Aquellos perdedores gloriosos llamados Faces
En el fondo, los ves por los vídeos que rulan por esa red insaciable que es Internet y te preguntas qué falló. Los ves subidos sobre el escenario, con esas pintas tan flipantes (y setenteras) para el mundo del rock’n’rol
En el fondo, los ves por los vídeos que rulan por esa red insaciable que es Internet y te preguntas qué falló. Los ves subidos sobre el escenario, con esas pintas tan flipantes (y setenteras) para el mundo del rock’n’roll, esas canciones tan plenas, cantadas a pulmón por la voz ronca de su vocalista y directas al corazón, como flechas bien tensadas, gracias a esos riffs rompedores, y te preguntas por qué no salió mejor. Los ves ahí y piensas: lo tenían todo, pero, al final, no consiguieron nada. Eran Faces.
Faces, o lo que es lo mismo: una de las mejores bandas de rock’n’roll de la historia. No es una hipérbole. Rock’n’roll entendido en sentido estricto, sin añadiduras, sin plásticos, ni explicaciones superfluas. Rock’n’roll en esencia, que esconde el feeling, el groove y, por tanto, rompe el hueso. Rock’n’roll que mola, como terminarías definiéndolo en la barra del bar, unos segundos antes de pedir la penúltima, ante tu colega, el desconocido que te dio cuerda o la chica de mirada incisiva. En verano se supo la noticia: cuarenta años después de su separación, Rod Stewart, Ronnie Wood y Kenney Jones resucitarán a Faces para un concierto benéfico en Reino Unido que se celebrará este sábado 5 de septiembre en el Hurtwood Park Polo Club de Ewhurst, en Surrey. El grupo se reunió en 2009 sin Rod Stewart, quien sí intentó estar cuando la banda entró en el Rock n Roll Hall of Fame en 2012, aunque tuvo que cancelar sus planes por enfermedad. Ian McLagan y Ronnie Lane ya fallecieron. Un lugar para la nostalgia, aunque lejos quedan aquello que representaron.
Fueron una de las mejores bandas de rock’n’roll, pero apenas duraron un lustro. A la sombra siempre de sus referentes los Rolling Stones, su carrera fue de 1970 a 1975. Surgidos de las cenizas de Small Faces cuando Steve Marriot tomó la decisión de irse para formar los más que interesantes Humble Pie, donde dio más rienda suelta al blues. A partir de ese momento, los miembros restantes de Small Faces quisieron continuar con el proyecto original. De este modo, Ronnie Lane, Ian McLagan y Kenny Jones continuaron pero lo hicieron juntándose a Ron Wood y Rod Stewart, que salían de The Jeff Beck Group. El cambio fue para mejor.
Encajaron las piezas y el rock’n’roll empezó a rodar bajo el nombre Faces.
Recientemente, ha visto la luz una caja recopilatoria más que sabrosa donde se recogen sus cuatro discos originales, incluido ese primero First Step que salió por error con el antiguo nombre de la banda, Small Faces, más otro de rarezas y caras B. Los cuatro oficiales además cuentan con interpretaciones en directo de cortes conocidos o tomas alternativas en estudio, todas ellas nunca antes editadas.
Buena oportunidad para calibrar el corte de este grupo que terminó por hacerse influyente con el paso del tiempo, superando su falta de trascendencia en vida.
Dos hechos jugaron en su contra: les pesó como una losa esa comparación de “nuevos Rolling Stones” en uno de los períodos más fructíferos del grupo de Mick Jagger y Keith Richards y se desarrollaron en una época en la que el rock’n’roll iba para abajo mientras eclosionaba el rabioso punk y se extendía la música disco.
Tal vez, Faces debieron surgir cinco años antes y su éxito hubiese sido otro bien distinto, cercano al de The Who o Animals, pero al menos a ellos les corresponde llevar al rock’n’roll, en su concepción más cruda y original, a otro humilde pero trascendente estado. Con esta banda de astros del rock, sucede algo similar con lo que sucedió con coetáneos del otro lado del Atlántico, bajo el paraguas de las raíces del country o el blues, como Lynyrd Skynyrd o The Allman Brothers Band: le dieron otro aire al rock’n’roll. Parecía como si lo rejuvenecieran, otorgándole un ropaje nuevo, lleno de soul, descarnado.
Parte del secreto residía en un gran frontman como Rod Stewart, antes de pasar a ser una estrella del mainstream del rock, un mister baladas de onda media. También en su guitarrista Ron Wood, que terminarían fichando los Rolling Stones (debido al empecinamiento de Keith Richards) para sustituir a Mick Taylor (y para este que escribe el cambio no quiere decir que fuera a mejor para sus satánicas majestades) y, claro, cómo no, en ese órgano siempre presente de Ian McLagan, un colchón que amortigua las emociones, que hierve para poner los sentimientos a flor de piel.
Hay algo poético en ese rock’n’roll callejero, vagabundo, casi cómico. Son una banda de bar, haciendo rock’n’roll de bar, con esa voz rasposa y herida de Stewart que suena como esas verdades que se escuchan a altas horas de la noche con más alcohol del aconsejable en las venas. Verdades que, en mitad de la desorientación, no se olvidan. Si los oyes, simplemente, te dan ganas de ponerte otra copa, e invitar a la última ronda para brindar con alguien por la derrota o, por qué no, esa pequeña victoria que significa sentirse aún, pese a todo, vivo con la música. Tal vez haya instantes que no volverán, y sobren copas en esa barra del bar en la que el camarero ya no te pregunta cuando tiene que dejar de echar de tu whisky preferido en el vaso. Tal vez Faces debieron ser algo más, pero, qué narices, a quién le importa, si son de los nuestros.
ROD EN SOLITARIO Roderick David Stewart, CBE (Highgate, Londres; 10 de enero de 1945) es un músico, compositor y productor británico de música rock, conocido mundialmente por haber sido vocalista en las bandas The Jeff Beck Group y Faces, como también por su exitosa y extensa carrera como solista. Con su distinguida voz rasposa inició su carrera como músico callejero para luego participar en The Dimensions y en el supergrupo The Steampacket, durante los primeros años de la década de los sesenta. Sin embargo alcanzó el éxito luego de ingresar a The Jeff Beck Group, donde solo participó en sus dos primeros álbumes, y luego en Faces hasta 1975 cuando la agrupación inglesa se separó. Paralelo a su trabajo en Faces inició su carrera en solitario con el disco An Old Raincoat Won't Ever Let You Down, logrando más atención en las listas musicales que los mismos álbumes del grupo inglés. Tras la separación de Faces se enfocó tiempo completo a su carrera, que continuó logrando éxito y ventas millonarias durante los años posteriores e incluso hasta el día de hoy. |