Medellín bajo una sola bandera, la poesía
La poeta cruceña Valeria Sandi, como representante de Bolivia en el 29º Festival Internacional de Poesía de Medellín, uno de los más importantes a nivel mundial, nos habla “Desde el corazón de las comunidades, por la paz y la soberanía de los pueblos”
La poeta cruceña Valeria Sandi, como representante de Bolivia en el 29º Festival Internacional de Poesía de Medellín, uno de los más importantes a nivel mundial, nos habla “Desde el corazón de las comunidades, por la paz y la soberanía de los pueblos” en esta crónica que grafica una experiencia poética única en Sudamérica.
La palabra es acción y tejido que vincula a nuestros pueblos, diversifica los colores de nuestras banderas, nos une, nos acoge y enseña que se puede crear lazos de hermandad, mediante 120 actos, entre talleres, coloquios, conferencias y lecturas de 80 poetas procedentes de 35 países de los cinco continentes, es el reflejo que estamos frente al festival más importante del mundo. Cada año desde 1991 el equipo de la revista Prometeo y el Movimiento Poético Mundial, han ido cimentando esta mirada, ante la búsqueda de paz, resistir en tiempos tan violentos, teniendo de escudo a la poesía.
El Movimiento Poético Mundial, es parte fundamental de ello y está constituido por 114 festivales de poesía, 96 proyectos de poesía, y 1178 poetas de 131 naciones de todos los continentes promoviendo el diálogo y la acción mediante actividades poéticas, procesos formativos y campañas globales a favor de la ecología social, ambientalista e individual en respeto por la vida y la diversidad cultural, la inclusión y transformación social.
Otra de las vertientes más importantes que va de la mano a todo este engranaje desde 1996, es la Escuela de Poesía de Medellín, consolidándose como un organismo transmisor de conocimientos, fuente de formación llegando a las comunas más vulnerables, situándose como un espacio real de acción y creación literaria dirigido a niños, jóvenes y adolescentes
Dentro de estos años, el Festival se sostiene en el tiempo porque han enseñado con el ejemplo. Gabriel Franco, coordinador general del Festival Internacional de Poesía de Medellín sostiene: "Pues no podíamos permitir más el dominio de la muerte y lo fundamos como respuesta civil y de resistencia al estado de horror al que estaban sometiendo al pueblo colombiano".
El director general del fFstival, Fernando Rendón manifestó: "A comienzos de los años ochentas sentíamos la profunda necesidad de decir, expresar, reflejar, difundir, promover, exaltar, comunicar, abrazar, propugnar, batallar, ser, resistir con las palabras, crear nuestra propia vida con el lenguaje. Nos dolía esta ciudad cuyo horizonte se oscurecía gradual, inconteniblemente."
Dentro de las premisas fundamentales y el compromiso que tiene el Festival año a año es reconocer un proceso espiritual para la transformación de la consciencia colectiva y la cualificación de la cultura de la población de Medellín.
En este año se realizaron acciones poéticas a nivel mundial y en el marco del festival, celebrando el bicentenario de Walt Whitman por la huella e influencia que su poesía sembró, también está presente la poesía y memoria sobre la guerra y la paz, el cuerpo como territorio, poesía del universo que es la consciencia cósmica ligada al origen del pensamiento.
Es así que se vivieron días acogedores del 29 de junio al 6 de julio que se desarrolló el Festival, allí donde el horizonte se ve adverso, llega la palabra a instalarse, las diversas experiencias poéticas llegaron a centros culturales, unidades educativas, teatros, plazas ante una población que recibe poesía como alimento para el alma y fuerza en sus días.
Uno de los ejemplos que se vio en esta versión, es la localidad de San Luis de Antioquia, uno de los lugares más convulsionados donde un gran porcentaje de los pobladores tuvieron que migrar, por el conflicto armado y paramilitarismo. Donde los jóvenes nacidos en los 90, sostienen ser hijos de la guerra, pero conscientes de su realidad, ahora son jóvenes que impulsan actividades artísticas, poéticas, sumándose a este gran circuito siendo una de las sedes del festival, demostrando que allí también hay poesía y se ha sembrado la esperanza mediante la palabra. Creando el club de filosofía aletheia y escritura. Asumen la responsabilidad a la que se ponen de desafío, un nuevo día. La fuerza de su poesía muestra un camino claro que van desarrollando. Lugares e instancias como esa nos permite ver el verdadero valor, de la constancia y desarrollo por un mundo mejor.
El proyecto Gulliver también es una gran puerta, que nos permite ver toda esa labor palpable al ver los procesos pedagógicos para niños, niñas adolescentes víctimas de los conflictos, aportando un desarrollo cognitivo mediante diferentes usos creativos del lenguaje, mostrando las diferentes habilidades artísticas y su desarrollo en el tiempo.
A lo largo de las versiones, los poetas bolivianos que han participado en el festival fueron: Leonardo García Pabón, Marcelo Arduz Ruiz, Blanca Weithüchter, Eduardo Mitre, Pedro Shimose, Juan Carlos Orihuela, Humberto Quino, Martha Gantier, Mónica Velásquez, María Soledad Quiroga, Benjamín Chávez, Matilde Casazola, Homero Carvalho, Vilma Tapia Anaya, Gabriel Chávez Casazola, Marcia Mogro. Encabezo un granito más a esa lista de nuestros representantes bolivianos, que en los diferentes espacios, de la historia, sintieron la pulsión de su momento, y las diferentes necesidades haciendo escuchar su voz. Desde este espacio puedo dar fe de la gran estructura, gracias a un equipo organizador muy perseverante, se logra abrir espacios urbanos y de periferia, mediante la sensibilización, es un logro ver a familias enteras congregados creyeran en la poesía, en los sueños materializados con cada uno de los logros desde el corazón de Medellín, para el mundo, es un impulso para replicar en muchos países, como el nuestro. Abrir más espacio para adultos, jóvenes y niños creadores, siendo seres comprometidos, que no sean indiferentes ante el tiempo que vivimos, creer en la palabra como arma transformadora, que no causa heridas, sino busca cicatrizarlas, transformar la realidad.
El 6 de julio se realizó la clausura en el emblemático parque de los deseos, ante centenares de asistentes que pudieron escuchar a poetas de Colombia, Aruba, Argentina, México, Bulgaria, Marruecos, Túnez, Panamá, Rusia, Chile, Suiza, Cuba, República Popular China, Cuba, Italia, Sudán, Arabia Saudita, Italia, Polonia, Armenia, Estados Unidos, Alemania, Lesoto, Costa Rica, Perú y Bolivia. Fue un público muy atento y agradecido. Nos unimos todos con una sola bandera, la poesía.