Camila Urioste, la literatura anula el tiempo
Nacida bajo los ojos del Illimani, Camila Urioste, como poeta, nos endulzó con sus “Paredes que sudan mermelada” el 2005; y nos sorprendió ganando el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal, con su libro Diario...
Nacida bajo los ojos del Illimani, Camila Urioste, como poeta, nos endulzó con sus “Paredes que sudan mermelada” el 2005; y nos sorprendió ganando el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal, con su libro Diario de Alicia. Como actriz y dramaturga, Camila ha ganado el premio Peter Travesí y el Eduardo Abaroa con su obra El Pacto. La escritora que no puede “escribir sin humor” vuelve a Sucre como parte del proyecto Continentario, colectivo de escritores latinoamericanos, para dirigir el Taller de Escritura Creativa para Jóvenes: Voces de Sucre, un glosario Creativo, y encontrar así sus pedazos por nuestras calles.
Pregunta.- Sobre el Taller que dará ¿cómo se logra escribir con creatividad? ¿Se puede desarrollar la creatividad?
Respuesta.- Se llama escritura creativa a la escritura de ficción, o aquella que no está directamente ligada a la “realidad”, o mejor diría a la “veracidad”, al contrario del periodismo, por ejemplo. En este campo entran la narrativa y la poesía. A pesar de que se puede escribir poesía documental o no-ficción creativo y todas las líneas divisorias y etiquetas se borran. Son esos los procesos que prefiero y los que me interesan: los que trascienden las fronteras formales. La creatividad, por supuesto, es como un músculo que se puede trabajar y desarrollar y eso espero lograr con los que se animen a ser parte de la experiencia de este taller.
P.- ¿Qué es la lectura performática? ¿De dónde viene este concepto?
R.- Hace un par de años que me encontré con el concepto de “conferencia performática”, que es básicamente la puesta en escena de un dicurso. Es decir: un artista expone un discurso, un pensamiento o un proceso, y la manera en que lo hace constituye en sí un espectáculo. Lo performático simplemente se refiere a que están cuerpos vivos en escena, y que lo que sucede es efímero como en todas las artes vivas. No sé la forma que vaya a tomar la lectura performática del taller porque dependerá de los textos que emerjan de él y de los cuerpos vivos, los participantes, que estén presentes.
P.- ¿Cómo se trabaja en este taller? ¿Qué se espera lograr con el taller? ¿Sirven los talleres en general? Ahora que están tan de moda.
En un país donde la educación artística es tan precaria, para no decir prácticamente inexistente, los talleres son la manera en que nos formamos los artistas. El hecho de que existamos artistas en Bolivia, y gente que vive del arte, significa que para algo deben servir. Sobre todo en artes escénicas, pero también en escritura creativa. Que yo sepa, y puedo equivocarme, no se maneja el concepto de “licenciatura en escritura creativa” en las universidades bolivianas. Es decir, si decides estudiar literatura, te enseñan sobre todo a leer y analizar, comparar y contrastar e inferir, pero no te enseñan a escribir de manera creativa. En este taller voy a trabajar con el material más rico y vasto que existe, que es la historia y los recuerdos de cada participante. El formato de glosario creativo nos permite crear una especie de mosaico colectivo hecho de textos breves de cada escritor y escritora.
Este taller es parte de un proyecto internacional de escrituras volcadas a las artes vivas, llamado Continentario. En el proyecto participan escritores y escritoras de Colombia, Venezuela, Bolivia y Brasil, y el mismo surgió de un encuentro llamado Experimenta/Sur en Bogotá. Es muy significativo para mí inaugurar las actividades de Continentario Bolivia en Sucre, con este taller.
P.- ¿Para ti qué significa escribir en la era de la tecnología? ¿Hay alguna diferencia que sientas que ha marcado la literatura en este nuevo mundo, por decirlo de alguna manera?
R.- La era de la tecnología lo que ha hecho es distorcionar los conceptos y las vivencias de la presencia, la ausencia y la distancia. Para mí, escribir siempre ha sido una manera de moldear, romper y lidear con estos conceptos. La distancia ha generado más textos míos que cualquier otra cosa. Las nociones de la presencia ausente y la ausencia poblada, que son tan comunes hoy en día con el Skype y el Whatsaap y el Facebook me siguen generando preguntas que respondo escribiendo. Escribir, dice Stephen King, es nada más y nada menos que un acto de telepatía. Es que yo esté pensando estas respuestas en un día y a una hora, y que tú las estés leyendo en otro tiempo y otro espacio. La telepatía anula el tiempo, moldea la distancia, puebla la ausencia. Y eso es literatura y es por eso que es urgente e inprescindible, sobre todo en esta era de la tecnología.
P.- Cuál es tu relación con la ciudad. Dinos, qué es lo que quieres encontrar en Sucre. Qué esperas desentrañar ¿Te ayuda la distancia para observar mejor nuestra ciudad?
R.- Sucre es una ciudad que guarda algunos de los momentos más importantes de mi vida, incluso antes de nacer. Mi padre le dió el último abrazo a su padre en la plaza 25 de Mayo. Tenía 16 años y nunca más vió vivo a mi abuelo, que murío de una enfermedad pulmonar poco después. Cuando yo tenía 18 años me chachaba del colegio una semana para irme al FIC, mi primera rebeldía. Fue en la Recoleta, mirando los techos rojos en la distancia en una tarde lluviosa, que decidí dedicarme al teatro. Y mucho, mucho más. Así que espero encontrar mis pedazos regados por sus calles y presenciar el encuentro de los talleristas con sus propios trozos y recuerdos ligados a la ciudad.
La distancia me ha permitido encontrarme con Sucre muchas veces a lo largo de mi vida, y que sea siempre un descubrimiento cargado de nostalgia.
P.- Ganaste hace algunos años el Yolanda Bedregal, ahora se ha vuelto a convocar al premio luego de algunos años de no hacerlo. ¿Has estado haciendo poesía últimamente? ¿Hay algún proyecto en marcha?
R.- Hago poesía constantemente, y me encanta esa expresión: hacer poesía. Tal cual, la poesía se hace y luego tal vez se escribe y tal vez se publica y tal vez alguien la lee. Son muy largos mis procesos de escritura en poesía. Diario de Alicia se publicó el 2006 y mi segundo libro de poesía, Caracol, recién el 2014. Según mis cálculos, publicaré otro libro de poesía alrededor del 2024. Mientras tanto, hago poesía en las obras de teatro que escribo, en los cuentos que estoy empezando a escribir, en la miniserie La Entrega, de la que soy co-guionista, en mis diarios donde trato de fijar algo de la vida cambiante y efímera, en las cartas a personas amadas y ausentes y hasta en mis posts de Facebook y mis mensajitos de Whatsaap. (Emoticón de carita sonriente).
Camila Urioste en breve
Camila Urioste es escritora nacida en La Paz. Entre 2002 y 2006 publicó una columna de opinión en el periódico La Prensa, llamada Las Peras del Olmo. El 2005 ganó el Premio Nacional de Poesía con su libro, Diario de Alicia. Su segundo libro de poemas, Caracol, fue publicado por Plural Editores el 2014. Como dramaturga, ha escrito varias obras de teatro llevadas a escena por directores Como Fernando Arce, Cristian Mercado y Antonio Torres, participando de festivales nacionales e internacionales. Su obra El Pacto ganó los premios Premio Peter Travesí y Abaroa al mejor texto dramático el 2015. Sus obras El Espejo y 9 Minutos se presentaron en Buenos Aires y Budapest, respectivamente, en el marco del proyecto internacional Long Distance Affair el 2013 y 2014. Sus obras El Crimen, El Pacto y El Cuerpo se publicaron en un solo tomo por la Secretaría de Cultura de Cochabamba el 2015. Su primer cuento, El Péndulo, se publicó en la revista cultural Kana el 2016.