Tres poemas de Multiplicación del sol
Compartimos con ustedes, tres poemas de la edición boliviana de "Multiplicación del Sol" de, quizás, el más internacional de los poetas bolivianos de la actualidad,
Compartimos con ustedes, tres poemas de la edición boliviana de "Multiplicación del Sol" de, quizás, el más internacional de los poetas bolivianos de la actualidad, Gabriel Chávez Cazasola, que Plural Editores acaba de publicar y que se presentará en diferentes fechas tanto en Cochabamba, Santa Cruz, Sucre y La Paz. Este libro reúne poemas escritos entre 2013 y 2016; sus primeras ediciones salieron a fines de 2017 y principios de 2018, en las colecciones Los Torreones (Colombia), y Umbrales (Universidad de Concepción, Chile).
TATUAJES
Una mariposa de tinta se ha posado en la espalda de esa muchacha.
Una mariposa de tinta que durará más que la lozanía de la piel donde habita.
Cuando la muchacha sea una anciana, allí estará, joven aún, la mariposa.
¿Cómo se verá la espalda de la muchacha
cuando la lozanía de su piel haya pasado?
¿Cómo se verá la muchacha que ahora ilumina la verdulería, como una fruta más para mi mano?
¿Los viejos de mañana se verán como los de hoy y los de siempre?
¿O serán diferentes, ellas con piercings en los senos caídos y ellos grandes aretes en las orejas sordas?
¿Volarán mariposas en la espalda de las muchachas viejas, arrugarán sus alas sobre camas del coma, se marchitarán flores de tinta dibujadas donde se abren sus nalgas?
Tal vez no pueda verlo, ya yo estaré ido para entonces con mi mano temblando bajo un jean de mezclilla o con la mente ausente en la cannabis procurando aliviar dolores cancerígenos.
Ah, una mariposa de tinta se osado en la espalda de esa muchacha.
Una mariposa de tinta que durará más que su aire.
Cuando ella haya exhalado por vez última
allí estará la mariposa todavía.
¿Echará a volar cuando incineren su morada de carne?
¿Se pudrirá en la tumba como una
concubina egipcia?
¿La escuchará alguien volar o quemarse o pudrirse y podrá venir para contarlo?
¿Escuchará alguien la historia desde la
soledad de sus audífonos, de los grandes aretes en sus orejas sordas?
¿No son estas las viejas preguntas de
siempre?
¿Volveré a ver a algún día a la mariposa?
¿Volveré a ver a la muchacha?
¿Continuarán existiendo las verdulerías?
PUNTO
Es maravilloso haber llegado al punto
en que ya no es preciso buscar la razón de tu vida
el amor de tu vida
el norte (y sur) de tu vida
porque ya has encontrado todas esas cosas
o ellas te han encontrado
y ahora puedes llamarlas, casi familiarmente,
con un sustantivo,
sea éste el nombre de alguien
—aquí puedes poner el que desees—
o de algo misterioso, como la poesía.
Y sin embargo, lo más maravilloso de todo esto
es que debes seguir buscando,
buscando
porque todas las cosas y los seres
que se encuentran
así como llegan se alejan.
Incluso la poesía, a momentos.
Esa desconocida.
LOS PATIOS SON PARA LA LLUVIA
Los patios son para la lluvia
cuando ella cae despiertan sus baldosas,
abren los ojos del tiempo sus aljibes.
Y entonces los patios cantan.
Un canto hondo,
en un idioma arcano
que hemos olvidado pero que comprendemos
cuando cae la lluvia sobre los patios
y volvemos a ser niños que oyen llover.
Bajo la lluvia todas las cosas son renovadas en los patios
y cuando escampa el mundo huele a recién hecho, a sábado de Dios, a primavera.
El canto de los patios en la lluvia borra el dolor del universo y susurra el dolor del
universo
por las lluvias perdidas, por los patios
perdidos, por los cantos perdidos,
por ti y por mí que bailamos
bajo la lluvia de Bizancio
arcanas danzas
con movimientos hondos e indescifrables
en los patios de la memoria.
Por ti y por mí que bailamos
que llovemos
que despertamos las estaciones mientras
el patio canta
porque la lluvia es para los patios,
esos indescifrables.