Batman Vs. Nosferatu
Siempre me pareció interesante que al vampiro ancestral en algún giro inesperado de la imaginación se le haya convertido en super héroe, de ser el amo del terror egoísta, insaciable de sangre, sin limites ni piedad, y sin una pizca de arrepentimiento.
Siempre me pareció interesante que al vampiro ancestral en algún giro inesperado de la imaginación se le haya convertido en super héroe, de ser el amo del terror egoísta, insaciable de sangre, sin limites ni piedad, y sin una pizca de arrepentimiento. Transmutado en el murciélago hombre paladín de la justicia y defensor de los débiles, comprometido en su lucha contra el crimen, invirtiendo de forma desinteresada su dinero para crear un sinfín de herramientas, que le ayuden a conseguir este fin, solo siempre solo (con solo un mayordomo de ayudante y después un joven pupilo), impelido por su desconfianza en la justicia formal, un justiciero de moral irreprochable.
Por otro lado, también es interesante como se ha aislado a ambos personajes, de tal forma que parecería que uno y otro no tendrían absolutamente nada que ver, y es lógico, cómo asociar al monstruoso vampiro egoísta con el bondadoso millonario filántropo que toma la justicia en sus manos, a expensas de su propia integridad.
Enlistemos las cercanías de ambos hijos de la noche; los dos viven solos, o con algún sirviente advenedizo como “cómplice”. Ambos poseen ingentes cantidades de dinero, viviendo en mansiones suntuosas. Ambos son a sus ciudades una especie de deidad maléfica para los unos y benéfica para los otros (tal vez es lo único en lo que no coinciden). Atuendos siempre llenos de elegancia, glamour sumado a una personalidad enigmáticamente seductora y la noche como aliada de sus correrías. Tampoco queda olvidarnos de esa afinidad obsesiva por los murciélagos. Batman (Hombre Murciélago) bajo el discurso de enfrentar su mayor miedo, lo adopta sublimándolo como su insignia, y viste para sus hazañas un disfraz de inspirado en ese animal; el maldecido chupa sangre por su parte encuentra en el murciélago una de sus formas favoritas de transformación y que es con la que más se reconoce y lo reconocemos.
El Nosferatu antes de su documentado viaje, básicamente se alimentaba del poblado cerca de su castillo, pero lo hacía de forma SOSTENIBLE, dando la posibilidad a los aldeanos de recuperarse demográficamente, de vivir una vida triste pero relativamente “soportable” y así abastecerle de sangre fresca de forma constante. Sin el peligro de causar que estos busquen ayuda o se organicen e intenten de algún modo aniquilarle, es más, tal vez, hasta es posible creer que desangraba a las persona más despreciables, más usureras o abusivas, en fin, el resultado deja un equilibrio perfecto entre su sed y la cantidad necesaria de personas para que el poblado siga funcionando como tal.
Por otro lado Batman lucha contra la delincuencia que existe en su ciudad, sabiendo que él es el mayor magnate, o sea el más grande empresario, en otras palabras realmente la ciudad le pertenece, la pobreza es la causa principal de la delincuencia desde una lógica básica (de la delincuencia menor obviamente), y la pobreza es la consecuencia lógica de la distribución inequitativa de la “riqueza” (en cualquier tipo de universo, mundo, etc.) o sea que para que existan ricos es necesario que existan pobres, pobres que trabajen para hacer mas rico al rico, pero para que esto sea SOSTENIBLE, y no haya gente organizándose con el correspondiente riesgo de insinuar un nuevo orden. El “mal” que se práctica desde la delincuencia no debe llegar a sobrepasar ciertos límites, debe ser “soportable”, entonces se hace necesario “combatir la delincuencia”, combatir no la raíz del problema, porque esto supondría una redistribución de la riqueza, sino solamente combatir los síntomas, y hacer gran alboroto cazando a un “malvado super villano” y a sus infames secuaces cuando el “Mega Villano Real” de toda esa situación, riqueza = pobreza = delincuencia, es el mismo potentado. Eso sí, con mucha sed de justicia, que lleva a Bruce Wayne a emprender el surgimiento de su identidad nocturna; Batman. Pero a la vez no aceptando la sed de plusvalía, de ganancia a costa del trabajo mal remunerado de sus obreros, ya que es Bruce Wayne (Bruno Diaz) el empresario impulsor de toda la realidad económica de Gótica.
Imagino que si Drácula visitara Gotham (Ciudad Gótica) y debido a su imperante necesidad de sobrevivir desangrando parroquianos, se convertirá en un problema para el amado Batman, y que inevitablemente en algún momento ambos tendrían una conversación, un coloquio nocturno por así decirlo. Batman indicaría que el proceder del transilvano es inaceptable y que debe ser castigado. Drácula podría argumentar que su accionar es motivado por su maldición y que para él es inevitable beber sangre humana, incluso proponer un acuerdo que beneficiaría a ambos.
“Creo que podría decir algo así - y si me limito a beber la sangre solo de los “delincuentes” a los que usted marca como “malos”, ya que soy extranjero, un ajeno a sus costumbres, usted es quien conoce mejor lo que merece la gente.”
Con una propuesta semejante, es predecible que Batman despierto a la afinidad que da la conciencia de clase entre clases altas y además de las otras muchas coincidencias entre ambos (soledad, dinero, mayordomo, noche, glamoroso sexapil, ah y los murciélagos), me imagino que estaría dispuesto a aceptar el proyecto, que cabe recalcar, también seria de gran ayuda en su “interminable” lucha contra el crimen.
A mi parecer Batman es la metáfora, sino un refinado sarcasmo, de un ególatra e hipócrita Vampiro Ancestral llamado El Empresario Capitalista, que es aún más desalmado que el propio Guasón (Joker) y que además se siente “elegido”, para administrar el orden e imponer su propia justicia.
Parafraseando a J. Jonah Jameson, se podría decir: ¡Batman Héroe o Villano!