Asistir al tiempo y La lagarta de Blanca Wiethüchter
Publicamos el texto leído por el editor y crítico, Marcelo PAz Soldán en la Alianza Francesa de Cochabamba, en ocasión de la presentación de Asistir al tiempo y La lagarta.
Mónica Velásquez nos recuerda que en los primeros libros de Blanca Wiethüchter, y hasta 1989, se alternan una poesía de corte íntimo con una preocupación histórica y dialógica. Desde El rigor de la llama, se profundiza en una ética del autoconocimiento y la lucha contra la alienación. Esto se enriquece con lecturas que van desde Sartre hasta Gurdjieff, configurando una experiencia vital y poética que busca permanecer despierta ante las caídas de la existencia.
Siguiendo a Velásquez, la progresión en la obra de Wiethüchter muestra cómo su palabra evoluciona de una narratividad tenue hacia una densidad simbólica y espiritual. Esto se evidencia particularmente en los poemarios Asistir al tiempo y La lagarta, dos obras que, aunque separadas por dos décadas, dialogan en su exploración de la memoria, el tiempo y la identidad.
Asistir al tiempo
Publicado en 1975, Asistir al tiempo fue prologado por Jaime Saenz, quien destacó la idea de “asistir” como un acto de presencia transformadora. Este poemario transfigura el tiempo y el espacio, y convierte a la ciudad en un epicentro vital y poético. En sus versos, Wiethüchter habita la ciudad de manera consciente, revelando sus matices y convirtiéndola en un espacio de resistencia y reflexión.
Uno de los poemas más emblemáticos es “La ciudad”:
En esta ciudad detenida
las calles te conocen
y tú las conoces
sabes que las piedras
perduran en tus sueños
como ligeros pájaros invisibles
que te abren al temblor
de la montaña.
En Asistir al tiempo, la poeta convierte los momentos cotidianos en revelaciones poéticas. El tiempo, lejos de ser lineal, se convierte en una experiencia cíclica que permite al lector contemplar el impacto de la memoria y la existencia.
Este poemario también presenta reflexiones sobre la relación entre el individuo y la colectividad, utilizando la ciudad como un espacio de encuentro y de confrontación con el tiempo. A través de sus versos, Wiethüchter invita a mirar más allá de lo visible, capturando lo eterno en lo cotidiano. Por ejemplo, en el poema “Un instante”, se lee:
La llama crece desde el agua / hacia el agua / solitaria línea de tiempo / nos transporta / en un trazo / al centro de la oscuridad.
Asimismo, “En la distancia” expone:
Esta distancia / conmovida memoria / obstinada oquedad / último confín de la luz. / Me pierdo y te busco / en el precipitado sabor / que te imagina.
La lagarta
La lagarta, publicado en 1995, es un poemario introspectivo que explora la autoconciencia femenina a través de un lenguaje profundamente simbólico. La figura de la lagarta emerge como una metáfora de la transformación y el renacimiento. Este viaje de autodescubrimiento también desmantela los significados impuestos, alcanzando una expresión plena en su lenguaje.
Destacan los versos iniciales:
Desde la sombra
detrás de una piedra
salta la lagarta al sol.
Cierra los ojos
para ver mejor
las imaginaciones de la noche.
Este simbolismo se intensifica en versos como:
Cubierta de palabras como limo ajeno, / no puede el lenguaje ser / la raíz que me sostiene.
Y también:
Quiero encontrar la luz
que no me condene a muerte,
morder mi hueso
y celebrar el sabor.
En La lagarta, Wiethüchter renueva su búsqueda por un lenguaje que integre lo femenino, lo corporal y lo espiritual, culminando en una poesía que celebra la reconciliación con el ser. Además, aborda la relación entre el cuerpo y la escritura como espacios de resistencia y creación. Este poemario también examina la relación entre el lenguaje y el poder, mostrando cómo las palabras pueden alienar o liberar.
En La lagarta, la figura de la transformación va más allá del cambio personal; también es una declaración de resistencia ante las estructuras impuestas. Cada poema se convierte en un acto de reconstrucción del yo y del mundo.
Contexto y contribución visual
La edición conjunta de Asistir al tiempo y La lagarta incorpora ilustraciones de Valentina López, que complementan visualmente los temas abordados por Wiethüchter, ofreciendo al lector una experiencia integral. Estas imágenes, junto con el diseño editorial, enriquecen la lectura y permiten al lector una aproximación sensorial al universo poético de Blanca.
Reflexión final
Asistir al tiempo y La lagarta son testimonios de la capacidad de Blanca Wiethüchter para conectar lo personal con lo universal. Estos poemarios no sólo invitan a contemplar la belleza de su poética, sino también a reflexionar sobre nuestra propia existencia. La introspección en La lagarta y la reflexión colectiva en Asistir al tiempo se complementan para ofrecer una visión completa de la relación entre el ser humano, su lenguaje y su entorno.
La edición conjunta publicada por Editorial Nuevo Milenio celebra la obra de una poeta fundamental en la literatura boliviana, cuya voz resuena con la fuerza de lo eterno y lo transformador. Esta presentación en la Alianza Francesa de Cochabamba busca rendir homenaje a su legado y abrir una puerta a nuevas lecturas y relecturas que sigan inspirando a generaciones futuras.