Por el cine en Bolivia

Bolivia en las últimas décadas ha saltado de una nación excluyente al Estado Plurinacional. Ha realizado una transformación social en sus raíces profundas fruto de la acumulación democrática

Humberto Mancilla nos habla de un cine boliviano posible. Humberto Mancilla nos habla de un cine boliviano posible.

Humberto Mancilla Plaza
Puño y Letra / 27/03/2016 23:28

Bolivia en las últimas  décadas ha saltado de una nación excluyente al Estado Plurinacional. Ha realizado  una transformación social en sus raíces profundas fruto de la acumulación democrática, la cultura de los derechos humanos y la que se espera llegar, una buena administración de la justicia.

La historia del cine boliviano se puede reflejar en algunos momentos importantes,  como la producción  de las película Wara Wara de José María Velazco de 1930, que fue restaurada gracias a la cooperación internacional y reestrenada  el año 2009, el cine  silente de la guerra del Chaco ( 1930-1935), la creación del Instituto Boliviano del cine (IBC) ,posterior a la  revolución del Movimiento Nacionalista  Revolucionario  de 1952, las películas de Jorge Ruiz, Jorge Sanjinés, la creación de la Cinemateca Boliviana  en 1977 y la promulgación de  ley del cine  en 1991.

Luis Espinal, sacerdote jesuita, llegó a Bolivia el 6 de agosto de 1968 y desde ese año hasta 1980, año de su asesinato, vivió los gobiernos siguientes: el gobierno militar de René Barrientos, el gobierno  civil de Luis Adolfo Siles Salinas, derrocado por el golpe  militar del general Alfredo Ovando; Ovando a su vez  fue derrocado el 7 de  octubre de 1970 por otro golpe militar, que llevará  al poder  al general Juan José Torres, quien instaló la Asamblea Popular en el congreso; el 21 de agosto el coronel Hugo Banzer da un golpe militar  que derroca a Torres e inicia una cruel dictadura militar que permanecerá  en el poder  hasta el 21 de julio de 1978, al ser a su vez derrocado por el General Juan Pereda Asbún; el General David Padilla da golpe a Pereda Asbún el 24 de noviembre del 78 y convoca a elecciones democráticas para julio del 79, que al final  da el poder  al Dr. Walter Guevara Arce; el breve periodo democrático de Guevara es interrumpido  por el brutal golpe militar del Coronel Natush Busch del 1º de noviembre de 1979; ante la generalización  de la protesta popular, Natush a los 15 días de su golpe tiene que resignar el poder  en manos de la Sra. Lydia Gueiler.

En tiempos de la señora Lydia Gueiler será asesinado Luis Espinal. Su asesinato es como un signo de lo  que seguidamente llegó: el golpe  del General Luis García Meza de 17 de julio de 1980  contra Lydia Gueiler, originando un gobierno de narcotraficantes y de brutal represión. (Codina, Víctor.  Luis Espinal, gastar la vida por los demás. Jesuitas Bolivia s/f)

El Padre Espinal se había nacionalizado boliviano en 1970, toda su vida  se había consagrado a la crítica y producción cinematográfica, a la televisión, a la radio y al periodismo. Realizó varios cortometrajes, formó parte del grupo cinematográfico Ukamau, trabajó con Jorge Sanjinés, Oscar Soria, Antonio Eguino y Alfonso Gumucio; escribió  doce libros sobre cine, fue profesor universitario  y fundó y dirigió el semanario Aquí hasta su muerte.

Espinal participó en diciembre de 1977, junto a c otro jesuita Xavier Albó y varias mujeres mineras, una huelga de hambre  que duró 19 días por amnistía política y elecciones democráticas en plena dictadura y fundó con un grupo de jóvenes la Asamblea Permanente de Derechos Humanos.
El 21 de marzo de 1980, Espinal había asistido al cine para su trabajo de crítica cinematográfica. La investigación señala que había visto una película titulada “Los desalmados”. Al salir  del cine, unos desconocidos lo secuestraron en un jeep y al día siguiente  su cuerpo  fue encontrado por un campesino, había sido torturado durante 4 horas  y al final asesinado  con 17 balazos.

El 10 de octubre de 1982 el pueblo boliviano recuperó la democracia,   después  de  una larga noche de dictaduras, represión, cárceles, desapariciones, exilios, asesinatos, censura y prepotencia militar.

La primera edición del Festival Internacional de Cine de los Derechos Humanos “el séptimo ojo es tuyo” de Sucre se preparó con un año de anticipación con  el objetivo de que las películas  que defienden a la humanidad puedan inspirar al dialogo intercultural y a la construcción de la Bolivia del siglo XXI.

El centro de gestión cultural Pukañawi  se encargó de dar inició a este proyecto el año 2000, proyectando películas el año 2005 en el patio histórico de la Facultad de Derecho de la Universidad San Francisco Xavier y fue quien impulsó la celebración del día del cine boliviano en homenaje a Luis Espinal, que desde el año 2007  se celebra cada  21 de marzo mediante  Decreto Supremo.

Con los antecedentes de la historia del cine y los derechos humanos en Bolivia, el 24 de noviembre de 2008, en la reunión anual de la red de festivales de derechos humanos en la ciudad de Ámsterdam, se aprobó la propuesta de crear la primera Cineteca de Derechos Humanos en Sucre, que cuenta a la fecha con un terreno en la zona de Rumi Rumi y un proyecto que sigue avanzando con la realización cada año  del festival “el séptimo ojo es tuyo”  y una escuela de cine documental (escuela de la naturaleza) que fue fundada junto a Humberto Ríos, cineasta boliviano y radicado en la Argentina, el 27 de julio del año 2013, en la clausura  de la novena edición.

La Escuela  realizó su primer curso el año 2015 y se inició con  el foro latinoamericano de integración cinematográfica en la Casa de la Libertad con la participación de María Elena Benites y Fernando Valdivia del Perú, Benjamín Ávila de Argentina, Silvio Da-Rin de Brasil,  Peter Chaskel de Chile y Alfonso Gumucio, Fernando Arispe y Carola Prudencio de Bolivia.

Después de hacer un  homenaje a los cineastas  Humberto Ríos y Manfred Voz (ambos fallecidos el año 2014) y dar lectura al acta del jurado,  junto al público se firmó  la carta de Sucre que, entre otros puntos,   expresa que la soberanía audiovisual es un factor determinante para la diversidad cultural.

A fines del año pasado, en el marco del Festival de la Habana, la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano mediante carta  a Pukañawi decidió  otorgar  su aval y apoyo para la construcción de la Cineteca de Derechos Humanos “Escuela de la Naturaleza”, como un proyecto dedicado a la memoria colectiva de los latinoamericanos plasmados en el cine.

RECORDANDO A LUIS ESPINAL
Luis Espinal Camps fue un poeta, periodista, cineasta y religioso jesuita español.
En enero de 1980, según pruebas documentales, el narcotraficante y militar Luis Arce Gómez (n. 1938), junto al futuro dictador Luis García Meza, confeccionaron una lista negra con 115 personas que debían ser eliminadas antes del golpe de Estado que perpetrarían el 17 de julio de 1980 contra la presidenta Lidia Guéiler (1921-2011). En ella figuraban dirigentes políticos y sindicales, militares, intelectuales, periodistas y sacerdotes.2
Espinal fue elegido porque como director del semanario Aquí «iba a hacer una denuncia por un negociado, corrupción en la compra de unos aviones Hércules» por un monto de 0.7 millones de dólares estadounidenses (2.1 millones de dólares en 2016) cada uno.3
En la noche del 21 de marzo de 1980, Luis Espinal fue detenido por militares y paramilitares4 del Ministerio del Interior. Su cuerpo fue hallado con marcas de tortura en la tarde del día siguiente en el kilómetro 8 del camino a Chacaltaya, junto al río Choqueyapu.

 

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