La campaña territorial toma protagonismo en el balotaje
Los dos binomios optaron por la misma estrategia: copar la mayor espacio territorial posible
Con el reloj en cuenta regresiva para el balotaje del 19 de octubre, la disputa por la Presidencia de Bolivia parece haber abandonado las redes sociales para librarse en las calles, mercados y plazas de todo el país. En una clara decisión de poner por delante la campaña territorial, los binomios dividieron sus agendas para abarcar la mayor cantidad de terreno posible. Mientras los candidatos presidenciales se enfocan en plazas clave, sus compañeros de fórmula peinan localidades intermedias en un intento frenético por capturar cada sufragio posible.
El universo de electores en disputa es monumental. Se trata de un botín de más de 3,7 millones de votos, compuesto por los 2,2 millones de sufragios que obtuvieron las seis fuerzas políticas que no avanzaron al balotaje, y un crucial bolsón de más de 1,5 millones de votos entre nulos y blancos. De estos últimos, los 1,3 millones de votos nulos cobran especial relevancia, ya que fueron activamente promovidos por el expresidente Evo Morales como una forma de protesta y hoy no tienen dueño, convirtiéndose en un electorado clave que ambos binomios buscan ahora capitalizar.
En esta segunda fase, el contacto directo con la gente es el rey. Por lo visto hasta ahora, la campaña de ambos frentes parece haberse centrado claramente en sectores populares, a través de concentraciones, caravanas, visitas a mercados y conversaciones directas con los electores, en un despliegue que abarcó ya al menos 38 municipios distintos.
La ofensiva de Libre
La alianza Libre, con Jorge Tuto Quiroga a la cabeza, emprendió una ofensiva estratégica que lo llevó a visitar al menos 17 municipios, según las publicaciones en su cuenta de TikTok. Por un lado, el candidato buscó afianzar su poder en sus principales plazas fuertes. En Sucre, donde se impuso en la primera vuelta con más de 67.000 votos frente a los 61.500 del PDC, participó en un desfile cívico por el 29 de septiembre y sostuvo reuniones con sectores como la Nación Qhara Qhara, entre otras actividades. En Santa Cruz de la Sierra, su mayor bastión, realizó múltiples actividades que incluyeron el aniversario de este departamento y visitas a distintos sectores.
Sin embargo, el movimiento más notorio de Quiroga fue su incursión en territorios donde el PDC fue la fuerza dominante en la primera vuelta. Un ejemplo claro fue su presencia en El Alto, una plaza indiscutible del PDC, donde Paz obtuvo un arrasador triunfo con más de 336 mil votos frente a los apenas 62 mil de Libre. Allí, su candidato a la Vicepresidencia, Juan Pablo Velasco, bailó de moreno en una entrada folclórica, en un gesto de acercamiento con los sectores populares, y se reunió con una facción de los Ponchos Rojos. Quiroga, además, visitó Caranavi, en los Yungas de La Paz, otra plaza fuerte del PDC donde Paz lo superó con casi 11.000 votos contra 1.269 de Libre. Mientras tanto, Velasco reforzó la campaña en Oruro, Tarija y mercados populares de La Paz y Santa Cruz.
La estrategia del PDC
Por su parte, el binomio del PDC, que recorrió ya al menos 21 municipios, según las publicaciones en sus cuentas de TikTok, aplicó una estrategia similar de división de tareas. Rodrigo Paz dedicó una parte importante de su agenda a consolidar sus bases, con múltiples concentraciones en El Alto y Viacha, donde su discurso se centró en la lucha contra el racismo, en alusión a los supuestos tuits racistas de Velasco. En estas zonas, su victoria en primera vuelta fue contundente.
Al mismo tiempo, Paz viajó a regiones clave para capturar el voto de los candidatos que quedaron fuera de la segunda vuelta. Su visita a Trinidad es un ejemplo claro. Allí, Unidad fue la fuerza más votada en primera vuelta con más de 28.000 votos, mientras que Libre quedó segundo con casi 20.000 y el PDC tercero con 8.500. La presencia de Paz en esa ciudad, así como en Guayaramerín y Riberalta, apuntó directamente a ese electorado sin representación. Entretanto, su compañero de fórmula, Edmand Lara, complementó la estrategia con una agenda propia muy activa, recorriendo localidades como Luribay, Patacamaya y Copacabana en La Paz, y Puerto Quijarro en Santa Cruz, para asegurar que el mensaje del PDC llegara a más rincones del país.
Así, a dos semanas de la elección definitiva, la batalla por la Presidencia, a diferencia de la primera vuelta electoral se decidirá, aparentemente, en mayor medida en el terreno que en las redes sociales. La capacidad de generar conexiones genuinas con el electorado y la habilidad para convencer a los votantes indecisos y a quienes apoyaron a otras fuerzas determinarán quién ocupará la silla presidencial.
En Facebook
Libre invirtió más de 200 mil bolivianos en Facebook en los últimos 30 días, según la Biblioteca de Anuncios de Facebook, mientras que el PDC no tenía un solo peso invertido, según las cuentas de los candidatos de ambos binomios. No obstante, había inversiones menores a favor del PDC, de entre 100 y 200 bolivianos, en algunas cuentas. Las plataformas de transparencia de propaganda electoral en YouTube y Google no están disponibles en Bolivia, por lo que no es posible determinar la inversión de los partidos políticos en esas plataformas.