“El tiempo nunca fue un factor que me preocupara, sabía que saldría en el momento justo. Sin prisas, ni fatigas”
“Las Desapariciones”, es el primer libro de cuentos donde la reseñista y productora hace su inmersión en el mundo de la narrativa boliviana.
“Las Desapariciones" es el nombre del libro de cuentos de Mónica Heinrich, que tras años de trabajo en la crítica cinematográfica, teatro y audiovisual nacional, hace su primera publicación y se encuentra disponible para la compra en librerías del país (La Rayuela y LIBREría en Sucre).
“La idea se fue formando casi naturalmente. Había algo que unía esas historias, porque en realidad tengo más material, pero sentía que esas historias en particular tienen sentido juntas. La publicación no es algo que tenía como objetivo, e incluso cuando ya era inevitable, no fue inmediato. Este libro está listo desde hace unos dos años, y entre idas y venidas recién sale ahora. El tiempo nunca fue un factor que me preocupara, sabía que saldría en el momento justo. Sin prisas ni fatigas”, señala Heinrich.
La autora que escribe desde su adolescencia, además de ser una ávida consumidora cultural, tiene varios textos ya publicados -la mayor parte sobre cine- en periódicos bolivianos como El Deber y Página Siete (desaparecido recientemente), es creadora de la revista digital Aullidos de la calle y es la directora de la productora de contenidos Núñez & Heinrich, afincada en Santa Cruz desde donde ha incursionado en el cine y el teatro.
El libro inaugura la línea de ficción de la editorial Heterodoxia, que acostumbra publicar investigación histórica.
“Los cuentos de Mónica son el material ideal para dar rienda suelta a nuestra necesidad de explorar la ficción (...) Con este libro damos inicio a lo que esperamos sea una larga alianza con las nuevas ficciones bolivianas”, indicaron sobre la publicación, que consta de 162 páginas y tiene ilustraciones de los diseñadores Bear Brothers.
Consultada sobre la elección de cuento para iniciar su incursión en la narrativa, Heinrich señaló que se deja llevar por una mano invisible.
“No es algo que vaya a planear nunca, eso de: voy a escribir una novela, voy a escribir un cuento, voy a escribir un poema. El cine y el teatro, por ejemplo, son mis otras pasiones, pero son lenguajes distintos”, explica, y añade que varias de las historias del libro parten de algún detalle, algún recuerdo o vivencia que se extrapola a lo que escribe.
“Viví algo muy similar a lo de 52 y CONTACTO del último cuento. Un tipo con el mismo problema de CONTACTO me hizo pasar puntos de bloqueo porque era la única solución ya que justo me había lesionado la rodilla. También tuve una experiencia similar a la de Campanita, aunque en mi caso, la persona sí me dijo por qué lloraba y estaba tirada ahí. Las situaciones no son exactas, pero me sirvieron de, llamémosle, “inspiración”. Algo similar con el primer cuento, lo de los cujuchis fue una queja que me hizo un brasilero cuando fuimos a filmar unos tractores en su tierra. La idea de estos bichos (que hasta ese momento no conocía) siendo eliminados con tanto ímpetu me pareció fascinante”, relata la autora sobre algunos de los personajes que componen sus relatos.
Un hombre atormentado intenta salvarse con la vida del campo, otro se despierta y se encuentra con que el resto de los seres humanos ha sido tragado por huecos, una adolescente experimenta una pandemia que sacará lo peor de todos, un niño recibe una curiosa herencia, una pareja descubre que el vecino los espía.
“Estos son solo algunos de los dilemas sombríos que se destacan aquí”, explicaron desde la editorial Heterodoxia sobre la opera prima de Heinrich, que ya genera expectativas.