Premios y ofertas baratas, el gancho de estafadores
Suelen acercarse a sus víctimas, ganar su confianza, convencerlas y sacarles dinero
Advertencia. En la última semana, cuatro personas fueron estafadas, por lo que la Policía pidió a la población no creer en ofertas dudosas.
El director Departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), coronel Luis Fernando Loayza, informó de un caso de estafa en el que dos personas se aprovecharon de la confianza de una mujer.
Los sujetos se acercaron a la víctima para ofrecerle un trabajo en YPFB, lo que derivó en una amena conversación. Se ganaron su confianza y le contaron que necesitaban Bs 4.000, pero para que no dudara de su intención, a cambio le ofrecieron dejar un taladro valuado en $us 5.000 de prenda. Con esa garantía, la mujer entregó el dinero y recibió el taladro. Al ver que no aparecían los sujetos, la mujer denunció el hecho ante la Policía, que observó que el taladro no cubría ni el 20% del préstamo.
En otro caso, un hombre perdió Bs 1.600 por haber creído que había ganado un premio por el Día del Padre. El antisocial le convenció que para recibir el mismo tenía que comprar tarjetas de recarga y transferirlas a un número de teléfono. El ingenuo hombre hizo caso y nunca vio su premio.
Loayza, al narrar estos hechos, recomendó a la población no caer tan ingenuamente en estos engaños y consultar con otras personas antes de hacer caso a sujetos extraños.
En otra historia, una vendedora de tucumanas se hizo sonsacar Bs 2.000. Un hombre se acercó a su puesto de venta para hacerle un pedido de 300 tucumanas. Mientras la mujer cumplía con la entrega, el sujeto entabló una conversación ofreciéndole harina, manteca y azúcar a bajos precios. El interés de la mujer creció y el hombre le dijo que para cumplir con la entrega tendría que adelantarle Bs 2.000; confiada, entregó el dinero y las 300 tucumanas, pero nunca más vio los productos.
Finalmente, un cuarto caso involucra a un joven que ante la oferta de venta de una computadora portátil mediante Facebook, no se resistió a las supuestas ventajas y pagó Bs 2.800 a un recluso de la cárcel San Roque. Le convenció que el equipo le entregaría en la calle, caso que no ocurrió después.