Pienso en el Final, nuevo libro de Daniela Peterito S.

Las narraciones de este libro debido a su brevedad gozan de una fuerza repleta de imágenes y movimientos que se desarrollan tanto en la ciudad que se nombra, como en las emociones y en el cuerpo que transita por los espacios. Son exploraciones que nos remiten a un tiempo donde el lenguaje ayuda a establecer un diálogo con uno mismo. Pero también escenas donde el silencio y los presentimientos tienen un peso importante para resolver las tramas. El amor, sus escenarios; la muerte y la espera, los olvidos y la memoria, y todo lo instantáneo y efímero se concentran en estas páginas, porque de alguna manera, en las líneas que contiene, se resuelve a tientas el milagro de la vida y del estar vivo a pesar de las inclemencias del tiempo y los elementos. Ciertamente no es un libro que te reclame velocidad. Es una lectura pausada y meditada la que se necesita para bordear esta escritura. En ese sentido el libro tiene el aliento de la poesía, pero el ritmo de la prosa. Y luego, lo que queda es el arribo de lo emocional y lo existencial como percutores de un nuevo conocimiento sobre uno mismo y el mundo. 

Esas son las notas del crítico C. J. Kanahuaty sobre Pienso en el Final, el nuevo libro de nuestra conciudadana Daniela Peterito Salas, libro que ya ha sido anunciado en este suplemento (leer nota: “Los objetos del corazón” Puño y letra, 10 de marzo de 2024). La escritora, gestora cultural y artista gráfica ha anunciado que para agosto lanzará su nueva obra literaria, sin embargo, es posible hacer una reserva del ejemplar que incluye un cuadro-postal original. Les dejamos una entrevista con Dan para que nos cuente más detalles sobre Pienso en el Final y cómo adquirirlo:

¿De qué trata tu nuevo libro? ¿Qué diferencias hay con tu primera entrega Las mujeres de mi vida, que publicaste en 2012?

Este es un libro de narrativa breve. Yo diría que va y no va de mí. Si bien, acostumbro escribir en primera persona, esto no supone que desde mis textos me apropie de otras voces a mi modo, como uno de los tantos recursos que las escritoras explotamos, mediante licencias literarias, desarrolladas para dialogar con el lector en busca de sentidos universales, y encontrar puntos de convergencia entre mis palabras y las de quienes las leen, dando lugar al gocé de este arte. Escribir, para mí, es un trabajo del asombro de la mirada, y para captar esta, a veces es imprescindible apelar a lo poético del lenguaje, esto con el propósito de alcanzar las percepciones profundas que me gusta despertar en el lector.

Digo que este nuevo libro, va y no va de mí, porque no me atribuyo el descubrimiento de la autoexploración que a la vez ronda el autosabotaje, en muchos casos, como una forma de encontrar en los entresijos de la propia existencia, aquella veta literaria que motiva mi trabajo como escritora, aunque termine deschapándome gratuitamente ante un cada vez más pequeño grupo de lectores. No tengo más que el vuelo literario de una persona de a pie que ama, llora, sufre, se cuestiona, va al psicólogo, trastabilla y sigue su camino en una ciudad peculiar como es Sucre, en un país caótico como lo es Bolivia, y sus alrededores... 

Ha pasado más de una década desde mi primer libro Las mujeres de mi vida (2012), que había sido pensado desde una mirada social y familiar influenciada por la fuerza de muchas mujeres (ancestras, amigas, mujeres de varios lugares). Es un libro que quiero mucho, fue el primero y sentí que era imprescindible publicarlo en ese momento, pero me cuesta releerlo, siento que he mutado dentro de mis propias formas de escritura. Quizás siempre piense que fue un libro que no alcanzó el nivel que debió tener y quizás me vuelva a pasar con cada libro, son autoexigencias personales en que me sumerjo una y otra vez. 

Sin embargo, autoexigente o no, los años pesan, importan en la medida en que me atraviesan y conmueven mi cuerpo, alma y corazón. El costo de la vida bien vivida (o mal vivida), son la madurez y la fuerza que eso conlleva y es recién ahora que me hago responsable de cada palabra, lo haya sentido o no desde antes, es decir, hace diez años, no habría podido asumir lo que ahora puedo escribir, digamos que ser joven te permite ver esto como un divertimento, pero mezclar las letras con vida, es durísimo y desgastante. Mi primer libro está ahí, es un trabajo que atesoro pero guardo con recelo.

¿Cómo ha sido la experiencia de escribir este tan esperado libro? ¿Cómo influyen tus experiencias personales, intereses o pasiones fuera de la escritura en este libro?

Los últimos años estuve escribiendo mucho y publicando poco, por momentos, sumergida en la autocomplacencia fácil de enviar textos breves a mis críticos confiables: las amistades; así que tenía que parar. Puse un rango de tiempo entre mis textos, los compilé, tuve que hacer de tripas corazón, ponerme seria descartando garabatos y psicodramas no legibles y creando un rumbo final, un libro honesto, que cuenta experiencias latentes de los últimos años que vagan por el amor, desamor, relaciones con mi vida en distintos lugares y personas, así como mi conexión con la familia y todo el despojo que queda luego de someterse a vivir constantemente conmovida y sumergir el cuerpo entero al drama y la comedia de asistir sensiblemente al teatro de nuestro devenir en el mundo.

Dan, la escritora y Dan la artista gráfica, ¿podremos ver a ambas en este libro? Chismecito, cuéntanos más.

Suelo ponerme la casaca de escritora y quitarme la de artista gráfica, y luego la de gestora, y luego la de florista de fin de semana, y luego la de catadora de vino y así sucesivamente, sin embargo, en esta ocasión, Letreo Editores (una muy interesante editorial con sede en La Paz y Santa Cruz), y su amplitud estética me han permitido, de forma consensuada, intervenir tapa y alguna página más con fotografías, algo que aprecio mucho y agradezco de su trabajo editorial. Esta frescura y carácter dinámico que le otorga a un libro el aporte visual, bajo una mirada contemporánea de objeto-libro recae en Vero López, quien es parte del equipo editorial. No todas las editoriales se prenden con la idea de presentar al lector algo más que el texto y, aunque no deja de ser una apuesta delicada, considero se ha convertido en un complemento visual que aporta a la voz de los textos.

Junto a Letrero Editores han sacado una promoción de lanzamiento, ¿cuéntanos de qué trata y cómo podemos adquirla?

¡Así es! Ahora mismo el libro se encuentra en etapa de pre venta. Esto significa que en este momento el libro se está cocinando entre diagramación e imprenta y que lo tendremos en  agosto, mientras, la editorial ha creado la preventa para que los interesados vayan reservando su ejemplar a precio especial con rebaja, con una postal en tinta hecha por mí (de yapa) y claro que también va con dedicatoria.

La preventa es importante, esta es una recaudación que ayuda a que este proceso previo en el que la editorial solventa a un equipo de editores, diseñadores y trabajadores de la literatura tenga sostenibilidad. Una labor poco reconocida y por momentos opacada en tiempos tan digitales.

Así que impulso a l@s interesad@s puedan dirigirse al QR que se encuentra en la página de Facebook de Letreo Editores, hacer la transacción, contactarnos y ya con eso tienen su ejemplar asegurado, mi agradecimiento y un lugar especial en el corazón para todos los obreros del arte.