Sobre la construcción de una crónica

Al parecer, Adela Cárdenas Vásquez, de 42 años y madre de ocho hijos, quien fuera encontrada muerta el 15 de noviembre de 1996 en Tellería, un descampado pedregoso, ubicado en la carretera Totacoa-Yotala (Sucre)...

Cleydi Torres, ganadora del IV Premio de Crónica Periodística Pedro Rivero Mercado.

Cleydi Torres, ganadora del IV Premio de Crónica Periodística Pedro Rivero Mercado.

Cleydi Torres en breve

Cleydi Torres en breve

LA DECISIÓN DEL JURADO

LA DECISIÓN DEL JURADO


    Alex Aillón VAlverde
    Puño y Letra / 15/05/2017 06:12

    Al parecer, Adela Cárdenas Vásquez, de 42 años y madre de ocho hijos, quien fuera encontrada muerta el 15 de noviembre de 1996 en Tellería, un descampado pedregoso, ubicado en la carretera Totacoa-Yotala (Sucre), asesinada por su esposo, nos sigue hablando y denunciando la violencia machista desde la muerte. Esta vez ayudada por el talento de Cleydi Torres, quien acaba de ganar con esta historia: Mamita Adela; Veneración al sufrimiento, el IV Premio de Crónica Periodística Pedro Rivero Mercado, organizado por la Fundación Cultural Pedro y Rosa y El Deber.

    Puño y Letra conversó con la joven periodista chuquisaqueña sobre el proceso de construcción de esta crónica, tan necesaria en tiempos de lucha contra la violencia patriarcal.

    PyL.- Cuándo fue la primera vez que te encontraste con la historia de “Mamita Adela” y cuándo decidiste hacer la historia y cómo escogiste la crónica para abordarla.

    C.T.- La primera vez que escuche de Adelita fue el año 2012, una compañera de trabajo muy apegada a la religión católica, me comento que se trababa de un alma muy milagrosa ubicada a orillas de la población de Yotala a tal grado que era considerada como una santa, no le di mayor importancia hasta que visité el lugar en el mes de diciembre del año 2016. Ese mismo mes recibí la visita de un familiar que llegó del exterior, por tanto, decidí llevarlo a pasear a Yotala a disfrutar de las empanadas, helados y el delicioso asado de chancho, lamentablemente, como era día lunes no pudimos encontrar a las señoras que comercializan esas delicias.

    Al retornar me llamó la atención la cantidad de vehículos estacionados y personas que se encontraban frente a una capilla de Adela Cardenas, por lo que decidí ingresar y conocer el lugar. Pude observar las numerosas plegarias y oraciones que los devotos plasman en las paredes del velatorio, placas de agradecimiento y reconocimiento en gratitud a los milagros concedidos.

    Adela Cardenas se convirtió en un icono de fe y religiosidad, lo que nadie del lugar me pudo contar fue ¿Quién era Adela Cárdenas en vida? ¿A qué se dedicaba? ¿En qué circunstancias sucedió el hecho que terminó con su vida? O ¿Desde cuándo se dio esta especie de canonización popular alrededor de su imagen?

    Ahí fue donde me di cuenta de que se trataba de una gran historia que aún no había sido contada, que había mucho por investigar y contar al respecto.

    Entonces me propuse escribir una crónica para abordar la temática del feminicidio a través de la historia de Mamita Adela.

    PyL.- Cómo fue el proceso de construcción de la crónica en términos prácticos y metodológicos. El trabajo de construcción de la historia. Qué detalles importantes saltaron en tu investigación.

    C.T.- Hice el trabajo de reportería por dos meses, visité varias veces su capilla, donde pude observar la actitudes de las y los visitantes, y también entrevistarlos para capturar sus impresiones y sentimientos respecto a Mamita Adela.

    Entrevisté al personaje antagónico, en varias ocasiones, en el penal de San Roque, accedí a la cobertura periodística del hecho en medios de comunicación, y contacté con algunos personajes secundarios que me permitieron armar la historia.

    A medida que iba teniendo más datos, la historia se hacía más apasionante, un detalle importantísimo fue que Adela conservó su anillo de matrimonio, pese a ya no tener relación con su pareja, esto ayudo a identificar su cuerpo y también a descubrir a su victimador.

    Al terminar el trabajo de reportería ya tenía varias escenas escritas pero hacía falta editarlas y ordenarlas para hacer un buen relato. Fueron varias noches y madrugadas que tomaron armar el texto final, las cuales debo mencionar pase en compañía de la música de Mon La Fherte (cantante chilena).

    Actualmente soy estudiante de la Maestría en Periodismo para el Desarrollo y la Interculturalidad de San Francisco Xavier, y fue en el módulo de periodismo narrativo donde me enamoré de la crónica periodística. Más adelante en el módulo de periodismo de investigación debía presentar como trabajo final una crónica al concurso organizado por la Fundación Pedro y Rosa Rivera y El Deber.

    Yo no tenía pensado participar, si no habría sido por mi maestra Martha Paz, quien me incentivó a participar de la competencia, no habría estado disfrutando ahora, en este momento, de ser la ganadora de este tan significativo premio nacional.

    PyL.- Eres alguien muy involucrada en las luchas por los derechos de la mujeres. Qué valor le das a un premio de esta naturaleza en la lucha contra la violencia del género.

    C.T.- Así es, soy feminista y activista por la restitución y respeto de los derechos de las mujeres y aporto desde donde puedo para continuar con la lucha hacia la equidad de género y contra la violencia hacia las mujeres.

    El premio tiene un valor muy especial, muy aparte de ser un reconocimiento a mi trabajo periodístico, es importante contar historias que permitan abordar problemáticas como el feminicidio.

    Mi crónica, además de ser un homenaje a las víctimas de feminicidio, es una crónica de denuncia en contra de la sociedad machista, ante la falta de políticas públicas de prevención y protección a la vida de las mujeres y la ineficacia de la administración de justicia para la restitución de nuestros derechos.

    Estoy convencida de que el feminicidio es la respuesta del hombre machista. Cuando la mujer decide decir basta a la violencia, decide terminar la relación con su pareja o como Adelita exige la asistencia familiar, la respuesta es el feminicidio.

    PyL.- El 5 de junio, además del premio monetario, recibirás una beca en la Fundación Nuevo Periodismo de Gabriel García Márquez (Colombia), qué perspectivas te abre este nuevo horizonte.

    C.T.- Me siento honrada de que mi trabajo haya sido seleccionado entre tantas crónicas con amplia trayectoria y experiencia en el periodismo narrativo. Es la primera vez que el premio recae en alguien de Sucre y en una mujer, por lo que es una dicha especial.

    Será un privilegio para mi ser becada para participar del curso que congregará a los cronistas latinoamericanos más renombrados en la Fundación para el Nuevo de Periodismo de Gabriel García Márquez, en Colombia. Curso que aprovecharé al máximo para continuar aprendiendo más del apasionante mundo del periodismo narrativo.

    PyL.- Qué le dirías a Adela Cárdenas y a todas las víctimas de la violencia patriarcal con este premio en la mano.

    C.T.- Les diría que no están solas, que existimos personas comprometidas con la lucha contra el machismo y la sociedad patriarcal, esta otra mirada del periodismo permite mostrar a profundidad estos hechos en busca de la concientización y sensibilización de la gente y desde donde esté siempre aportare a nuestra causa.

    Jamás permitamos se nos menoscabe nuestra condición de mujeres y que es importante valorarnos, querernos, para salir adelante y ser felices, el amor jamás es sinónimo de sufrimiento, el amor es alegría y el momento que deje de serlo es momento de alejarse.

    Cleydi Torres en breve

    Cleidy Zehina Torres Durán, nació en Sucre, es la cuarta de cuatro hermanos, actualmente tiene 33 años, es comunicadora social, abogada y estudiante de la carrera de sociología.

    Estudio en la escuela Nicolás Ortiz y colegios Santa Eufrasia y Poveda, posteriormente ingreso a la carrera de Derecho y luego a la carrera de Comunicación Social.

    El año 2014 concluyó sus estudios en comunicación y se tituló en octubre del año 2015, actualmente cursa la maestría en periodismo para el desarrollo y la interculturalidad de la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca.

    Es feminista, activista por los derechos de las mujeres, forma parte de la colectiva “Libertarias” donde desde diversas del conocimiento brindan ayuda y asesoramiento a mujeres víctimas de violencia.

    Le apasiona viajar, el cine y el periodismo narrativo.

    LA DECISIÓN DEL JURADO

    El Déber de Santa Cruz afirmó que: Dorrit Harazim (Brasil), Federico Bianchini (Argentina) y Magela Baudoin (Bolivia) fueron los jurados que determinaron que esta crónica merecía el premio porque “se sostiene en datos, narración, entrevistas y cobertura de un caso que mezcla violencia de género con ritualidad y que da cuenta de varios niveles de sentido que atraviesan a la sociedad boliviana: sincretismo, machismo, tabúes, familia, desamparo y violencia”.

    “El feminicidio es una respuesta violenta de los hombres hacia a la mujer que quiere liberarse, o hacer valer sus derechos como persona, y que quiere salir adelante sin depender de una pareja. Este es el caso de Adela y es el caso de muchas mujeres en la actualidad. Por eso me quise enfocar en este tema, porque es algo que sigue pasando todos los días”, expresó Torres.

    La periodista es representante del colectivo feminista Libertarias, donde trabaja desde diferentes áreas del conocimiento para restituir los derechos de las mujeres que sufren violencia o que necesitan orientación

     

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