Se abre el Cine Club Teixidó con Manto de Gemas

Es una iniciativa del cineasta Alejandro Pereyra Doria Medina, y de la gestora cultural, Natalia López Auza. El Cine Club Teixidó abre con la galardonada Manto de gemas, de Natalia López Gallardo, el día jueves 2 de junio en el cine de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad.

Se abre el Cine Club Teixidó con Manto de Gemas Se abre el Cine Club Teixidó con Manto de Gemas

Puño y Letra
Puño y Letra / 01/06/2022 21:09

Es una iniciativa del cineasta Alejandro Pereyra Doria Medina, y de la gestora cultural, Natalia López Auza. El Cine Club Teixidó abre con la galardonada Manto de gemas, de Natalia López Gallardo, el día jueves 2 de junio en el cine de la Carrera de Comunicación Social de la Universidad. También se estrenan, en su programa, varias películas nacionales que no llegarían de otra forma a Sucre. En esta conversación, Pereyra Doria Medina nos comenta más detalles de este suceso cultural en la ciudad.

PyL. ¿De dónde viene la idea del formar un nuevo cineclub en Sucre?

AP. La idea fue un regalo/homenaje a Raúl Teixidó, tal vez el más apasionado cinéfilo que haya nacido en Bolivia. Hace años me enviaba paquetes con películas, esas joyas recuperadas que pasaron invisibles en su momento. Yo quería proyectarlas en mi casa y bautizar al evento como "los paquetes de Teixidó". En su visita del 2021, cuando presentó su último libro, decidí plantear la actividad y ya Alfonso Gumucio me hizo firmar el compromiso con sangre. Por querer hacer las cosas un poco más grandes nos batimos con la burocracia… aprovecho de denunciar lo muy difícil que resulta hoy vincular propuestas desde lo civil a lo institucional… el 90% del esfuerzo es una pérdida de tiempo y te encuentras con funcionarixs que en lugar de decirte hoy: “no tomaremos en cuenta tu proyecto”, te lo dicen después de 6 meses. Te hacen dar vueltas en círculo y eso decepciona y desgasta. Por muy surreal que parezca han sido varios meses de gestión, junto a la compañera de proyecto, Natalia López Auza, para lograr una sala, condiciones técnicas, etc.

PyL . Sucre tiene varios momentos en su relación con el cine, y hay varios cineclubes en su historia.

AP. Hay larga historia creo, desde Luis Espinal haciendo cinedebates en la sala del colegio Jesuita, hasta los ciclos que hacía José Cabanach ayudado por Gustavo Taida. Recuerdo con cariño el cineclub del Icba bajo las estrellas a principios de los 90. Ahí estaba Domingo Izquierdo animando a la gente a lanzar ideas sobre la obra recién vista, mientras se ofrecía vino caliente... para mí esa experiencia fue decisiva, tanto que recreé ese cineclub y su público en una escena nostálgica de mi película “MIRAR”. En la pasada década, gente del audiovisual en nuestra ciudad, como Roberto Carreño, Omar Alarcón o Pablo Barriga, en diferentes momentos hicieron muestras de cine con charlas posteriores. En realidad es gracias a los cinedebates, a esa charla con el público, que el cine termina de hacer su trabajo: entrar en contacto dialogado con ese alguien, encontrar el tú, al que va dirigido y que este tú sea capaz de reflexionar sobre ese encuentro. 

Haciendo películas te olvidas a veces de que la tarea de difusión y exhibición en países como el nuestro no está para nada resuelta...  Prueba de ello tenemos espacios como el cine SAS, por años la única sala en Sucre, totalmente reacia a exhibir cine nacional o mejor dicho: cualquier cinematografía que no sea la hegemónica blockbuster. No hace mucho los empresarios cinematográficos de Bolivia dijeron que ni la pandemia les hizo tanto daño como el cine nacional. Aquí, iniciando este cineclub, pensamos al contrario: si la gente no ve otro cine es porque no se le da la oportunidad de hacerlo. Y esto repercute muy negativamente en nuestra sociedad, donde el cine hecho en Bolivia es percibido sólo por los grupos de iniciados, como evangelio para creyentes, y donde la gente admira lamentables ridiculeces como The Avengers y, con la salvedad de algunxs, ignora a sus artistas. La tesis del libro de Pedro Susz, la Pantalla Ajena, sigue tan vigente como en los años 70.

Vale aclarar que no se trata de un emprendimiento personal. Somos un grupo de cinefilia, organizado por Natalia López Auza y mi persona, quienes impulsamos el cineclub Teixidó junto a nuestra contraparte de la universidad san Francisco.

 

 

PyL. ¿Qué hace diferente este cineclub en este tiempo globalizado?

AP. Es una pregunta central a nuestro proyecto: por qué salir de tu casa cuando puedes ver tantas películas en tu Laptop y hasta en tu celular: están las netflix y si eres más versado en cine está Mubi o Kabinnet. Nuestra estrategia es exhibir un cine casi erradicado de Bolivia: cine iberoamericano contemporáneo, con énfasis en la zona andina y sobre todo potenciando el cine nacional. La pantalla pequeña es sólo un consuelo de la grande, y en pequeña van desde los celulares hasta los plasmas gigantes, porque tienes la experiencia en soledad. Hay algo más esencial que cada vez es más claro para el cine como lo ha sido desde siempre para el teatro: el sentido ritual de asistir a un espacio para un evento único. Sobre todo a partir de la pandemia con la necesidad de reconocernos físicamente uno al lado del otro. Esa oscuridad compartida, ese sentido de comunidad es más necesario que nunca. Y en países como el nuestro: el arte está más desvalido que nunca. Por eso también es un acto de protesta: porque en toda su historia democrática Bolivia, para las artes, sólo tuvo los fondos preelectorales PIU… ni siquiera se ha puesto en práctica la ley del cine, que ya cumplió 3 años desde su lanzamiento estilo hollywood. 

Por último, se busca ser plataforma de formación y puente entre realizadores y cinéfilos. A partir de charlas, seminarios y foros, como el que tendremos con la directora de MANTO DE GEMAS, Natalia López Gallardo, el día viernes 3 de junio. Esta tarea formativa tiene a sus beneficiarios principalmente en universitarios, para ello el convenio con la casa de estudios de San Francisco Xavier, a cuyas autoridades agradecemos.

PyL. ¿Cuáles son las películas del primer ciclo? Tengo entendido que traen la última película de Kiro Russo, El gran movimiento, entre otras.

AP. Hay varias películas bolivianas nuevas con gran calidad técnica y expresiva que se han ido acumulando, casi podría decirse que tienen prohibido exhibirse en Sucre. En el medio boliviano se conoce a esta ciudad como el lugar más difícil para exhibir. Bueno, estas obras serán exhibidas cada jueves.  Destaca El gran movimiento de Russo, premiada en el festival de Venecia del año pasado, quien estará en el cineclub acompañando su película en Agosto. Mas el Cineclub Teixidó se inaugura el 2 de Junio con Manto de gemas de Natalia López Gallardo, película ganadora del Oso de Plata en la última versión del festival de Berlín. La película es Mexicana, más Natalia es boliviana, hija del también cineasta Eduardo López, recientemente fallecido.  La proyección en Sucre será simultánea a la de  Santa Cruz y la siguiente semana se la repetirá al mismo tiempo que en La Paz, siendo esos los únicos visionados de esta película en Bolivia. Somos afortunados al respecto, porque al día siguiente tendremos un conversatorio exclusivo con Natalia. Luego se proyectará Cuidando al sol, de Catalina Razzini, 98 segundos sin sombra de Juan Pablo Richter y más adelante el lúcido documental Puerto escondido de Gabriela Paz. Todas ellas coproducciones internacionales y estrenos de proyección exclusiva para el cineclub Teixidó.

PyL. Don Raúl Teixidó, un gran cinéfilo y escritor, es el espíritu guía de esta aventura. ¿Cuál  será su participación?

AP. ¡Don Raúl tiene el bacilo Hitchkock! Uno se pone a su lado y se contagia de su amor por el cine. Es hermoso escucharle narrar películas: con su entusiasmo y prolija memoria uno se olvida del tiempo y el espacio. Y es hermoso escucharle narrar su experiencia de haber visto algunas películas. El entusiasmo podría ser una materia de escuela. Ahí está don Raúl, a sus 15, explorando en el mapa de su curso el mar de Aral, de la película de Chujrai, mientras pasan matemáticas él se transporta con toda su potencia imaginativa a esa cinta, que verá por tercera vez dentro de pocas horas, y él cuenta los minutos. 

Don Raúl nos va enviando sus listas de películas favoritas, en su mayoría clásicos del cine mundial. Estos irán programándose en medio del cine iberoamericano contemporáneo, del cuál también es ávido. Su rol con nosotros equivale al de los programadores de festivales. Ayer en reunión con el equipo del cineclub, hablamos de Teixidó, sus memorias, y es increíble cómo su pasión inspira: entusiasma. Los libros de don Raúl (especialmente el clásico A la orilla de los viejos días y su continuación: Neón y terciopelo) además de buena literatura son mapas para hallar buen cine, un testimonio muy emocional del encuentro con la pantalla.  A través del cineclub imitamos o reinterpretamos ese gesto, con el ánimo de transmitir y, si es posible, aportar, desde la formación de públicos y el feedback hacia las obras, a que el cine (boliviano) siga creciendo. 

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