La poesía es una morada absurda
Gabriel Salinas presenta hoy, en el marco del Festival Internacional de la Cultura, su libro editado por 3600.
Gabriel Salinas presenta hoy, en el marco del Festival Internacional de la Cultura, su libro editado por 3600: La poesía es una morada absurda. En esta edición publicamos el auto prólogo del autor además de un poema para ir calentando máquinas. Será en el ABNB a las 18:00.
Gabriel Salinas
Mi trabajo quizás apenas llega a ser un conjunto de apuntes de poesía, que buscan ser tal, lo reconozco. Esta labor es el producto de la necesidad sensible de apelar al lenguaje, cuando no queda nada más, por eso, envuelto en estos versos y prosas he construido un espacio y tiempo míos, que deseo compartir humildemente, en el afán de salir de la burbuja de soledad que guarda a todo ser, en este caso la soledad de quien escribe para alguien que desconoce. Si la cuestión es ser o no ser poeta, es una veleidad que no me aflige y espero que esto libere al lector de pensar en las posibles pretensiones fantasmales que podrían guardar estos textos. Este trabajo es únicamente el resultado auténtico de pensar con palabras las sensaciones de las cosas que atisban en cada línea de letras, en medio de ellas, a su alrededor, como un merodeador nocturno que se fuga cuando lo están por atrapar, por ello, reconozco que mi intento vago de hacer poesía está mediado por la fugacidad de lo sensible, que se escapa de mis manos, y ese huir de algo inefable, es lo que deja atrás, el lugar donde nacen las palabras, como el testimonio de la presencia de sensaciones que estuvieron ahí y tan vez ya no estén, o quizás se hayan dejado atrapar en alguna medida.
Sordidez
¡Oh! música sórdida de mi alma,
latido ensombrecido de este tiempo,
armonía que revienta en tensión vertiginosa,
crujido al fondo de los abismos reflejados.
Vacío moral que se despilfarra como la luz y la oscuridad.
Deseo del deseo,
pulso asfixiado,
inquebrantable golpe del martillo,
innoble cacofonía ahogada,
eco espeluznante que se arrastra en las profundidades,
demasiado cobarde para rugir y desafiar la luz.
El esfuerzo mengua en humilde silencio,
frustración atragantada,
germen de más veneno.
Tímido frente al poder de la oscuridad infinita alzo las manos temblorosas, pero no alcanzan para asir al sol de la mañana.