Aramburo: “La democratización artístico cultural es una ilusión”

El director de Kiknteatr, Diego Aramburo, nos habla acerca de las proyecciones de su trabajo, a tiempo de hacer una evaluación sobre el estado de la cultura y sus necesidades en el momento histórico de la sociedad...

Aramburo: “La democratización artístico cultural es una ilusión” Aramburo: “La democratización artístico cultural es una ilusión”

Puño y Letra
Puño y Letra / 01/02/2016 06:48

El director de Kiknteatr, Diego Aramburo, nos habla acerca de las proyecciones de su trabajo, a tiempo de hacer una evaluación sobre el estado de la cultura y sus necesidades en el momento histórico de la sociedad boliviana actual.

P.- El 2015 fue un año en que, al parecer, desplegaste mucho trabajo. Por ejemplo, Hamlet de Shakespeare en República Dominicana, fue asumida como lo más importante hecho en gran formato en ese país. Dinos cómo recibes el reconocimiento a nivel internacional. Qué destacas de tu paso o el paso de tu obra, en todo caso, por otros países.

R.- Creo que el fruto de haber trabajado ya años entre Bolivia y el exterior, y haberlo hecho siempre arduamente, se ve en instancias como la receptividad positiva de la crítica especializada, con algunos premios y reconocimientos, pero sobretodo con la acogida del público.

En el caso del montaje que hice del clásico de Shakespeare, el "Hamlet" en República Dominicana como destaque de lo producido allá en gran formato (eso salió en el diario El Nacional de Santo Domingo del 18 de diciembre), el encuentro con el público fue algo fantástico.

La gente allá no está muy habituada a ver clásicos, menos tragedias que duren más de dos horas, pero el montaje tenía las características de espectacularidad que demanda el teatro oficial para grandes salas y el despliegue que me exijo cuando creo para instancias de esa naturaleza. Eso logró una aproximación más cálida hacia una obra que en realidad es prácticamente filosofía pura.

También, la historia de la golpeada Dominicana, habría puntos de contacto entre el texto y la sociedad local, que de manera sutil fueron parte de lo que tendió una mano a un público que quedó agradecido y ovacionó de pié cada función.

Anteriormente he trabajado en Canadá, Argentina, Ecuador, Francia, Estados Unidos y Brasil y, felizmente, ha ido siempre muy bien. Debo decir que, inicialmente, no es fácil la figura de "director internacional invitado", pues a veces el círculo de profesionales locales se pregunta por qué se trae a alguien de fuera para hacer el trabajo que ellos quisieran o podrían hacer. Y la pregunta se hace aún más presente, si el invitado viene de Bolivia, que es un país que aún no tiene tanto renombre internacional a nivel de las artes escénicas -aunque algunos de los artistas bolivianos que hacemos teatro en la actualidad estamos logrando cambiar esto.

Pero, como uno es invitado para ocasiones especiales, normalmente se supera esa etapa y luego me ha sucedido de generar una excelente relación con los colegas de cada lugar y volver a trabajar con ellos varias veces. De esta manera, se termina reconociendo el aporte de uno, como agente externo, a la escena local. Y eso es muy lindo, poder dejar algo que hace dar un pequeño paso extra a un par de personas, y a estas alturas, es un gusto grande y un honor para mí el poder decir que he aportado a que sigan su camino algunas personas en Bolivia y fuera, personas/artistas que no es que me deban nada ni que sean artistas gracias a mí, ni mucho menos, pero con los que generamos encuentros nutritivos y lindos y que siguen produciendo y muy bien, como artistas de calidad y como voces fuertes de sus respectivas sociedades. Y eso es algo que considero importante para las distintas sociedades.

P.- A nivel nacional en Santa Cruz destacaron "La Santa Cruz de Sade", luego "Romeo y Julieta de Aramburo", el montaje de "Morales" ganó el Premio Nacional de Teatro y la Comisión de Culturas, Interculturalidad y Pueblos Originarios, en fin, qué crees que ha madurado en el terreno nacional a nivel del público y a nivel institucional con respecto al teatro en nuestro país.
R.- Creo que el público va creciendo de a poco. Creciendo en número y en formación a la hora de apreciar las distintas ofertas teatrales.
Y con esto para nada hablo de que el público deba tener información o formación especial para ir a ver teatro, para nada. Con esto me refiero a la verdadera democratización del arte y la cultura.

Me explico. Se ha generado un concepto absolutamente equivocado de la frase "democratización del arte y la cultura" y actualmente muy equivocadamente se piensa que hacer esto significa abrir los teatros y convocatorias artísticas regionales y nacionales para que ahí se presenten indistintamente artistas reconocidos como nóveles iniciativas e incluso esfuerzos aficionados y/o colegiales, todos de la mano, todos gozando de las mismas oportunidades de difusión de lo que hacen.
La idea parece linda e inicialmente suena favorable para lo que uno puede imaginar como "una oportunidad de igualdad para todos".
Pero, en realidad, esta concepción de "democracia artística cultural" es solo una ilusión, un espejismo sumamente dañino para la cultura, el arte y la intelectualidad boliviana. En el sentido de que igualar a quienes se han preparado para hacer algo bien hecho, con quienes lo hacen de manera aficionada, hace que el público confunda todo, iguale todo para abajo y termine detestando las actividades artísticas y culturales, todas por igual. Eso por un lado.

Por otra parte, eso hace que los nóveles creadores y los aficionados piensen que no deben investigar ni prepararse más, sino que por obra y gracia de "la igualdad de oportunidades", pueden resultar el siguiente Mozart o el siguiente Evo y surgir desde las bases directo hasta la cumbre, una especia de "sueño-boliviano" (emulando el "american-dream"); pero lo que no está dicho en esa formulación es que incluso Mozart con toda su genialidad, no apareció como músico sin trabajo alguno y que su padre lo tuvo por horas de horas al piano desde niño, para que luego la humanidad goce de la genialidad de sus composiciones.
La verdadera democracia de las artes y la cultura consiste en realidad en llevar el arte y la cultura de calidad, con todas sus características y calidades, a todos. Y esto no sólo significa llevar obras por todas partes, sino significa llevar la información previa y posterior relativa a la cultura boliviana y a la cultura universal, que permite a cualquiera disfrutar de cualquier manifestación artístico cultural.
Una vez más, la verdadera democracia está en la difusión de información, en dar educación y formación a todos por igual. Información y formación en todos los campos y saberes bolivianos y universales. Esa es la verdadera base de la democracia general y de la democracia artístico cultural. Lo demás es demagogia.

P.- Pasas buena parte de tu tiempo en Sucre, cuál es tu percepción sobre la actividad teatral en la ciudad. Has pensado en involucrarte más por estos lados.
R.- Hace tiempo que vengo dando talleres en Sucre. Son talleres de convocatoria nacional, pero los doy aquí y los abro a interesados locales. Los doy en formato de claustros y han dado muy buenos resultados. A parte de eso, claro que me voy involucrando cada vez más en la actividad artístico-cultural local.

Me interesa hacerlo y voy dando pasos en ese sentido. Estoy trabajando para ello junto a chuquisaqueños con los que vamos trazando proyectos y oportunidades y espero lograr que resultados que se puedan ofrecer en forma de oportunidades para fomentar, difundir y potenciar las artes y la cultura en Sucre, que es una ciudad que quiero mucho y me encanta, claro (dicho sea de paso, mi hija es de acá).
Todo esto, en el sentido de verdadera difusión y promoción de las artes y la cultura, claro, y tratando siempre de evitar caer en facilismos.
A nivel de creaciones, ya escribí y dirigí una obra aquí para Teatro de Los Andes, con los que llevamos a escena mi Hamlet de Los Andes, y naturalmente yo estoy a la expectativa de una posible siguiente creación que pueda yo hacer aquí en Sucre, pero claro, crear teatro requiere bastantes recursos y, entonces, uno debe gestionarlos a nivel local y encontrar eco a esas gestiones. Sinceramente espero lograrlo y pronto, pero, mientras tanto, sigo creando en el resto del país y en el mundo y voy trayendo algunas de mis creaciones a Sucre.

P.-Cuáles son tus principales preocupaciones, en la actualidad, a la hora de formularte una idea y escribir una obra. Qué ronda en tu cabeza para este año y por qué.
R.- Actualmente estoy reflexionando mucho sobre Bolivia, sus características y su historia.
Eso no deja de darme vueltas la cabeza y no es para nada fácil, pues este es un país de caras muy diversas y lleno de contradicciones y paradojas.
En ese sentido, estoy dedicando estos años a una Trilogía que trabaja sobre distintos temas que considero conceptos eje de nuestra plurinación, en ese sentido, con mi compañia, Kiknteatr, debemos culminar la "Trilogía Boliviana", que pasa por 'el arriba', 'lo etéreo' (una especie de janajpacha) en la obra "Hejarei"; cierto presente y lo terrenal o kaipacha que es reflejado en el replanteamiento que se hizo de "Morales" que recibió el Premio Nacional de Teatro 2015; y para completar esta Trilogía toca cerrar la tercer pieza, "Ukhupacha", que sería una mirada a aspectos más dionisíacos y quizás una proyección a lo futuro.

P.- Por último, qué crees que debería cambiar en la escena nacional. Cuáles son los puntos fuertes y los puntos débiles de la producción teatral en Bolivia.
R.- Felizmente ya hay muchas instancias de formación actoral y hay talento a ese nivel.
Lo que falta son cabezas que puedan conceptualizar la puesta en escena como totalidad, directores con mucho conocimiento específico de la escena, pero también mucho conocimiento teórico general y mucho conocimiento de lo que es Bolivia y su(s) cultura(s). Eso hace falta para que el teatro en Bolivia de un salto de calidad.
Eso y que se genere unidad en el rubro para que consigamos ciertos puntos cruciales para todos y nos coordinemos para lograr un mercado de consumo escénico.

Y, de parte de los distintos gobiernos, programas de difusión de las artes y la producción intelectual bolivianas.
La revolución socio-cultural de la que se ha hablado tanto sólo es posible si realmente se defiende, fortalece y promueve nuestra cultura, tanto lo que ya existe (lo ancestral y patrimonial), como lo que resulta el pilar de tener una cultura viva a futuro y eso es la producción intelectual y artística de alto nivel que se pueda tener hoy.

No hay que olvidar que un país sin nueva producción artística e intelectual en presente, es un país sin cultura mañana.

KIKNTEATR EN BREVE
Kikn (artículo variable del idioma quechua): “igual”, “parecido”, “mismo”.
Kiknteatr (dependiendo del uso, paradójicamente puede significar): “como teatro” (ó) “teatro mismo”… Dirigido por Diego Aramburo, Kiknteatr es un colectivo artístico que desarrolla una propuesta escénica contemporánea, dramaturgia propia y lenguajes y planteamientos transdisciplinares que le permiten plantear obras y objetos escénicos y subjetivaciones poéticas acordes a una actualidad vinculada a las particulares, profundas y vastas raíces culturales bolivianas.
Su obra ha sido destacada entre las más importantes del país, por la personalidad de su trabajo, su producción de alto nivel y la innovación y osadía que la caracteriza.
Por ello mismo, Kiknteatr es una de las compañías de Bolivia que más ha participado en eventos y festivales de teatro y artes escénicas internacionales.
Las creaciones de los últimos cinco años presentan lenguajes cruzados entre artes escénicas, performance e influencias procedimentales de las artes visuales.

 

DIEGO ARAMBURO EN BREVE
Diez veces Premio Nacional de Teatro en Bolivia, Premio a la Trayectoria (Festival Internacional de Teatro de Santa Cruz, Bolivia), doble Medalla de Honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia.
Su reciente producción en Argentina le valió varios premios allá por “El Preciso Instante Para No Ser Amado”, de su autoría y dirección, y por “La Librería”, incluído el Premio Mayor, Premios Gran Teatro del Mundo 2011, en Córdoba. Y su “Hamlet de Los Andes” recibió el Premio Mayor a la Mejor Obra Extranjera presentada en Argentina, Premios Gran Teatro del Mundo 2014.
En 1996 fundó el colectivo que dirige, Kiknteatr, en Bolivia, donde además promueve actividades pedagógicas y de gestión para fortalecer la práctica escena en ese país.
Su producción en gran formato lo ha llevado a ser el primer director que desarrolló y ejerce su carrera en Bolivia en ser invitado a dirigir en teatros oficiales de primer nivel (Canadá, Argentina, Ecuador, etc.), así como compañías independientes en distintos países.

 

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