Remembranzas del Presidente del TSE: “Si alguien quiere dispararme, lo puede hacer en el estadio o la plaza”

El presidente saliente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Óscar Hassenteufel, sonríe cuando se sienta en la cabina de Correo del Sur Radio, en las instalaciones de CORREO DEL SUR, situadas en la zona del parque Bolívar, prácticamente al frente del edificio del Tribunal Supremo de Justicia. No es para menos porque hace más de dos décadas su celoso guardia de seguridad le advirtió que le podían disparar desde este edificio.

Ocurrió cuando fungía como ministro de la entonces Corte Suprema de Justicia, cargo que desempeñó entre 1993 y 2001.

“Me recomendaba mover el escritorio porque había el riesgo de que alguien pudiera disparar, justamente desde este edificio donde está CORREO DEL SUR (se ríe). Y claro, yo, como sabe todo el mundo en Sucre, soy muy aficionado al fútbol, tal que tenía un equipo, formamos un equipo que entonces era famoso, el club Guaraní. Yo iba al estadio todos los sábados o domingos y entonces le digo a este joven oficial: ‘No te preocupes, si alguien quiere dispararme lo puede hacer más cómodamente en el estadio o en la plaza cuando salgo a caminar’”.

Mantiene su amor por el fútbol, aunque su corazón sigue dividido entre Guaraní, el equipo que impulsó, y Stormer's, donde recibió entrenamiento aunque no llegó a jugar un partido oficial, además de que este último nació en el colegio del Sagrado Corazón, donde Hassenteufel estudió.

Al margen del fútbol, el abogado con más de medio siglo de trayectoria tiene predilección por la lectura y la música y a ellas piensa dedicarse ahora: “A partir del 19 o 20 de diciembre volveré a mis libros. Hay muchos libros que no he podido leer, de diverso tipo; volveré a mi música, yo no bailo ni canto, pero me encanta escuchar música, y volveré a mi hamaca”, manifiesta.

Ahí lo están esperando “Sables y Utopías: Visiones de América Latina”, de Mario Vargas Llosa, o su música de siempre: oriental, folclórica argentina y paraguaya... 

No sorprendería, sin embargo, que se involucrara en otros proyectos como una propuesta de reforma al régimen electoral.

“Me voy con un sentimiento de tranquilidad de haber hecho lo mejor que podía. Quizás cometimos algunos errores (...), pero me voy tranquilo, me voy feliz”, cierra el chuquisaqueño.

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