Nace una propuesta en editorial de archivo: El caníbal inconsecuente
Es con El juicio de trigamia que Kurmi Soto estrena el catálogo de la editorial de archivo El Caníbal Inconsecuente que da continuidad al proyecto web de la literata, donde los últimos dos años trabajó en la...
Es con El juicio de trigamia que Kurmi Soto estrena el catálogo de la editorial de archivo El Caníbal Inconsecuente que da continuidad al proyecto web de la literata, donde los últimos dos años trabajó en la recuperación de textos y documentos literarios del siglo XIX y más.
“En mis pesquisas, tuve la suerte de encontrar una gran cantidad de textos olvidados, aunque firmados por escritores muy conocidos, como Ricardo Palma o el mismo Ricardo Jaimes Freyre”, relata Soto, señalando que para ella son hallazgos muy valiosos y tuvo la imperiosa necesidad de difundirlos; “de volverlos a poner en circulación y hacerlos actuales de nuevo. Hay un mundo por descubrir en los archivos, y eso es lo que me mueve”, finaliza Soto, quien estudió Literatura Hispanoamericana en la École Normale Supérieure de Lyon, Francia.
La editorial de archivo tiene como principal vocación el investigar y es impulsada por la pasión de Soto hacia la historia y el pasado. El proyecto se inició cuando la literata, cuando realizaba su tesis y pese a que dejó las clases no paró su investigación que al contrario creció progresivamente.
Las primeras investigaciones nacieron en bibliotecas y hemerotecas del Perú y de Bolivia; “de pesquisas lentas que fueron, poco a poco, armando su propia coherencia”, señala la literata.
Y aunque la editorial tiene rasgos académicos, no se enfoca exclusivamente en este público, sino que quiere llegar a la mayor cantidad de gente posible a través de una plataforma virtual diversa. El diseñador del proyecto es Óscar Claros, quien también realizó la web: elcanibal-inconsecuente.com
“A través del Facebook, por ejemplo, llego a personas que no creí que estarían interesadas en curiosidades de archivo. Además, está complementado con una página web que voy alimentando cada vez que puedo. En ella, subo ensayos cortos, recortes de periódicos del siglo XIX y todas las cositas que, por más chicas que sean, considero dignas de interés”, relata la literata.
Más allá de “lo” literario, El Canibal Inconsecuente quiere crear una propuesta estética que llame la atención, que sea atractiva para varios horizontes y que esté desprovista de cualquier pretensión.
El juicio de trigamia es un producto de lujo que reproduce el estilo de “los libritos decimonónicos” de esos años (1870): tapa dura, papel ahuesado, guardas a color y ejemplares numerado. Gracias a su política editorial, que se basa en hacer estos trabajos accesibles al público, la publicación no costará más de Bs. 80.
El catálogo
Según explica Soto, El juicio de trigamia apareció en forma de folletín los años 1877-1878 en La Broma, un semanario limeño bastante conocido en su tiempo.
“Muchos artículos académicos citan este texto, pero los ejemplares son muy difíciles de conseguir (si es que se pueden conseguir). Lo editaron en formato de libro en 1901 y, al parecer, tuvo éxito porque salió una reimpresión el año siguiente. Sin embargo, pronto cayó en el olvido, algo que es curioso ya que entre sus autores se cuenta a escritores de la talla de Ricardo Palma y Julio Lucas Jaimes”, recuerda Soto.
La segunda publicación del catalogo se titula El almanaque de La Broma para el año 1878. Soto explica que en la segunda mitad del siglo XIX, los almanaques fueron documentos muy apreciados y un buen ejemplo de esto, cercano a Bolivia, sea el Almanaque Bristol.
“Nuestro documento retoma este formato para volverlo una especie de antología literaria con lo mejor de la época. Los autores son numerosos (otra vez, Ricardo Palma y Julio Lucas Jaimes, pero también Carolina Freyre, Mercedes Cabello de Carbonera y la Baronesa de Wilson, entre muchos más) y todos contribuyen con distintos tipos de composiciones: versos satíricos, tradiciones o pequeños cuentos fantásticos”.
Para profundizar al respecto Soto reflexionó en una entrevista sobre las razones que motivaron a convertir el repositorio web en una editorial de archivo.
¿Cuáles son los antecedentes del proyecto? ¿De que trata?
El Caníbal Inconsecuente era, originalmente, un “gabinete de curiosidades virtual”. Los gabinetes de curiosidades, antecesores de los museos de Historia natural, fueron una práctica muy común del Humanismo hasta bien entrado el siglo XIX. Me gustó la idea porque está intrínsecamente ligada a la sorpresa, condición imprescindible para los coleccionistas de todos los tiempos.
Fui alimentando la página con lo que encontré, sobre todo, en la prensa decimonónica y, de forma natural, surgió la necesidad de trabajar en papel, de concebir libros, por lo que El Caníbal Inconsecuente se convirtió, en poco tiempo, en una editorial de archivo.