“El reto de las revistas y suplementos culturales es entender a estos nuevos lectores y escribir para ellos”

Marianne Ponsford Caballero, directora del Consejo del Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), es periodista, editora y columnista. Su vida profesional ha estado dedicada a la edición y al periodismo. Ahora llega a la Feria del Libro de La Paz, quienes envían a Puño y Letra una entrevista para conocer a esta editora de gran experiencia en el campo literario latinoamericano.

En esta ocasión llega a Bolivia como invitada a la Feria Internacional del Libro de La Paz ¿cuál es su expectativa? ¿Qué más le gustaría conocer de nuestro país?

Estoy feliz de visitar La Paz, por primera vez en mi vida. Me gustaría conocer a la gente. No hay geografía más hermosa y sorprendente.

Ha sido editora de diversos sellos literarios, ¿cuál considera que es el aspecto más importante para ser editor?

Diría que son varios. Aunque parezca una preogrullada, comenzaría por decir que es necesario amar los libros, y amar la arquitectura de lengua escrita. Y sentir respeto por ellos. De ahí nace el oficio de editor.

¿Cómo evalúa el papel del periodista cultural hoy en día en Colombia y en Latinoamérica?

Sabemos que vivimos un gran momento: el de los nuevos cronistas de Indias. Voces que se rebelaron contra las exigencias y restricciones de la prensa diaria, y decidieron escribir largo, escribir a fondo, decidieron narrar el mundo. Ahora bien, el periodista cultural de los grandes medios, ese que siempre está mal pagado, al que siempre le cortan o postergan o eliminan sus notas, ese es un pequeño heroe en medio de una dura guerra: subvalorado, arrinconado, desdeñado incluso por sus pares, cumple hoy su oficio sin mucho beneficio. No son buenos tiempos.

En un mundo lleno de tecnologías, ¿cómo ve el futuro de revistas y suplementos culturales?

Preciamente gracias a las nuevas tecnologías, las posibilidades se han multiplicado. El poder se ha atomizado, los públicos han cambiado para bien, porque hoy lee más gente que nunca en la pequeña historia de la humanidad, pero lee de maneras distintas, nuevas, transmediales. El reto de las revistas y suplementos culturales es entender a estos nuevos lectores y escribir para ellos.

Ahora está de moda sacar fotos e “informar” sobre los hechos que suceden en las calles a través de las redes sociales, ¿cualquiera puede ser periodista? ¿Es importante tener formación académica? ¿Es más importante la experiencia en “las calles”?

Es importante estudiar, que no es lo mismo que tener “experiencia académica”. Es importante leer, es importante pensar, y es fundamental “la experiencia de la calle”. El llamado “periodismo cuidadano” ha desembocado en lo que llamamos hoy “el tiempo de la posverdad”, el del hipermárketing, el de la difamación… Todo lo cual nos lleva a ratificar cuán imprescindible es, para la democracia, el pleno ejercicio de la profesión.

¿Cómo ha cambiado su visión del periodismo y la cultura con su paso de la revista Arcadia al CERLALC?

Dificil pregunta. La distancia es sana. De lejos se ve mejor, como decía un pájaro. Veo más el esfuerzo, y veo más los errores en los medios. Y veo cuánta falta hace la calle en estos tiempos de periodismo de pantalla y de control copy paste. Mi visión de la cultura no ha cambiado; por el contrario, se ha enriquecido. Trabajar con gobiernos me ha hecho reflexionar mucho sobre la necesidad garantizar el acceso al conocimiento de poblaciones vulnerables, y sobre la crucial importancia de la Política Pública fortalecer los procesos culturales de los pueblos.

¿Cuáles son los próximos proyectos del CERLALC que puede resaltar?

Tenemos 16 documentos de investigación en curso. Sobre derechos de autor, sobre bibliotecas escolares y públicas, sobre edición universitaria, sobre el espacio digital. Somos un centro de pensamiento y esa es nuestra tarea. Pero también somos un centro de acción, y la lectura en la primera infancia es un tema crucial para el Cerlalc en este momento. Estamos diseñando proyectos específicos para el llamado Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador) precisamente con ese grupo poblacional, y trabajamos con los gobiernos en la construcción de sus Planes Nacionales de Lectura, en su legislación, y en sus encuestas de comportamiento lector. Todo ello contribuye a los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, y al cumplimiento de la Convención 2005 de la Unesco, de la cual Bolivia es signataria. Espero poder traer de vuelta a casa de mi viaje a La Paz una agenda de trabajo con y para el Gobierno boliviano. Si eso se logra, volvería contenta a Bogotá.

Premios y reconocimientos

Premio de periodismo Simón Bolívar en la categoría de mejor crónica (sobe la vida de Chavela Vargas).

Marianne Ponsford en breve

Estudió Ciencias de la Comunicación en la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, Colombia) y una maestría en Estudios Hispánicos en el University College (Londres, Inglaterra).

Fue editora en los sellos literarios Siruela, Planeta y Turner. En esta última, editó la Biblioteca Castro de Clásicos Españoles (1994-1995) y fue una de las responsables de la creación de las colecciones de ensayo “Armas y Letras” y “Noema” (2001-2002). También fue corresponsal de Cambio 16 España

En 1996, formó parte de la fundación de la revista cultural ‘El Malpensante’, fue directora de ‘Cromos’, revista de circulación semanal, entre 1998 y 2001. Fue miembro del Consejo Editorial del diario colombiano El Espectador durante los años 1999-2001 y columnista dominical entre 2002 y 2008.

En 2005, creó la revista cultural Arcadia, la cual dirigió hasta el año 2014, cuando alcanzó su número cien. Concibió e impulsó el “Festival Arcadia de Librerías”, el cual tuvo lugar en Bogotá los años 2012 y 2013 con la participación de veinticinco librerías. Ponsford ha sido, además, colaboradora de diversos medios de Colombia y el continente y jurado de concursos literarios y periodísticos.