Recuerdan a los muertos de La Calancha en soledad

Ocho años de dolor y olvido soportan los familiares de los tres universitarios muertos en los enfrentamientos con la Policía en los luctuosos hechos de Noviembre Negro en 2007. Ayer, en la soledad del Camposanto y con una eucaristía, los familiares de Gonzalo Durán, José Luis Cardozo y Juan Carlos Serrudo los recordaron en medio de llanto y resignación. Mientras, el proceso penal instaurado por las víctimas sigue a la espera de la aprobación de un juicio de responsabilidades en contra de dos Ministros de Estado por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Desde la muerte de los tres universitarios, la vida de sus familias cambió; la pena, el dolor y la impotencia provocaron que sus padres se
enfermaran. Sin embargo en ellos aún queda la esperanza de que algún día los responsables de la muerte de los estudiantes y de los heridos de La Calancha sean sentados en la “silla de los acusados” y se dicte una sentencia condenatoria.

“De ser una familia muy unida, con muchas esperanzas de seguir adelante, la pérdida de mi hermano nos ha dañado moral y psicológicamente. A mis padres le golpeó muy fuerte, la diabetes de mi papá empeoró y a mi madre le dio una embolia, ahora tiene la mitad del cuerpo paralizado”, contó Juan Cardozo, hermano de José Luis.

A su turno, René Durán, padre de Gonzalo, lamentó que hasta la fecha no haya justicia y que la población se haya olvidado de quienes entregaron su vida por la defensa de la democracia y la libertad.

“Mi hijo pensaba que debemos ser mejores y que no necesitábamos ir a otro lado, por eso fue a defender la democracia y nunca más volvió”, contó.
Con voz entrecortada, Javier Serrudo, hermano de Juan Carlos, recordó que tenía muchas metas como ayudar a sus padres y sus diez hermanos. “Él trabajaba en la carpintería y estudiaba, tenía muchos planes, quería ayudarnos, pero ese día –26 de noviembre– salió y lo mataron, hasta ahora esperamos justicia, pero nadie se acuerda, mucho menos las autoridades y el pueblo”, sostuvo.

Ayer, en homenaje a los caídos en La Calancha, los familiares y algunos amigos los recordaron, ofreciendo una misa en el mausoleo de “Los mártires de la Democracia, legalidad y libertad”, donde descansan los cuerpos de los tres universitarios muertos en los enfrentamientos del 24, 25 y 26 de noviembre de 2007.

¿LA INVESTIGACIÓN?
La investigación quedó paralizada desde hace tres años, porque la Fiscalía General envió a la Asamblea Legislativa Plurinacional un requerimiento acusatorio para un juicio de responsabilidades en contra de los ministros Alfredo Rada, Juan Ramón Quintana y el presidente Evo Morales, que fue excluido del proceso.

A decir del asambleísta departamental del MAS Manuel Alfaro, se debe esclarecer las muertes y establecer quiénes ordenaron la represión a los capitalinos, pero también quiénes instigaron.

A su turno, el presidente de la Asamblea de Derechos Humanos en Chuquisaca, Edgar Salazar, instó a los dirigentes políticos a que no se politice el dolor de los familiares que perdieron a los tres universitarios. “Pedimos a las autoridades que sean imparciales y la justicia debe encontrar a los responsables de los hechos ocurridos en noviembre de 2007”, sostuvo.

A modo de evaluación personal, Gastón Solares quien fuera parte de la propuesta de Capitalidad Plena hace su evaluación afirmando que Sucre no estaba preparada para acoger a los tres poderes del Estado.

“La lucha por la capitalidad fue la unión de los sucrenses, fue un aspecto positivo. (…) Personalmente nunca creí, ni creo en la Capitalidad Plena, puesto que Sucre no tiene las condiciones para albergar a los tres poderes del Estado, siempre fui un convencido de que deberíamos ser la sede del poder Judicial y Legislativo, así lo fundamento en mi libro mis dos pasiones, mi ciudad y mi país. Sería el equilibrio del sur del país al denominado eje central y ayudaría en la independencia de poderes”, sostuvo.

En 2007, el extinto Comité Interinstitucional abanderó la defensa del tratamiento de la propuesta de Capitalidad Plena en la Asamblea Constituyente.