Literatura potosina, 5 autores

Esta semana presentamos poemas y prosas de cinco autores de la Villa Imperial. Con esta entrega Puño y Letra continúa su esfuerzo por visibilizar las nuevas plumas del sur del país. Que lo disfruten.

Literatura potosina

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Dos textos de ELIANA SOZA MARTÍNEZ

Dos textos de ELIANA SOZA MARTÍNEZ


    Puño y Letra
    Puño y Letra / 14/10/2018 23:19

    Esta semana presentamos poemas y prosas de cinco autores de la Villa Imperial. Con esta entrega Puño y Letra continúa su esfuerzo por visibilizar las nuevas plumas del sur del país. Que lo disfruten.

     

     

    Un tanto de amor y otro tanto de odio

    José Luis Pérez Coro 

    Te amo por haber creído en mí,

    cuando nadie creía que existiera siquiera.

    Te odio por hacerme lo que soy ahora

    pues nunca lo hubiera sido; sin ti.

    Te amo porque fuiste tú mi primer gran amor.

    Te odio porque tú tuviste que ser mi primer gran amor.

    Te amo porque contigo me aventuré

    en lo que nunca me habría aventurado.

    Te odio porque por ti cometí un gran crimen

    contra la persona que yo tanto amaba;

    para que fuera solo mío

    Te amo, si te amo aun ahora;

    viendo cada instante tu bella calavera.

    Recordando nuestros momentos más íntimos;

    Te amo y odio

    porque te he amado y aun te amo.

    Te amo y odio tanto y tanto,

    porque por ello mismo más te odio y amo.

    Y porque te amo y te odio

    escribo este poema

    para luego acompañarte

    con todo mi odio reprimido, con todo mi amor intoxicado

    hasta el último instante de mi inevitable…suicidio.

     

     

    Era otro y no tú

    Andreyna Herrera

    Pregunté tantas veces al destino, si fue creado un buen amor para mí, pero el tiempo avanzaba, mi larga espera se volvía dolorosa, miraba a las personas llevando en la bolsa de su corazón a sus amores, en cambio de mí; estaba vacía...

    Era otro y no tú, abracé otro en mi pecho, fue en vano darte celos porque no sé si existes...

    Era otro a quien dejé que escribiera en mis páginas de mi diario, porque tú no llegaste a mi vida.

    Era otro quien beso mi alma, aunque no lo amaba, porque tú me eras tan indiferente.

    Aún pregunto al destino si te creó para mí o ya moriste antes de conocerme. La tristeza de no tenerte y quererte se vuelve pesada, si estás vivo y llegas a mi vida, no me reclames que llené tu ausencia con otro que no fueras tú.

     

    Lenguas del mundo

    Carlos Cornejo Loayza

     

    Lenguas del mundo; rojas lenguas,

    deslenguadas, largas, venenosas lenguas,

    carnosas, hinchadas, ricas lenguas,

    enredadas, amargas lenguas.

     

    Lenguas que nunca callan,

    y que mandan a callar.

    Lenguas, malditas sean,

    las que mandan a matar.

     

    Lenguas de fuego y de venganzas,

    trenzadas, anudadas lenguas.

    Lenguas que mandan tras las rejas;

    calientes, verdes, ponzoñosas lenguas.

     

    Pequeño fuego, es una mentira,

    que se hace incendio al final,

    negras calumnias devoradas,

    por una mentira inicial.

     

    Como el timón es una lengua

    de un barco en alta mar,

    te puede salvar de una tormenta

    o hundirte para siempre en el mar.

     

    Sabio el hombre que puede

    este pequeño miembro gobernar,

    puede desatar tormentas

    o calmar una gran tempestad.

     

    Lo agridulce en sal puede transformar

    y el corazón de una mujer bella atravesar,

    entre los hombres crea gran amistad

    y empuja los ideales hacia la libertad.

     

    Los malditos

    Roberto Arancibia López

    Cruzan las callejas

    repletas de historias

    y cuentos

    llenos de leyendas

    en sombras mal vistas

    por un sinfín de desprecios

    como PÁRIAS malnacidos

    en dizque

    CUNA DE ARTISTAS,

    cuando solo

    por colores políticos,

    son ultrajados en su dignidad,

    mellados en su caro interés,

    las calles

    son llenadas de lágrimas

    por la incomprensión

    de los PADRES DE LA PATRIA,

    los sueños

    de los MALDITOS

    solo son recursos hipnóticos

    en un circo de payasos

    que alegran

    con una pintada sonrisa

    al conjunto de los seres

    más racionales de la tierra,

    que ríen de las graciosadas

    ocurrencias de los MALDITOS

    que numerados en listas

    caen sus necesidades

    en sacos rotos,

    ocultas las frustraciones

    tras la sonrisa pintada ,

    tras las bambalinas

    se lavan los rostros

    con sus lágrimas.

    Son los MALDITOS

    que a los politiqueros

    les caen como CARGA

    en sus elucubraciones

    financieras políticas,

    pero como se hinchan

    de orgullo cuando

    estos MALDITOS triunfan

    y los llenan de honores

    y bautizan calles con sus nombres.

    Qué pena la vida

    de los desgraciados MALDITOS

    que trabajando sin cesar

    destinan una parte

    de su sueldo

    a crear imaginación inmortal.

    Y paradoja real

    los MALDITOS son olvidados

    en la que lleva

    con sorna el título

    de CUNA DE ARTISTAS.

    Sea como quieran

    que al final los

    MALDITOS ARTISTAS,

    ya sea de las tablas,

    las letras,

    danza y audiovisual,

    junto a las otras áreas

    de la cultura humana,

    llenaremos libros de historia

    y ganaremos nuestra INMORTALIDAD:

    ¡SALUD POETAS,

    ACTORES Y DEMÁS ARTISTAS DE POTOSÍ!

     

    DOS TEXDTOS DE ELIANA SOZA MARTÍNEZ

     

    CONTIENDA

    Rumiaba mi problema, recordando cada detalle de aquella discusión, lo que más me dolía era cómo no había salido ni una sola palabra de mi boca, ninguna frase coherente por lo menos. Y claro justo después, las oraciones precisas viniendo a mi mente, argumentos sólidos con los que hubiera ganado la disputa y hubiera hecho callar a mi contendiente. Por eso decidí estar preparada para la siguiente vez, armé en mi cabeza un pequeño discurso firme pero agresivo. En el reencuentro, cuando estuve a punto de soltar todo de una vez, él me besó y lo olvidé todo.

     

    TE BUSQUÉ

    Te busqué por todas partes, en cada aroma de la casa, en cada sabor a café recién hecho, en cada piel tibia de fin de semana y en cada suspiro voluptuoso de una noche cualquiera. Después de una larga y penosa resignación, te encontré en mis ojos llorosos, cuando por fin tuve el valor de enfrentarme a un espejo.

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