Revilla y Mamani prefieren no hablar de postulaciones

El ex vocal del Tribunal Departamental de Justicia (TDJ) José Antonio Revilla dijo ayer que renunció al cargo no para postularse a las elecciones judiciales sino para volver a la cátedra universitaria; en ese mismo sentido se pronunció el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Pastor Mamani, quien sostuvo que prefiere tomarse un descanso para que otra gente nueva ocupe estos altos cargos en la administración judicial.

“No he renunciado para postularme… he renunciado para volver a la vida académica”, aseguró Revilla quien retornó a la docencia universitaria después de casi cinco años de estar declarado en comisión por el ejercicio de la vocalía.

No obstante, Revilla agregó que una posible postulación en las elecciones judiciales “se verá en su momento”.

Consultado el presidente del TSJ, Pastor Mamani, informó que su tiempo en la administración de justicia había concluido después de más de dos décadas.

“Yo, por lo menos por los años que tengo en el servicio en la judicatura lo que me toca es el descaso, de modo que ese es entonces el camino que vamos a tomar porque creo que hemos hecho los esfuerzos y el servicio al pueblo boliviano y lo que corresponde es que otra gente venga a reemplazarnos”, aseguró Mamani.

La autoridad dijo que el reto de los magistrados es que hasta julio tienen previsto resolver las más de 800 causas acumuladas en Sala Plena.

Sobre el mismo tema, el presidente del Consejo de la Magistratura, Wilber Choque, reiteró que es prematuro tomar determinaciones y esperarán que la Asamblea Legislativa apruebe el reglamento para la selección.

La presidenta del Ilustre Colegio de Abogados de Chuquisaca (ICACH), Silvia Salame, sostuvo que la forma de preselección tiene que modificarse para que la comisión calificadora esté conformada por académicos de alto nivel de la Universidad, asociaciones de abogados y un grupo de élite de juristas que realicen un análisis de las hojas de vida de los postulantes y esas nóminas sean remitidas a la Asamblea Legislativa y finalmente al Tribunal Supremo Electoral para someterlos a la elección popular.