Tribunal condena a diez años de cárcel a Gabriela Zapata, ex novia de Evo
La defensa de los acusados, en los alegatos, solicitó la absolución, pero al recibir penas de cárcel anunciaron que apelarán
Gabriela Zapata, la ex novia del presidente Evo Morales, fue condenada a diez años de prisión a cumplirse en el penal femenino de Obrajes por los delitos de legitimación de ganancias ilícitas y otros. Asimismo, la ex Jefa de la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia Cristina Choque fue sentenciada a cuatro años de cárcel por uso indebido de bienes y servicios públicos. La sentencia llegó un año y tres meses después de que se revelara que la ex gerenta de la empresa china CAMC se benefició de cargos importantes y que no pudo justificar la procedencia de su fortuna, según la Fiscalía. Los acusados anunciaron que apelarán la sentencia después de la lectura íntegra el viernes 26 de mayo.
El Ministerio Público pidió diez años de prisión para Zapata, ocho años para Cristina Choque y cuatro años para Jimmy Morales, ambos ex funcionarios de la Unidad de Gestión Social.
Zapata y los otros acusados escucharon la sentencia del Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción y Violencia contra la Mujer, después del debate de alegatos que se extendió por más de diez horas de audiencia; el veredicto se conoció después de las 3:00.
El juicio a Zapata, quien se halla detenida preventivamente en el penal de Miraflores de La Paz, se inició el 17 de marzo, proceso en el que se presentaron 12 testigos de los más de 50 que se ofreció en el pliego acusatorio.
La también ex pareja del presidente Evo Morales afronta procesos por falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado al presentarse como abogada, ventajas ilegítimas y contribuciones, trata de personas, engaño a personas incapaces, entre otros.
Por su parte, Zapata, antes de escuchar su sentencia en este primer juicio, calificó de injusta e "inhumana" la solicitud del Ministerio Público y alegó por su inocencia.
En los alegatos, entre lágrimas Zapata dijo que no sabía que recibir dinero de alguna pareja o visitar a conocidos era delito. Agregó que no le demostraron actos de corrupción, que tampoco conoce al ex Ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana y hace tiempo que no tiene nada con el Presidente.
Ricardo Alegría, otro de los acusados que fue condenado a dos años de prisión, aseguró que en su caso se cometió una injusticia en un proceso político-mediático. Indicó que su delito fue aceptar un proyecto para Zapata, que era hacer un muro perimetral y denunció que lo detuvieron en un Internet y como consecuencia de ese acto, ahora su hijo asiste al psiquiatra. En su alocución, el acusado Jimmy Morales, que recibió tres años de cárcel, dijo que las autoridades del Ministerio de la Presidencia cometieron un abuso con él, por órdenes de Quintana. Señaló que a la fecha desconoce las acusaciones y que como funcionario sólo cumplió órdenes de la MAE que incluso trabajaba fines de semana con tal de que Quintana no lo dejara sin trabajo.
Carlos Ramírez, sentenciado a dos años de prisión sostuvo que “el día que dio conferencia Quintana nos sentenció con todas las sindicaciones que hizo”.
ORIGEN DE SU FORTUNA
Jorge Torrico Tapia, abogado de Gabriela Zapata, lamentó la “pésima” investigación de la Fiscalía en el caso de su defendida y denunció que la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) no realizó ninguna pericia para establecer el origen de su fortuna en el caso que se le sigue por legitimación de ganancias ilícitas.
“La Fiscalía hizo una pésima investigación en el caso, no demostró que existan las ganancias ilícitas y tampoco permitió que se haga una pericia al origen de la fortuna de mi defendida”, manifestó Torrico en el alegato de la defensa.
El jurista remarcó que el Ministerio Público no demostró el delito previo, requisito necesario para indicar el delito de legitimación de ganancias ilícitas. “Qué ganancia ilícita vamos a sancionar si no se ha demostrado el delito previo, ¿dónde se ha generado el dinero mal habido? No se ha demostrado”, apuntó.
El abogado citó que en el caso de Ricardo Alegría “tampoco se demostró ni una microscópica evidencia de que haya cometido legitimación, y tampoco se cumplieron con las formalidades mínimas de la investigación”.
La defensa de Zapata culminó su intervención concluyendo que su defendida no incurrió en legitimación y solicitó su absolución.