Tres poetas Liberoamericanas
Puño y Letra les ofrece tres poemas de tres poetas jóvenes bolivianas que forman parte de Liberoamericanas, este proyecto que cuenta con 28 poetas nacionales, de las 80 que componen el volumen total. El proyecto se inici
Puño y Letra les ofrece tres poemas de tres poetas jóvenes bolivianas que forman parte de Liberoamericanas, este proyecto que cuenta con 28 poetas nacionales, de las 80 que componen el volumen total. El proyecto se inició con éxito en Argentina y Uruguay, y ahora se espera replicarlo en Bolivia, país que tiene el honor de ser segundo en la lista de prioridades de esta antología. Para llevar este proyecto a cabo, se inició una campaña de crowdfunding en la página boliviana vivirenbolivia.net(https://www.vivirenbolivia.net/agora/proyecto/liberoamericanas/.) a través de la cual se recauda parte del presupuesto necesario para la impresión de los libros. Disfruten y apoyen.
Nelly Vázquez Jiménez
Santa Cruz de la Sierra, 1983
Luto Blanco
El cortejo fúnebre de la moralidad te puso un vestido blanco,
y caminás hacia un altar construido sobre una cocina
en la que erigirás el horno donde cremarás tus sueños, velas, huesos.
Absurdamente, posada en la falacia de un para siempre.
El insomnio del amor se asienta en un materno vientre impuesto,
junto al inmaculado dedal de las toallas de bordar
listas para secar cualquier gota de placer y deseo,
pariendo el dolor de una luna que se apaga en la vigilia.
El romance se acomoda a tu lado para hacerte algo de compañía,
mientras Él no llega a dormir a su lecho
y su abrazo lo comparte en una cama que no es la tuya,
te enfurecés y te mostrás aquella foto, cuando diste el sí enblanquecida.
Tu mente acallada por siglos de cobardía sigue ensuciándote las madrugadas,
con besos que te asquean porque huelen a «amor (alcohol) incondicional»
y te repugna, pero igual abrís las piernas
sabiendo que nadie te reprocharía tu autoviolación.
Porque las cadenas se forjaron con rosas rojas, engranadas con chocolates,
pulidas con te amos y viviremos siendo felices,
te crearon una corona jesuítica, límpida y radiante
que portás en tu dedo anular, anulándote el cuerpo.
La cabeza del nosotros te amordaza en aniversarios y cena para dos,
con champagne de soberbia embriagando tu esperanza,
volviéndote adicta a ser lo que quisieron que seas y vos creíste,
decorando resignada tu esclavitud.
Y es que, tu Dios incorpóreo no tiene clítoris y vos sos carne para la lujuria
en esos grandiosos senos que te dio; y amamantar la epidemia de morbo,
que te convierte en vasija desechable si no aprendés
cuándo tus labios no deben decir NO.
Porque si gritás estás loca, sos histérica y atrevida.
Porque le debés respeto, así te dice la biblia.
Porque no vivís en un mundo tuyo ni para vos ni para dos.
Porque no importa cuánto llorés, debés ¡escuchalo bien! SER BUENA.
Se te vistió de blanco
para embellecer el luto de la libertad.
Para ser autorizada
por la sociedad,
a drenar tu sangre y amar los grilletes
de tu indignidad.
Nelly Gabriela Vázquez Jiménez (Santa Cruz, 1983) Aprendiz iniciada de escritora.
Parte de la Antología Premio Noveles 2016, Biblioteca Municipal de Santa Cruz, con una Mención en el género cuento.
Actriz principal en el documental biográfico de Gladys Moreno.
Como activista ha participado con Conversatorios sobre las Violencias de Género.
En sus ratos de vida cotidiana ejerce como abogada feminista, y sus caminos giran en torno al papel de las mujeres en la historia.
Isabel Suárez Maldonado
Santa Cruz de la Sierra, 1994
Lágrimas de adulto
Entonces, eché mi primer llanto de adulto
Sobre mi cama de niño.
Me vi sonriendo en el retrato del velador
con la inocencia, intacta, abrazando mis dos trenzas.
Mis ojos brillaban por la promesa de la incertidumbre.
Quien le devolvía la mirada,
Se limpiaba los mocos nacarados.
Lloraba por el mercado. Sí, por el mercado.
Porque, ahora que comparto la cama,
Ahora que me muevo menos
Para no perturbar un sueño más urgente que el mío,
Lloro por el mercado.
No quiero ir sola,
Pero ella tiene que ir a trabajar.
Qué lío.
No quiero cocinar cada día, lavar, barrer;
Esperar entre cerros de mugre
La visita semanal de la prodigiosa empleada. Todo sola.
Ella tiene que cumplir un horario de oficina.
Qué lío.
Yo también trabajo, pero desde casa.
Mi jefe se forra con mi piel
Y mi ejecutivo de cuentas
Es un neko de la suerte.
Tengo más tiempo para habitar nuestras paredes,
Para contemplar el milagro del desorden reptando por los rincones,
Para dormir hasta las doce entre sopores de doncella,
Para despertar y sentirme mal al respecto.
Eso significa que me tengo que hacer cargo de la casa, ¿no?
¿Cómo funcionan los roles hogareños?
Tendría, acaso, que marcar tarjeta para que
Ninguna tenga tiempo de cooperar.
O tendría ella que trabajar desde casa,
Pero siendo así, ¿le importarían
el orden y la higiene?
Lo cierto es que no he hecho nada de esto.
No he ido al mercado,
ni cocinado algo que no provenga de una caja,
ni tomado el escobillón más de una vez.
Pero heme aquí
Llorando lágrimas de un adulto
Que se rehúsa a abandonar
El abrigo eterno,
Siempre perfumado y bien tendido,
De su cama de niño.
Isabel Suárez Maldonado (Santa Cruz, 1994), cursó la carrera de Comunicación Audiovisual en Diakonía, ejerciendo su profesión como fotógrafa y videasta.
Comenzó a escribir a los 15 años. A los 18, fundó el blog Caja de Zapatos, destinado a contener todos sus escritos. En 2016 ganó el Primer Concurso No Municipal de Literatura (La Paz, 2015), gracias al cual publicó Caja de Zapatos, su primer libro de cuentos. En 2017, su cuento Ruthina participó de Tríplice, antología de narrativa de Cinosargo Ediciones, compuesta por autores de México, Chile, Perú y Bolivia. En 2018 su cuento Travesía participó de la antología feminista Escándalo en tu arca (La Paz).
Actualmente, es editora para Bolivia de Liberoamérica, Plataforma Literaria Digital que se encuentra preparando su primera antología en papel con autoras de todo el mundo.
Marcia Mendieta Estenssoro
La Paz, 1992
Falta
Las mujeres de mi casa
se visten de risas certeras:
antídoto sutil
para sobrellevar el calor de los días de verano.
Su risa las lastima
cuando olvidan sacar de la alacena
los deseos baldíos
los frascos de amargos brebajes
la lluvia punzante del invierno
y las heridas cosidas con sal.
Las mujeres de mi casa
pronuncian idiomas cercanos
con ritmos distintos.
Defienden su fe
con fe
y ahuyentan sus miedos
con miedo.
Las mujeres de mi casa
se creen inmortales
porque han descubierto
la receta para andar livianas
aun cuando cargan con añejas memorias
en bolsas de viaje.
Se reconocen poderosas
por esa extraña costumbre
de hacer temblar la casa
y en instantes
volverla a construir.
Marcia Mendieta Estenssoro (Bolivia, 1992) es poeta, narradora y comunicadora. Realizó un Diplomado en Escritura Creativa por la Universidad Privada de Santa Cruz de la Sierra (UPSA). Cursó también el programa de narrativa impartido por la Escuela de Verano de Casa de Letras de Buenos Aires. Forma parte del taller “Llamarada Verde” que dirige el poeta Gabriel Chávez Casazola. Su poemario La casa que nos habita (2017) fue finalista del 8vo. Premio Nacional “Escritores Noveles”, organizado por la Cámara del Libro de Santa Cruz. Ha realizado lecturas de poesía y participado en encuentros y festivales internacionales realizados en las ciudades de Santa Cruz de la Sierra y Buenos Aires, así como en Rosario, donde también formó parte de una residencia para poetas jóvenes.
¿Qué es Liberoamérica?
Liberoamérica es una plataforma literaria de más de 800 autoras y autores jóvenes constituida en torno a la literatura contemporánea, la cultura latinoamericana, el pensamiento transnacional, la integración y la pluralidad sociales y la igualdad étnica, cultural, de género, clase, credo, cuerpo y orientación sexual.
Liberoamericanas reúne en sus páginas las voces de ochenta poetas de habla hispana y portuguesa, y es, ante todo, el resultado de un inmenso trabajo colectivo. Pertenece a un proyecto que nació de la voluntad de contribuir a la difusión de las escrituras jóvenes a partir de la creación de un espacio generacional común que permitiera el intercambio entre autoras y autores de toda América Latina, España y Portugal. Ese espacio, que vio su nacimiento hace apenas unos pocos meses con la fundación de la plataforma literaria Liberoamérica, cuenta hoy con cerca de mil integrantes y continúa creciendo gracias a los esfuerzos cotidianos de todas ellas y de todos ellos.