero una vez que han caído los ingresos, no pasó lo mismo con el gasto estatal que se mantuvo en niveles altos y eso ha ido generando desequilibrios en varios puntos. En resumen, creo que se ha tenido una mala administración de los recursos estatales en todo este periodo”.

“Bolivia tuvo 19 años de un modelo que estableció las bases del desarrollo”

“Bolivia tuvo 19 años de un modelo económico que ha establecido las bases del desarrollo de lo que somos ahora. Estamos hablando que un sector agropecuario incipiente que creció de 300 a 400 millones de dólares a $us 3.440 millones en exportaciones; de un Producto Interno Bruto nominal que pasó de casi $us 9.000 millones a $us 55.000 millones; de Reservas Internacionales que no llegaban a $us 800 millones a ahora están en $us 2.800 millones, pese a la caída de los últimos años; de una incipiente manufactura que en 2022 representó más del 50% de las exportaciones. Estamos hablando de que ha habido una conexión vial muy grande en el país, la cual ha empezado a generar bienestar para muchos tipos de estamentos, tanto sociales, públicos, y una repartición de riquezas realmente grande. Ahora algunos analistas de la oposición dicen ‘es que el petróleo se lo han gastado’, pero veamos cuánto de dólares ha sacado el neoliberalismo en 15 años con la capitalización. Han sacado $us 113.000 millones, que no se han quedado en el Estado, no ha habido construcción de carreteras, no ha habido nada, no ha habido ni siquiera inversión en salud, educación ni infraestructura. 

Pero en 19 años (del gobierno del MAS), ha habido vertebración, y con los $us 60.000 millones, la mitad de lo que se lo han llevado las transnacionales, con eso se ha rearticulado Bolivia y se han hecho obras en salud y educación.

Asimismo, hemos tenido reservas (de hidrocarburos), claro, $us 16.000 millones. Algo que no tenemos que olvidar los bolivianos, es que se ha cometido un error graso, como dice el presidente Luis Arce, de no cuidar la nacionalización. Pero en 2021 se ha reafirmado ese compromiso con la nacionalización y las materias primas estratégicas, armando un plan de Upstream, que es y que va a ser el futuro en términos de gas en Bolivia. Estamos hablando de una nueva cordillera de explotación, que es la cordillera del Subandino Norte, que tiene en capacidad entre Mayaya Centro X1, Mayaya Centro X2, Mayaya Centro X3, Ciape, Tomachi X1, Tomachi X2, todo lo que es Copacabana, cerca de 8 TCFs de gas y una capacidad petrolera de 50.000 barriles diarios. De eso estamos hablando en exploración. Sin tomar en cuenta Sipe Sipe, Remanso, San Miguel, Macharetí. En total, este proceso de Upstream va a generar casi 50 TCF, pero podemos mirar un poco más allá, podemos mirar que también hay un hito pendiente y eso se tendría que hacer a través del continuismo del modelo económico. Es buscar la exploración en minerales, que es otra generación de riquezas, pero desde el Estado”.